Aquella luz. Aquel verano
Albert Valor Jim¨¦nez desgrana todo lo que hay detr¨¢s del Mundial de Estados Unidos 1994 y c¨®mo aquellas im¨¢genes pasaron de ser ejemplo de modernidad hasta convertirse en nostalgia, 30 a?os despu¨¦s
El Mundial de f¨²tbol de 1994 se disput¨® en un lugar ¡ªEstados Unidos¡ª y entre dos tiempos. Aquella cita supuso una encrucijada para la historia del balompi¨¦, que pas¨® de ser un deporte de gradas con alto sabor local a convertirse en un espect¨¢culo televisado con ambiciones globales. La intenci¨®n de la FIFA era asentar el f¨²tbol en el que por aquel entonces era el principal mercado del mundo. La repercusi¨®n en el pa¨ªs fue importante, especialmente en t¨¦rminos econ¨®micos ¡ªse estima que tuvo un impacto de 4.000 millones de d¨®lares en la econom¨ªa nacional y que la organizaci¨®n dio beneficios, en gran parte gracias a que no hubo que construir nuevos estadios y a que apenas hubo inversi¨®n de dinero p¨²blico¡ª, pero nada comparado con el impacto que supuso para varias generaciones de hinchas de todo el mundo, que vieron c¨®mo las posibilidades de disfrute de su pasi¨®n se multiplicaban exponencialmente a trav¨¦s de la televisi¨®n. El f¨²tbol hab¨ªa pasado a ser una religi¨®n cat¨®dica.
El mundial en la frontera (Fuera de Ruta), es el libro en el que Albert Valor Jim¨¦nez desgrana todo lo que hay detr¨¢s del concepto USA¡¯94 y c¨®mo aquellas im¨¢genes se fueron implantando como ejemplo de modernidad en la hemeroteca futbol¨ªstica de los seguidores hasta convertirse en nostalgia 30 a?os despu¨¦s. De aquella cita se qued¨® para siempre en el recuerdo el lanzamiento a las nubes de Roberto Baggio; la celebraci¨®n de Bebeto, Romario y Mazinho meciendo en brazos al un¨ªsono a un beb¨¦ que no estaba all¨ª; el gol de Hagi a Colombia; la aparici¨®n de tres futbolistas suecos ¡ªAndersson, Brolin y Dahlin¡ª cuya camiseta amarilla rivaliz¨® en semifinales con la de Brasil; la anarqu¨ªa de una Bulgaria liderada por un genial Stoichkov; Maradona corriendo, desencajado, para celebrar un gol ante la c¨¢mara; Salenko ¡ªque jugaba en el Logro?¨¦s¡ª marcando cinco goles en un partido; la hegemon¨ªa de Adidas ¡ªvest¨ªa a 15 de las 24 selecciones¡ª en la ropa; la aparici¨®n del coche camilla; o los botellines de agua en los laterales para paliar el calor. Aquella luz. Aquel verano. Cuando todo estaba a punto de cambiar pero nada hab¨ªa cambiado a¨²n.
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