El Madrid sigue intratable: 19 victorias seguidas

Euroliga jornada 9

Real Madrid

91 73

Finalizado

AS Monaco

Y ya son 19 victorias seguidas esta temporada, todo lo que ha jugado. El Madrid contin¨²a intratable en el escenario que sea (ocho triunfos en la Euroliga, nueve en la ACB y dos en la Supercopa) y ante el rival que se le ponga por delante, el ¨²ltimo un M¨®naco que se present¨® en el WiZink con el cartel de semifinalista de la Euroliga y se march¨® desfigurado, zarandeado por la batuta de Campazzo, los puntos de Musa (21) y el mazo de Tavares.

El Madrid amaneci¨® con Causeur en el quinteto inicial para esposar a Mike James y Loyd, la amenaza exterior. El M¨®naco se gir¨® hacia dentro y Motiejunas ejerci¨® un cl¨¢sico de la pizarra, el intento de sacar a Tavares de la cueva. En la direcci¨®n contraria, el p¨ªvot era la diana de los pases de Campazzo y el foco del ataque local. El M¨®naco intentaba dormir el partido, evitar que el Madrid acelerara las agujas del reloj. Apenas lo consigui¨® unos instantes. Pronto el equipo de Chus Mateo empez¨® a quemar zapatilla. Tavares pon¨ªa el candado bajo su red, reboteaba y asist¨ªa casi en la misma jugando, lanzando el bal¨®n como si fuera un beisbolista. Los madridistas corr¨ªan y Musa no paraba de encestar. El conjunto de Sasa Obradovic solo se refugiaba en acciones individuales (23-10). El mecano blanco funcionaba tan bien que Chus Mateo apenas cambi¨® de piezas (30-20).

La dinamita de Musa la hered¨® Llull en el segundo cuarto con tres triples maestros. El Madrid segu¨ªa en modo correcaminos, exhibiendo el arsenal que tiene por plantilla. Sergio Rodr¨ªguez relev¨® a Campazzo, Rudy complet¨® el tr¨ªo de veteranos y el M¨®naco, desquiciado por momentos, solo reaccion¨® en los instantes finales para seguir con un hilo de vida (53-39) en el descanso. Se divert¨ªan los blancos aunque cambiaran los peones. El M¨®naco era una caricatura.

Campazzo regres¨® al volante. El argentino es un entrenador en la pista y el mejor director de orquesta. El base par¨® y aceler¨®, anot¨® y asisti¨®. A su lado emergi¨® de nuevo Tavares en otro arranque de furia para hundir a James y machacar el aro (70-47). El Madrid controlaba las distancias sin excesivos sudores, muy superior en cada esquina. Ni siquiera la cuarta falta de Tavares alter¨® el panorama. Musa viv¨ªa una de esas noches en trance y en defensa no se regalaba ni una migaja.

El Madrid entr¨® en el ¨²ltimo cuarto con 30 de renta (80-50). La diferencia era tan abismal que pas¨® cinco minutos sin anotar ni un punto, frustrado en el triple. Pero el M¨®naco estaba rendido y cayeron los minutos hasta la 19? victoria seguida.

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