La libreta de Alex Mumbr¨²
El t¨¦cnico del Valencia Basket reflexiona sobre su carrera, el salto al banquillo y su filosof¨ªa de juego: ¡°Ser entrenador no es dar gritos¡±
Seis victorias en siete partidos, la ¨²ltima ante el Barcelona en la Fonteta, han elevado al Valencia Basket a la segunda posici¨®n en la liga ACB, solo por detr¨¢s del invicto Madrid. Y cuatro triunfos en cinco citas le sit¨²an tambi¨¦n a la estela de los blancos en la Euroliga, competici¨®n en la que este jueves (20.30, Movistar) recibe al Alba Berl¨ªn. Al frente de la nave naranja, Alex Mumbr¨² (Barcelona, 44 a?os) contin¨²a subiendo pelda?os en el banquillo despu¨¦s de una carrera como jugador que le llev¨® a la cima.
Para recitar su palmar¨¦s hay que contener la respiraci¨®n: con los clubes, dos etapas en el Joventut, dos en el Madrid y un largo periodo de nueve a?os en el Bilbao Basket antes de retirarse en 2018 y cambiar la camiseta de alero de 2,02m por el traje de entrenador. En 21 temporadas de corto en la ACB, 677 partidos, sexto en el r¨¢nking tras Felipe Reyes, Rafa Jofresa, Nacho Rodr¨ªguez, Nacho Azofra y Juan Carlos Navarro; quinto en minutos (16.930) y en triples (901), y noveno en puntos (7.435). Con la selecci¨®n, 113 citas internacionales y cinco medallas: oro en el Mundial de 2006 y en el Europeo de 2009, platas en el Eurobasket de 2007 y los Juegos de 2008 y bronce continental en 2013, su ¨²ltimo servicio con La Familia.
El caso de Mumbr¨² es curiosamente at¨ªpico. De aquella inolvidable generaci¨®n han sido varios los que han saltado a los despachos (Jorge Garbajosa, Marc Gasol, Juan Carlos Navarro, Jos¨¦ Manuel Calder¨®n...) pero pocos, o casi ninguno, quienes como ¨¦l se han vestido de t¨¦cnico. ¡°A ellos no les gustar¨ªa. El ¨²nico que ten¨ªa el picorcito por entrenar era yo. Lo ten¨ªa claro desde hace mucho antes de retirarme. Guardo todav¨ªa una libreta en la que anotaba cosas de mis entrenadores y ahora ya anoto cosas m¨ªas. Es como una biblia donde mirar cuando las cosas no van bien y acordarte de conceptos con m¨¢s frialdad¡±, cuenta Mumbr¨² a EL PA?S despu¨¦s de un entrenamiento del Valencia. All¨ª aterriz¨® en 2022 como continuaci¨®n de cuatro cursos en el Bilbao Basket que le eternizaron como uno de los hombres de negro de Miribilla, y tras graduarse como t¨¦cnico en la misma promoci¨®n que Jaka Lakovic y Pablo Prigioni.
Despu¨¦s de un curso pasado con ¡°dudas¡± y de las ocho bajas (entre ellas el icono Bojan Dubljevic) y siete altas este verano en el Valencia, Mumbr¨² comienza a afilar ese olfato que le concede haber palpado el baloncesto en las dos aceras. ¡°Mi suerte de haber sido jugador es que entiendo c¨®mo se sienten, la frustraci¨®n en un partido, el recibir una bronca... Me pongo en su piel. Les entiendo, aunque no siempre lo comparta. S¨¦ lo que piensa un jugador y controlo esos estados de ¨¢nimo¡±, reflexiona el t¨¦cnico.
En su manual de cabecera, ¡°un maestro¡± sobresale: A¨ªto Garc¨ªa Reneses. Y le acompa?an Sergio Scariolo y una larga lista de entrenadores espa?oles a los que Mumbr¨² se?ala como sus referentes: Sito Alonso, Manel Comas, Alfred Julbe, Pepu Hern¨¢ndez, Joan Plaza... ¡°He tenido cl¨ªnics anuales de ellos¡±, cuenta el preparador barcelon¨¦s. De esa ensalada de conceptos y personalidades brot¨® el Mumbr¨² entrenador, convencido de que sus mayores ¨¦xitos en la pista hab¨ªan llegado con entrenadores ¡°exigentes¡± y que ¨¦l quer¨ªa ser ¡°de la escuela dura, yugoslava¡±. Esa era la teor¨ªa que apuntaba en su libreta. Pero, ?lo ha conseguido? ¡°Ser entrenador no es dar gritos, que tambi¨¦n los hay. Un equipo funciona desde el respeto y desde hacer las cosas bien hechas. Est¨¢ claro que yo no soy un entrenador blando. Me gusta que mi equipo compita y que haga las cosas a mi manera, que seamos duros. Y la ¨²nica manera de que un equipo juegue duro es entrenar duro. Soy exigente. El castigo tambi¨¦n forma parte del entrenamiento, pero no siempre es la ¨²nica soluci¨®n. Hay castigos que funcionan y a veces no hay castigos. El equipo ha de ser la extensi¨®n del entrenador en la pista, tener su mentalidad¡±, receta Mumbr¨².
¡°El esfuerzo es innegociable¡±, explica el t¨¦cnico como resumen de su filosof¨ªa; ¡°el talento con esfuerzo es imparable. Pero el talento sin esfuerzo es mediocre. Con sacrificio se puede llegar a tener m¨¢s talento que quien lo tiene innato. Quiero que seamos un equipo dif¨ªcil, duro defensivamente y que comparta el bal¨®n. Un equipo con compromiso y sobre todo con alma. El Madrid y el Barcelona tienen un presupuesto desorbitado, pero la obligaci¨®n del Valencia es estar ah¨ª y luchar hasta el final. Es nuestro adn, hasta donde lleguemos¡±. Bajo esa premisa, el conjunto naranja es el que menos puntos recibe en la ACB (76,5) y el segundo m¨¢s s¨®lido en la Euroliga (70,8), tras el Barcelona (69,8).
Los recuerdos de m¨¢s de dos d¨¦cadas con los tirantes, atento a la pizarra de sus entrenadores, permiten a Mumbr¨² se?alar al baloncestista como un ser ¡°ego¨ªsta por naturaleza, pendiente de su contrato la pr¨®xima temporada¡±. Por eso radiograf¨ªa a su jugador preferido: ¡°El que pone al equipo por encima del individuo. Los buenos son los que aceptan ese rol. Algunos no lo entienden nunca. Cuando tienes a un jugador avaricioso, es dif¨ªcil, ese estilo no me gusta¡±.
En el sentido contrario, sus muchachos ven cada vez menos al exjugador y cada vez m¨¢s al jefe. ¡°Mi retirada va quedando lejos. Ese respeto dura poco. Me lo tengo que ganar cada d¨ªa, en cada entrenamiento. Debo demostrar que soy un l¨ªder y c¨®mo quiero que sea mi equipo. Mi carrera como jugador ya no cuenta. Este es otro reto¡±, admite Mumbr¨². Y apunta un futuro anhelo, el banquillo de la selecci¨®n espa?ola: ¡°Es mi equipo, en el que lo he ganado todo y lo he pasado incre¨ªblemente. Mi otra familia. Yo har¨¦ mi camino, y ya veremos si alg¨²n d¨ªa ese sue?o se cumple¡±.
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