Mundial de ajedrez | Ding crea una obra maestra, gana la 12? partida e iguala el marcador a falta de solo dos asaltos
Un d¨ªa despu¨¦s de sufrir una de las derrotas m¨¢s dolorosas de su carrera ante Gukesh, el campe¨®n roza la perfecci¨®n cuando parec¨ªa desahuciado
Liren Ding dej¨® el domingo un peque?o hilo de esperanza tras sufrir una derrota brutal que lo dej¨® abatido: ¡°En el Mundial anterior remont¨¦ precisamente en la duod¨¦cima partida. Ma?ana lo intentar¨¦ de nuevo¡±. Y hete aqu¨ª que lo hizo, y adem¨¢s convirti¨® a Dommaraju Gukesh en la v¨ªctima necesaria para crear una obra maestra de fin¨ªsima estrategia, justo el ¨¢mbito donde el chino es m¨¢s fuerte que el indio. Ahora est¨¢n empatados (6-6) a falta de dos partidas. La pen¨²ltima se disputar¨¢ el mi¨¦rcoles.
El mencionado antecedente, de abril de 2023 contra el ruso Ian Niep¨®mniashi, y la extraordinaria resiliencia que el chino ha mostrado en momentos clave de su carrera incitaban a dejar una ventana abierta para una recuperaci¨®n ¨¦pica, a pesar de que la derrota de la v¨ªspera, tras malograr una posici¨®n muy ventajosa, es de las que duelen mucho. Sin embargo, los primeros lances de este lunes enfriaron esa esperanza: una vez m¨¢s, Gukesh ven¨ªa muy bien preparado. Tras s¨®lo doce movimientos, la posici¨®n del indio, con las piezas negras, parec¨ªa muy c¨®moda; y encima dispon¨ªa de mucho m¨¢s tiempo que Ding, siempre dubitativo, incluso ante jugadas bastante evidentes.
Ello no obstante, el inseguro campe¨®n estaba jugando bien, en porf¨ªa de c¨®mo lograr una posici¨®n con muchas piezas, evitando las simplificaciones masivas que facilitar¨ªan el empate que su rival buscaba. Por el contrario, Gukesh reconfirm¨® con su decimotercer lance (torre a b8) que la profundidad estrat¨¦gica es su aspecto m¨¢s d¨¦bil (o menos fuerte). Esa torre era como un chirrido en una orquesta bien afinada, mientras las piezas del campe¨®n conservaban una armon¨ªa muy prometedora.
Todo cambi¨® a partir de ese momento. Poco a poco, Ding demostr¨® que el chirrido merec¨ªa castigo y encontr¨® el m¨¢s molesto. De pronto, el jugador alica¨ªdo de la v¨ªspera se reencarnaba en el mejor Ding, el campe¨®n del mundo vigente. La posici¨®n era muy molesta para Gukesh, quien tuvo que conseguir tanto tiempo que se puso por detr¨¢s del chino tambi¨¦n en el reloj.
La situaci¨®n era muy cr¨ªtica para el aspirante m¨¢s joven de la historia. Su padre, Rajinikanth, paseaba por el pasillo como un le¨®n enjaulado, siguiendo la partida en su tel¨¦fono m¨®vil. El gran maestro neerland¨¦s Anish Giri, comentarista en Chess24, hizo una original evaluaci¨®n: ¡°Es probable que Gukesh no sea consciente de lo mal que est¨¢ posicionalmente, y eso le puede ayudar a encontrar el mejor contrajuego. Por otro lado, Ding sabe que tiene mucha ventaja, pero deber¨¢ arriesgar para ganar. Y ambos van a sufrir apuros de tiempo¡±.
Pero, por primera vez desde que empez¨® el duelo, el semblante de Ding denotaba una impresionante seguridad en s¨ª mismo, 24 horas despu¨¦s de encajar un golpe tremendo. Y eso se reflejaba en que cada una de sus decisiones eran un pu?etazo en el h¨ªgado de su rival. Gukesh, muy presionado en el tablero y en el reloj, luch¨® hasta que ya no ten¨ªa sentido hacerlo, y se rindi¨® tras 39 movimientos y cuatro horas de exhibici¨®n del chino.
Luego, en la conferencia de prensa, el derrotado mantuvo el tipo y respondi¨® a todas las preguntas con aplomo: ¡°Las malas partidas siempre est¨¢n ah¨ª, y hoy yo he sufrido una. El marcador actual es justo aunque, l¨®gicamente, yo estoy decepcionado. Pero quedan dos partidas para luchar¡±. Ding necesit¨® que cuatro periodistas insistieran en el mismo tema: por qu¨¦ este lunes parec¨ªa una persona totalmente distinta, con una enorme confianza en s¨ª mismo cuando la falta de confianza ha sido su principal punto d¨¦bil a lo largo del duelo. Aparte de relatar dos veces que el domingo se acost¨® temprano, que durmi¨® bien, que antes de la partida ech¨® una siesta y se tom¨® un caf¨¦ expreso, por fin fue al grano: ¡°Fue importante darme cuenta de que en la partida anterior hubiera tenido una posici¨®n excelente jugando e6 en lugar de g6; y de que hasta ah¨ª hab¨ªa jugado bien. Hoy, obligado a ganar, he producido una de mis mejores partidas de los ¨²ltimos a?os. Y al ver que mi ventaja era ganadora, me he convencido de que ya no hab¨ªa vuelta atr¨¢s¡±.
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