Sin Groves en pie, Van Aert no tiene rival al ¡®sprint¡¯ en la Vuelta a Espa?a
El ciclista del Visma, ayudado por la generosidad de Kuss, se impone con holgura en el ¨²ltimo arre¨®n para sumar su segundo triunfo de etapa
Su esfuerzo fue descomunal, tit¨¢nico, toda vez que aguant¨® las embestidas de los escaladores en el puerto del d¨ªa. Lo consegu¨ª, se debi¨® decir, dichoso porque eso de subir nunca se le dio bien, orgulloso porque pocos pudieron mantenerse en pie. Pero Kevin Groves (Alpecin) cometi¨® un error de lo m¨¢s infantil porque se gir¨® un segundo para ver cu¨¢nto trecho hab¨ªa con los de atr¨¢s. Y fue en ese instante cuando se le torci¨® la etapa, pues hizo el afilador -su rueda delantera roz¨® con la trasera de Nairo Quintana- y se dio de bruces con el suelo. Etapa al traste. Y v¨ªa libre a Van Aert (Visma), que se qued¨® sin rival para el sprint final, por m¨¢s que Marc Soler trat¨® de escaparse en un peque?o repecho, por m¨¢s que Vlasov intent¨® la machada en ¨²ltima instancia. Pero las cartas, en esta ocasi¨®n gracias a la inmensa labor de persecuci¨®n de Sepp Kuss, estaban repartidas. Sin Groves en la parrilla, Van Aert no tiene eco ni rival en velocidad. Segunda etapa para ¨¦l.
La salida fue en Archidona, de nuevo un ba?o de masas, gente por doquier con bicicletas y maillots, familias al completo con cestas de p¨ªcnic, ambiente festivo. Es la se?al de que el ciclismo tiene im¨¢n, de que es un espect¨¢culo con tir¨®n. As¨ª, por las calles empedradas del pueblo malague?o, de acento contagioso y de callejones estrechos al punto de que en alguno casi se pod¨ªan dar la mano los vecinos entre los balcones, tambi¨¦n con un paso por la coqueta plaza del Ayuntamiento, los ciclistas salieron en una etapa de contrastes, pues el monstruo de Ben O¡¯Connor refulgi¨® como nunca para destartalar las predicciones en la Vuelta, ya que los que se presupon¨ªan favoritos miran desde abajo al australiano, ahora con cinco minutos de ventaja y con el maillot rojo impoluto.
Suyo fue el triunfo de la resistencia en una etapa de cuatro puertos y calor abrasivo. Condici¨®n inflexible en Andaluc¨ªa, pues este viernes sigui¨® azotando con fiereza el sol a los corredores, que no dan con el ritmo imaginado por la organizaci¨®n, que no hay etapa que la cumplan en los plazos previstos. Jornaleros bajo el astro rey -hasta 43 grados marcaba el term¨®metro en C¨®rdoba-, sin embargo, no se les puede achacar un pero, pues las piernas dan hasta donde dan. Como a Xabier Isasa, del Euskaltel, equipo cheerleader de la Vuelta, que sac¨® los pompones de buenas a primeras, sprint al ponerse en verde el sem¨¢foro, fuga al canto. Sucedi¨® que el Kern Pharma -el otro animador de la carrera-, decidi¨® reservar fuerzas por una vez tras etapas de desgaste, por lo que Isasa se qued¨® solo ante el peligro. Si bien lleg¨® a tener m¨¢s de ocho minutos de ventaja, se sab¨ªa que el pelot¨®n no dar¨ªa opci¨®n a la escapada, menos todav¨ªa si solo era de un efectivo. Pero el estajanovista ciclista del Euskaltel cumpli¨® con el cometido, gui?o a sus patrocinadores y palmadita de los organizadores de la Vuelta, que por algo los invitaron al certamen. A 38 kil¨®metros de meta, le envolvi¨® la serpiente de colores. Quedaba el puerto del d¨ªa, la etapa de verdad.
Dolido en el orgullo, necesitado tambi¨¦n de la resurrecci¨®n de su l¨ªder Roglic, Bora fue el primero en enfilar el pelot¨®n, corre, corre, que te pillo, no sea que O¡¯Connor tuviera un mal d¨ªa. Se sum¨® despu¨¦s Visma a la tarea del desgaste, preocupado en desgajar a la masa, en descontar a posibles sprinters para que Van Aert no tuviera sombra en la llegada. Condici¨®n que favoreci¨® el propio Roglic, que decidi¨® ponerse al frente, que vino a decir que quien quisiera el triunfo aguantara sus piernas. Todav¨ªa m¨¢s, pues hasta en dos ocasiones prob¨® el demarraje, la segunda para coger los puntos de bonificaci¨®n en lo alto del puerto. Todo vale en su misi¨®n de recortar con O¡¯Connor. Acabado el puerto y comenzado el drama particular de Groves -tambi¨¦n de Lazkano, que se peg¨® un fuerte costalazo-, lleg¨® el turno de la velocidad. Soler trat¨® de evitarlo con una escapada. ¡°Hab¨ªa poca gente para trabajar en un grupo reducido, ten¨ªa que intentarlo¡±, reflexion¨® el ciclista de UAE. Pero Sepp Kuss, tan l¨ªder como gregario, decidi¨® negarle la mayor. Enorme trabajo de zapa el suyo. Despu¨¦s lo prob¨® Vlasov (Bora), pero ya no hab¨ªa margen. Van Aert ya hab¨ªa sacado el colmillo. Ese que ense?¨® en los ¨²ltimos metros, ese que le vali¨® para el triunfo. Por detr¨¢s, Vacek (Lidl-Trek) y un meritorio Pau Miquel (Kern Pharma). Aunque no fueron rival para Van Aert, que se fundi¨® en un abrazo sentido con Kuss a modo de agradecimiento, tambi¨¦n con la promesa de que como recompensa le ayudar¨ªa llegar al podio de Madrid. Pero todo eso poco le import¨® a Groves.
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