El Madrid tambi¨¦n es el campe¨®n de la resistencia: a la final de la Euroliga

Euroliga - semifinal - jornada 1

Real Madrid

87 76

Finalizado

Olympiacos

Con brillo durante muchos minutos, con sufrimiento en otros. Igual da la f¨®rmula. El resultado es el mismo. El Madrid gana y ya est¨¢ en otra final de la Euroliga, la tercera seguida, esta vez despu¨¦s de doblegar a un Olympiacos que intent¨® reaccionar en la segunda parte despu¨¦s de encajar una tunda en la primera. El conjunto blanco defender¨¢ este domingo (20.00, Movistar) ante el Panathinaikos la corona que conquist¨® el a?o pasado en Kaunas y perseguir¨¢ su 12? Copa de Europa, la cuarta en 10 ediciones tras los ¨¦xitos de 2015, 2018 y 2023. De paso, atar dos laureles consecutivos, un hito in¨¦dito en el baloncesto madridista desde 1968. Otra vez a las puertas de la historia.

Hezonja abri¨® el mel¨®n con dos triples para dar el primer bocado al encuentro. El alero croata es uno de los siete jugadores del Madrid que acaba contrato este verano y con el bal¨®n en las manos oposita a ganarse una jugosa renovaci¨®n en el final de temporada. Otro acierto exterior de Musa dio a los blancos una peque?a renta (11-6). Chus Mateo apost¨® de inicio por Ndiaye junto a Tavares en el bloque interior, la misma pieza que ya emple¨® en la Final Four de Kaunas del a?o pasado, aunque entonces m¨¢s por necesidad debido a las bajas. El Olympiacos intentaba sacar a Tavares de la cueva. El Madrid quer¨ªa correr y segu¨ªa percutiendo por fuera con el infalible Hezonja. Bartzokas tuvo que retirar a Papanikolaou, el encargado de esposarle. Claro que Musa tomaba el relevo si su colega estaba m¨¢s vigilado. En ese choque de estilos entre el baloncesto control y de pocas posesiones que pretend¨ªan los griegos y el juego alegre y veloz de los madridistas, la construcci¨®n se impon¨ªa a la destrucci¨®n. Todo es m¨¢s sencillo adem¨¢s cuando Campazzo est¨¢ a los mandos y en la pintura emerge un coloso como Tavares, otro de los que espera aclarar su futuro. Sin una estrella inspirada a la que agarrarse, inferior en el rebote, los griegos cedieron mucho terreno en el primer cuarto (28-10) ante un campe¨®n muy serio.

Por aqu¨ª no se pasa, le dej¨® claro Tavares con un tap¨®n a Petrusev. Poco despu¨¦s Chus Mateo le regal¨® unos minutos de descanso y su lugar lo ocup¨® Poirier, un jugador que esta temporada ha crecido hasta ganarse un nombre propio. La segunda unidad sigui¨® con el tajo de los titulares. Junto al p¨ªvot franc¨¦s se alistaron Sergio Rodr¨ªguez (ambos volvieron a divertirse con los alley oops), Causeur, Rudy y Yabusele, un quinteto nuevo, el lujo de poder competir en una fase final de la Euroliga con una plantilla formidable. El Olympiacos intentaba reaccionar con cierta timidez, pero la defensa del Madrid era granito puro. No hab¨ªa rendijas por las que colarse y los blancos llegaron a doblar en el marcador a su rival (42-21). No paraba de cantar la hinchada del Pireo, pero en la pista los rojiblancos apenas levantaban la voz. Tambi¨¦n Llull, el h¨¦roe de Kaunas, tuvo minutos para coincidir en la cancha con el Chacho y al Rudy, los tres viejitos reunidos de nuevo en busca de otra copa. El dato de los rebotes fue demoledor: 19-6 para los blancos en la primera parte y solo uno atrapado por los chicos de Bartzokas en todo el segundo cuarto. Los griegos, maquillados por el acierto de McKissic, agradecieron cuando son¨® la bocina del descanso: 56-37.

El Olympiacos volvi¨® al parqu¨¦ antes que el Madrid. Ten¨ªan prisa por ponerse manos a la obra y al equipo de Chus Mateo le cost¨® arrancar en la reanudaci¨®n despu¨¦s de un primer tiempo tan brillante. Los blancos, algo m¨¢s blandos atr¨¢s, encajaron un 0-6 y tardaron m¨¢s de cuatro minutos en probar una canasta, obra de Hezonja. Un triple de Williams-Goss hizo creer a la marea roja en la reacci¨®n (60-48). A Tavares se le acumulaba el trabajo en casa porque el rival pinchaba m¨¢s por dentro. Musa sosten¨ªa el armaz¨®n con su mu?eca pero Peters respond¨ªa desde lejos lleno de fe, soberbio para apuntarse 14 puntos en el tercer cuarto. La diferencia, que hab¨ªa sido de 25 puntos, se redujo de golpe a la decena (66-56). El rebote hab¨ªa cambiado de camiseta (5-13 en ese periodo). Era otro partido.

Peters a lo suyo, otro triple para abrir el ¨²ltimo tramo. Le sucedieron las r¨¦plicas exteriores de Yabusele y de Williams-Goss en uno y otro bando. Chus Mateo celebr¨® una recuperaci¨®n de Hezonja como una gran conquista, pero el Olympiacos no paraba de martillear desde el per¨ªmetro y as¨ª rebaj¨® la barrera de los 10 puntos (76-67). Llull fue pillo para sacar tres tiros libres de un lanzamiento muy forzado. Son lecciones de tantos a?os en la ¨¦lite. Aunque luego fall¨® dos de los tres y eso volvi¨® a dar alas a un conjunto incansable, que nunca baja los brazos.

Era el momento de controlar el partido y Chus Mateo junt¨® en la pista a sus dos cerebros, Campazzo y Sergio Rodr¨ªguez, para anestesiar al enemigo y nutrir de balones a Tavares (83-72). Un poco del Chacho es mucho. Su asistencia por la espalda a Musa para cerrar el duelo era de alta escuela. Fue dign¨ªsimo el levantamiento del Olympiacos cuando estaba tendido en el suelo, como tambi¨¦n lo fue la resistencia del Madrid para superar el bache y alcanzar una nueva final de la Euroliga. El campe¨®n tiene mil caras.

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