El Barcelona cae ante el Villeurbanne antes de los cuartos de la Euroliga

Euroliga jornada 34

Asvel Villeurbanne

76 72

Finalizado

Bar?a

M¨®naco y Panathinaikos no fallaron sus compromisos previos para cerrar la fase regular de la Euroliga y se quedaron mirando por el retrovisor en la tabla al Barcelona, que cay¨® ante el Asvel Lyon-Villeurbanne (76-72) pero que sell¨® su clasificaci¨®n como cuarto clasificado, todos a rebufo del Real Madrid, el ejemplo del planeta naranja. Consigue el equipo azulgrana, en cualquier caso, ventaja de campo en los cuartos de final, ya conocedor de que su rival ser¨¢ el Olympiacos [que retorci¨® al Fenerbah?e en la pr¨®rroga por 84-81], serie al mejor de cinco encuentros. La parte negativa, atendiendo a los precedentes y por m¨¢s que la semana pasada le diera un correctivo en el Palau, es que se medir¨ªa al conjunto de Chus Mateo -siempre y cuando supere en su serie al ¨²ltimo clasificado en el play-in- en las semifinales de la Final Four como ocurriera en las dos ¨²ltimas temporadas, apeado en ambas antes del envite definitivo.

Con el puesto asegurado, el Bar?a se refugi¨® en Ly¨®n en las rotaciones, minutos para los jugadores menos cargados, reparto esfuerzos y de caramelos por parte del t¨¦cnico. Tambi¨¦n reivindicaci¨®n del saltar¨ªn Brizuela, que desde hace un tiempo a cada ocasi¨®n que juega se subraya con puntos y asistencias, con show, aunque para su infortunio coincide ahora con la eclosi¨®n anual de Laprovittola, veneno para el Maccabi (decidi¨® el duelo con un triple) y para el Madrid, al que le hizo 25 puntos; tambi¨¦n con un Abrines de mu?eca caliente. Fue la Mamba Vasca, en cualquier, el que impuls¨® al equipo en el primer cuarto, canasta a una mano, delicatessen a domicilio, triple y asistencia para Kalinic. Pero apenas le acompa?¨® el equipo y el talludo Fall se impuso bajo los aros a un Vesely que ha perdido fuelle con el transcurrir de la temporada, destemplado hasta que se diga lo contrario porque no hay p¨ªvot que tire mejor desde la media distancia. Eso y que la unidad B azulgrana no daba la talla, dio alas al Villeurbanne, espl¨¦ndido Lee desde el extrarradio, 24-18 tras el aperitivo.

Se enton¨® el Bar?a en el segundo cuarto bajo la direcci¨®n de un Ricky Rubio que sigue sin ser redondo pero que levanta a los aficionados del asiento con su baloncesto de bomb¨ªn -como un pase a la carrera y mirando al tendido; como una canasta cay¨¦ndose hacia atr¨¢s-, tambi¨¦n con un Jokubaitis el¨¦ctrico, incluso con un Paul¨ª que apenas cuenta para Grimau pero que es el suplente perfecto, siempre motivado y sin torcer el gesto, siempre con la suma como bandera. El mejunje hizo que el Bar?a se marchara al camerino por delante (38-42).

Pero Nando De Colo, que no hab¨ªa dicho ni p¨ªo hasta el momento, encaden¨® dos triples, al fin ruptura a un gatillazo incomprensible para un jugador que tiene muchos puntos en sus manos, al tiempo que Fall le sigui¨® el comp¨¢s. Estir¨®n del Asvel, que explicaba que tiene m¨¢s equipo que para ser el pen¨²ltimo de la Euroliga como defiende su presidente Tony Parker. Aunque quiz¨¢ no tanto como para desgajar al Bar?a, que encontr¨® a Parker en sus minutos de prime, que llev¨® el encuentro a su desenlace con las tablas (56-56), marcador raqu¨ªtico de todas formas. Pero es que era una noche donde las defensas se impon¨ªan a los ataques, adem¨¢s de que el Bar?a era una vez m¨¢s una calamidad en los tiros libres (13 de 25 en el duelo), tara repetida durante la temporada.

Apareci¨® entonces Lauvergne como palanca para mover al Villeurbaunne y como l¨¢tigo para un rival al que por momentos se le encogi¨® el brazo, entuerto resuelto con dos jugadas de dos m¨¢s uno de Paul¨ª y de Jokubaitis, tambi¨¦n con un triple de Abrines y los repetidos rebotes de Nnaji. Pero Lauvergne ten¨ªa m¨¢s, volvi¨® a hacerse gigante y exigi¨® al Bar?a que se la jugara a rojo o negro en la ¨²ltima jugada. Lanzamiento en suspensi¨®n de Jokubaitis, bola escupida por el aro tras corbata y el Asvel, que incluso aprovech¨® el par de segundos que restaban para ampliar el triunfo, se march¨® de Europa con una alegr¨ªa. No le import¨® demasiado al Bar?a de Grimau por eso de la clasificaci¨®n cerrada a cuartos, aunque evidenci¨® que sin los titulares le da para poco.

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