El Barcelona sobrevive a Guy para doblegar al Tenerife
El escolta del Lenovo, con 34 puntos, logr¨® poner el miedo en un rival que encontr¨® en Parker la mejor medicina para llevarse el primer duelo (96-86) de la serie
El Barcelona ha deshojado la margarita de los t¨ªtulos del curso sin ¨¦xito alguno, temporada que amenaza con quedarse en blanco mientras el Madrid enlaza un alir¨®n tras otro. Descarrilado de la Supercopa y ca¨ªdo en la final de la Copa -ambos envites ante el archienemigo-, desdibujado en la fase regular de la Liga Endesa porque qued¨® tercero y apeado de Europa antes de la Final Four, el equipo azulgrana se remite a los playoffs de la ACB para no naufragar con el nuevo proyecto, rebajado en cualquier caso en lo econ¨®mico y en los nombres, ya en el olvido Mirotic y desatinado el supuesto gran fichaje de Hernang¨®mez -este domingo no jug¨® hasta mediado el tercer cuarto; 8m 28s en total- porque Vesely no ha cedido terreno. El primer paso para la recomposici¨®n lo dio en el Palau ante un Tenerife que fue el Guy Baloncesto Club, pues el escolta sum¨® 34 puntos, un delicioso espect¨¢culo que para su infortunio se qued¨® sin premio, aupado el Bar?a, sobre todo, por Parker.
BARCELONA, 96 ¨C TENERIFE, 86
Barcelona: Rubio (2), Laprovittola (9), Parra (9), Parker (23) y Vesely (10) -quinteto inicial-; Da Silva (5), Brizuela (0), Satoransky (8), Hernangómez (4), Abrines (19), Jokubaitis (2) y Kalinic (5).
Lenovo Tenerife: Huertas (17), Guy (34), Cook (6), Abromaitis (4) y Guerra (13) -quinteto inicial-; Vicedo (3), Fitipaldo (0), Salin (0), Diop (0), Stevic (3), Sastre (0) y A. López (6).
Parciales: 28-16, 22-30, 22-26 y 24-14.
Árbitros: Benjamín Jiménez, Luis Miguel Castillo y Yasmina Alcoraz. Sin eliminaciones.
Palau Blaugrana. 6.033 espectadores.
Adaptado al ecosistema del Barcelona y aplicado en la t¨¢ctica -son muchas horas las que el staff ha dedicado para que absorbiera el baloncesto europeo tras una vida en la NBA¨C, Parker es el ojito derecho del Palau y del vestuario por su efervescencia continuada. ?l, con su sempiterna sonrisa y en ocasiones cara de pasmo -antifaz de su interiorizada competitividad-, asume los galones. Como en el inicio de esta serie en la que el Bar?a, abofeteado en el curso, se juega todo al rojo o negro. Agarre, salto, mu?equeo y adentro. Tres triples para abrir boca y otra canasta de dos, 11 puntos en el cuarto para explicar que el Bar?a ya no puede andarse con chiquitas. Y menos cuando Kyle Guy est¨¢ enfrente, el pistolero de Indiana, el foco del Tenerife ahora que est¨¢n en la rebotica baluartes como Shermadini, Doornekamp, y Jaime Fern¨¢ndez. Pero Guy ofrece mejor versi¨®n a mayor reto, jugador de cadera el¨¦ctrica y mu?eca de oro, un fest¨ªn de enchufar. Ocurri¨® que al Lenovo no le alcanz¨® de inicio solo con Guy, pues palideci¨® ante el abanico de recursos del Bar?a, momentos de circulaci¨®n r¨¢pida y pases limpios tras salir del pick and roll, triples a destajo (6 de 9) menos de un Ricky Rubio que anda re?ido con el aro para subsanarlo con asistencias.
Abroncaba Vidorreta a sus jugadores porque no hac¨ªan caso de la pizarra, de lo trabajado durante la semana, obviando que Marcelino pod¨ªa ser la palanca que mueve al mundo. Cuando aceptaron la consigna, el Lenovo cogi¨® el pulso al envite, dirigido por Marcelinho y catapultado por un Guy en combusti¨®n, capaz de meter triples desde las esquinas o desde su casa, desequilibrado o con un salto a una sola pierna, un show incontenible que volvi¨® a recordar que Guy es un jugador de playoffs, pues antes hab¨ªa disputado seis encuentros y en cuatro super¨® los 20 puntos y en otros dos, los 30. En el Palau, enhebr¨® 23 al entreacto, registro que le bast¨® al equipo tinerfe?o para meterse en la pelea. Desnortado el Bar?a, solo Abrines fue capaz de replicar desde la periferia, fuerzas parejas al descanso (50-46).
Guy ten¨ªa m¨¢s, claro. Su uno contra uno descompon¨ªa a los rivales y les cargaba de personales, una m¨¢quina que los azulgrana no lograban descifrar. Ni contener. Dos m¨¢s uno por aqu¨ª, triple por all¨¢, oh my god por doquier para poner al Lenovo por delante por primera vez en el choque (55-57). Visto el baloncesto abrasivo de Guy, el Bar?a se esmer¨® en las ayudas, en el dos contra uno, una capacidad de atracci¨®n que liber¨® a sus compa?eros; Vicedo y ?lex L¨®pez desde el extrarradio. De nuevo, solo Abrines protestaba desde el triple y al fin Hernang¨®mez jugaba y explicaba que es el Hulk bajo el aro, brazos arriba para pedir el aliento del Palau a falta del cari?o del t¨¦cnico. Y Parker, sobre la bocina, en un tiro imposible desde la esquina, se invent¨® un canast¨®n para poner las tablas (72-72) a falta del ¨²ltimo cap¨ªtulo.
En el cuarto caliente apareci¨® al fin la frialdad de Laprovittola, robo, asistencia y canastas, bolas al bueno. Pero no encontraba coro ni eco, desafinados los azulgrana, a la gresca con el aro. Hasta que un mate y luego un tiro en suspensi¨®n de Parker, tambi¨¦n un baile de Parra en la botella, desatascaron al Bar?a. Guy, ya con la lengua fuera -jug¨® todo menos x minutos-, perdi¨® eficiencia y el Lenovo se qued¨® en la mitad. O menos. Jauja en el Palau, pues Vesely, Satoransky y, de nuevo Parker (23 puntos en el envite), cerraron el duelo y el triunfo a pesar de Guy. Uno a cero en la serie, que se reemprender¨¢ el mi¨¦rcoles en Tenerife.
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