Las dos d¨¦cadas de Isidre Esteve en el Dakar: ¡°Estoy convencido de que mi discapacidad no es una barrera para alcanzar el podio¡±

Isidre Esteve Pujol (Oliana, Lleida; 52 a?os) est¨¢ a pocos kil¨®metros de completar su vig¨¦simo Rally Dakar. Tras superar la primera tanda de dunas en el desierto de Rub al Khali en Arabia Saud¨ª, el piloto catal¨¢n sigue pellizc¨¢ndose al verse en medio de la nada junto al resto de la caravana del ¡®rally de rallies¡¯¡­ como si eso fuera algo normal. ¡°Soy un afortunado por haber podido disfrutar de 20 a?os en el deporte de motor, y eso que cuando lleg¨® el accidente en 2007 parec¨ªa que todo se terminar¨ªa¡±, reflexiona en conversaci...

Isidre Esteve Pujol (Oliana, Lleida; 52 a?os) est¨¢ a pocos kil¨®metros de completar su vig¨¦simo Rally Dakar. Tras superar la primera tanda de dunas en el desierto de Rub al Khali en Arabia Saud¨ª, el piloto catal¨¢n sigue pellizc¨¢ndose al verse en medio de la nada junto al resto de la caravana del ¡®rally de rallies¡¯¡­ como si eso fuera algo normal. ¡°Soy un afortunado por haber podido disfrutar de 20 a?os en el deporte de motor, y eso que cuando lleg¨® el accidente en 2007 parec¨ªa que todo se terminar¨ªa¡±, reflexiona en conversaci¨®n con EL PA?S.

¡°Nunca te lo planteas, pero por fortuna, a pesar de la paraplejia y de ir en silla de ruedas, pronto vi que pod¨ªa volver a competir y que ten¨ªa los apoyos necesarios para seguir mi trayectoria en el deporte¡±, agradece Esteve, que cuenta con las mejores herramientas de la mano del equipo oficial de Repsol y Toyota, el veh¨ªculo m¨¢s fiable del panorama dakariano. Ese accidente en la Baja Almanzora, en Almer¨ªa, trunc¨® la carrera en motos del piloto cuando navegaba la cresta de la ola. Ven¨ªa de competir por la victoria general del Dakar y llevaba varios a?os entre los favoritos: ¡°Ten¨ªa todo lo que hab¨ªa so?ado y, de repente, no hab¨ªa plan. Toqu¨¦ fondo¡±. Tuvo que reiniciar: se propuso vivir y punto.

Esteve marcha 35? en la general, pero en las ediciones del 2018 y 2019 estuvo cerca de colarse entre los 20 mejores de la clasificaci¨®n. Sigue siendo tan exigente como en el pasado y sue?a con situarse entre los mejores pilotos de la disciplina alg¨²n d¨ªa. ¡°Estoy convencido de que mi discapacidad no es una barrera para alcanzar el podio, pero el camino hay que andarlo primero¡±, remarca. Le encanta, adem¨¢s, formar parte de un deporte tan inclusivo. ¡°En la l¨ªnea de salida estamos nosotros y est¨¢n tambi¨¦n los Loeb, Sainz, Nani Roma y compa?¨ªa. ?Qu¨¦ hay de diferente? Nada¡±, subraya.

Aunque sigue disfrutando como un ni?o, cuando el ilerdense mira hacia atr¨¢s no puede evitar sentir nostalgia de la ¨¦poca dorada en ?frica y de sus d¨ªas en solitario en medio de la nada. ¡°Para m¨ª, el Dakar en moto era extraordinario. En el coche no est¨¢s solo, en la moto s¨ª. All¨ª t¨² tomabas todas las decisiones: pilotabas, navegabas y solucionabas los problemas. All¨ª pod¨ªas sentir p¨¢nico esc¨¦nico ante lo desconocido¡±, rememora. ¡°Esta carrera ha evolucionado al igual que la sociedad en general, hemos pasado de tener una gran aventura que era todo ¨¦pica a una carrera 100% bajo control¡±.

M¨¢s all¨¢ de la melancol¨ªa, Esteve encuentra refugio en la alta competitividad de hoy en d¨ªa y en las charlas con su inseparable Txema Villalobos, su copiloto desde 2017 cuando regres¨® al rally tras un par¨®n obligado de ocho a?os. En ese tiempo, Esteve dise?o un coj¨ªn especial para permitirle aguantar los largos kilometrajes de la prueba e impuls¨® una fundaci¨®n junto a su pareja, Lidia Guerrero, que busca ayudar a personas con lesiones parecidas a la suya. ¡°Ver como alguien consigue sus objetivos, lo que m¨¢s le importa en la vida, a trav¨¦s del trabajo y t¨² eres parte involucrada en ese trayecto es algo distinto. Una carrera puedes ganarla, pero pronto nadie se acuerda, la parte social permanece y deja huella¡±.