El Maccabi convierte la Fonteta en un b¨²nker
El partido contra el Valencia Basket, considerado de alto riesgo, se disputa rodeado de un aparatoso dispositivo de seguridad y con una asistencia de p¨²blico muy inferior a la habitual en la Euroliga
No se hab¨ªa visto nada igual en el pabell¨®n de la Fuente de San Luis. La llegada del Maccabi Tel Aviv a Valencia, su primera aparici¨®n desde que comenz¨® el conflicto entre Israel y Ham¨¢s, oblig¨® a desplegar un dispositivo de seguridad descomunal que, conectado con varias ciudades espa?olas, moviliz¨® a cerca de 700 polic¨ªas despu¨¦s de que el Ministerio del Interior decretase la alerta m¨¢xima. La afici¨®n del Valencia Basket, temerosa de que pudiera haber un atentado terrorista, prefiri¨® ser cautelosa y perderse la s¨¦ptima victoria consecutiva de su equipo esta temporada (75-66). La entrada no lleg¨® a los 3.000 espectadores (2.809, seg¨²n el club), cuando en los dos primeros partidos de la Euroliga hab¨ªan acudido 7.000.
La Fonteta se convirti¨® en un b¨²nker. Las calles de los alrededores estaban cortadas al tr¨¢fico y frente a la fachada principal del pabell¨®n se coloc¨® a un polic¨ªa cada cinco metros. Antes hab¨ªa pasado una unidad canina para disminuir el riesgo de que hubiera alg¨²n artefacto explosivo. El autob¨²s del Maccabi, que se hab¨ªa alojado fuera de la ciudad, lleg¨® dos horas antes del partido escoltado por cuatro motos y seis veh¨ªculos blindados, del que salieron miembros de seguridad armados y protegidos con m¨¢scaras antig¨¢s. Mientras, desde el aire, la vigilancia se reforzaba con un helic¨®ptero y un dron.
Frente a la instalaci¨®n deportiva, en un parque, varias cuadrillas de polic¨ªas establec¨ªan una segunda zona de control por detr¨¢s del per¨ªmetro precintado. Aparcados en los laterales de la avenida Hermanos Maristas esperaban tres ambulancias por si fueran necesarias. Y polic¨ªas montados a caballo patrullaban por all¨ª mientras algunos aficionados curiosos hac¨ªan fotograf¨ªas y grababan v¨ªdeos. Uno de ellos explic¨® que ven¨ªa de su pueblo pese a que su hija le hab¨ªa rogado que no fuera al partido. ¡°Pero el baloncesto es mi vida. Y no voy a permitir que el terror me arrebate lo que m¨¢s me gusta¡±.
El partido de la Euroliga, el segundo que disputa un equipo israel¨ª desde el primer atentado de Ham¨¢s -la v¨ªspera jug¨® el Happoel en Venecia-, comenz¨® con un minuto de silencio por las v¨ªctimas de este conflicto y el Maccabi pidi¨® jugar con una camiseta negra en se?al de luto. En la grada, seg¨²n marca la normativa habitual de la competici¨®n, estaban prohibidas todas aquellas banderas o pancartas con un significado pol¨ªtico.
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