El largo viaje de redenci¨®n de James Pearson: de las drogas y la depresi¨®n a la cima de la escalada
El ingl¨¦s alcanza el m¨¢ximo grado de dificultad jam¨¢s logrado en un tipo de ejercicio donde el compromiso y la exposici¨®n resultan intolerables para la inmensa mayor¨ªa
El verano ha estado marcado por la inclasificable cabalgada alpina de Kilian Jornet, un torbellino de velocidad que ha eclipsado al menos una gran realizaci¨®n perpetrada en la cara norte del Ben Nevis (Escocia). Si el mundo de la escalada y el alpinismo han entendido al fin que la alimentaci¨®n, la psicolog¨ªa o el entrenamiento planificado y cient¨ªfico son un peaje obligatorio para avanzar a toda pastilla, la paciencia sigue sie...
El verano ha estado marcado por la inclasificable cabalgada alpina de Kilian Jornet, un torbellino de velocidad que ha eclipsado al menos una gran realizaci¨®n perpetrada en la cara norte del Ben Nevis (Escocia). Si el mundo de la escalada y el alpinismo han entendido al fin que la alimentaci¨®n, la psicolog¨ªa o el entrenamiento planificado y cient¨ªfico son un peaje obligatorio para avanzar a toda pastilla, la paciencia sigue siendo, en cambio, una de las grandes virtudes a manejar en las ascensiones m¨¢s t¨¦cnicas y expuestas. Existen muchas formas de entender la escalada en roca, pero ninguna conserva una ¨¦tica tan s¨®lida como la que impera en el Reino Unido, un lugar donde, curiosamente, apenas existen paredes decentes.
All¨ª, los escaladores locales se refugian en acantilados, riscos en los bosques y progresan sobre gritstone, una mezcla de caliza y arenisca sobre la que escalan autoprotegi¨¦ndose, incluso aunque llueva. Y llueve a menudo. En el resto de Europa, la escalada es tan popular porque es segura: las paredes de un largo habilitadas para la escalada deportiva est¨¢n protegidas con anclajes mec¨¢nicos o qu¨ªmicos que aguantan m¨¢s de 2.000 kilos de peso. Uno puede caerse las veces que quiera sin temor a lastimarse. En el Reino Unido colocar un seguro fijo es una herej¨ªa que prostituye la esencia de la escalada: moverse en la vertical es un juego tanto f¨ªsico como mental en el que manda el compromiso asumido.
Uno de los reyes de este tipo de escalada, tambi¨¦n llamado Trad (de tradicional), es James Pearson. El pasado 1 de agosto firm¨® la segunda repetici¨®n de la v¨ªa Echo Wall, en la cara norte del Ben Nevis, estrenada en 2008 por el icono de la escalada Dave MacLeod. La ruta observa 70 metros verticales y recorre una arista. La gracia consiste en que no solo sus movimientos son terriblemente dif¨ªciles, sino que autoprotegerse es igualmente complicado. Adem¨¢s, la secuencia m¨¢s dura se encuentra en lo m¨¢s alto de la v¨ªa, y una ca¨ªda podr¨ªa acabar con el escalador en el suelo a poco que saltase alguno de los seguros por ¨¦l colocados.
Pearson se hizo famoso ese mismo 2008: contaba con 22 a?os de edad y un ego desmedido alimentado por una serie de precoces ascensiones, as¨ª que proclam¨® al mundo que acababa de escalar la v¨ªa de Trad m¨¢s dif¨ªcil y comprometida. La ruta se llamaba The Walk of Life y Pearson le concedi¨® el m¨¢ximo grado de compromiso y dificultad: E12. En aquel momento solo exist¨ªa un E11 en el planeta, escalado c¨®mo no por Dave MacLeod¡ y Pearson no lo hab¨ªa siquiera intentado. Pronto llegaron las preguntas: ?c¨®mo se atrev¨ªa a proponer esa graduaci¨®n?
En el mundo de la escalada, la mentira o las omisiones deliberadas son como el dopaje en el resto de deportes. En el Reino Unido, inflar una dificultad es casi tan grave como matar a un familiar: la ¨¦tica es la ¨¦tica. Pronto se empez¨® a mirar con lupa el cuaderno de ¨¦xitos de Pearson, y se lleg¨® a la conclusi¨®n de que era un escalador fuerte, valiente, pero con escasa humildad y sin el bagaje suficiente. Luego, lleg¨® la puntilla: Dave MacLeod escal¨® The Walk of Life y la rebaj¨® severamente: a su entender no pasaba del E9. Aunque en aquella ¨¦poca no exist¨ªan las redes sociales, el descr¨¦dito de Pearson fue may¨²sculo, tanto que abandon¨® las islas y se mud¨® a Innsbruck (Austria) tratando de esconder su verg¨¹enza mientras luchaba para progresar como escalador.
Innsbruck es el parque Disney de los roc¨®dromos, pero Pearson no tuvo paciencia para ajustarse a un r¨¦gimen severo de entrenamientos, as¨ª que su rendimiento cay¨® en picado y pronto se vio atrapado en un c¨ªrculo vicioso de alcohol, drogas y fiestas. Dos cosas le salvaron: conoci¨® a su actual mujer, la tambi¨¦n escaladora francesa Caroline Ciavaldini, y su patrocinador, The North Face, le concedi¨® una ¨²ltima oportunidad: un a?o para rehabilitarse. Durante a?os, Pearson aprendi¨® a reconstruirse pero sigui¨® a la sombra de la sospecha. La comunidad no olvidaba. Pese a todo, mejor¨® mucho su fuerza, su habilidad como escalador deportivo y nunca se alej¨® de la ¨¦tica del Trad.
A diferencia de la escalada deportiva, en la que solo se requiere moverse con precisi¨®n aplicando la fuerza del cuerpo, el Trad exige una fortaleza psicol¨®gica que la gran mayor¨ªa de los escaladores no poseen. Se trata de ser valiente. De confiar en la calidad de los seguros flotantes que uno mismo coloca a sabiendas de que pueden fallar. De entender que una ca¨ªda puede tener consecuencias graves o fatales. De prepararse para que el miedo no produzca un cortocircuito en el cerebro. Por lo general, la mayor¨ªa de los escaladores de Trad ensayan la ruta escalando en polea, es decir, con la cuerda ya pasada por el final de la v¨ªa. Una vez que han entendido los movimientos, c¨®mo protegerse y vi¨¦ndose capaces de completar el reto sin caerse, se lanzan desde el pie de v¨ªa colocando un seguro tras otro cuando la roca lo permite. La exposici¨®n es brutal.
Pearson es un maestro de este juego diab¨®lico. En febrero de 2023, escal¨® por vez primera una v¨ªa de Trad en Annot (Francia) descubierta e ideada por ¨¦l. Esta vez, no quiso pronunciarse sobre su dificultad, se tom¨® 10 meses de reflexi¨®n y en diciembre anunci¨® que a su juicio la ruta ten¨ªa una dificultad de E12 (9a), la m¨¢xima jam¨¢s otorgada a una v¨ªa de autoprotecci¨®n. En escalada deportiva, el 9a es una dificultad enorme si se tiene en cuenta que la m¨¢xima graduaci¨®n alcanzada es 9c.
Pearson casi implor¨® que los escaladores m¨¢s fuertes probasen su obra y confirmasen o no sus expectativas: 15 a?os despu¨¦s de proponer su primer E12 para ser apaleado y caer en la depresi¨®n, el ingl¨¦s demostraba una valent¨ªa renovada, basada esta vez en la madurez. Buscaba su redenci¨®n. Con todo, parec¨ªa de nuevo desnudo ante la opini¨®n del resto. Adam Ondra, el mejor escalador del siglo, viaj¨® a Annot. Y alucin¨®. La v¨ªa no solo era extraordinariamente est¨¦tica, sino dif¨ªcil y expuesta. Merec¨ªa ser E12.
Y entonces, Pearson decidi¨® saldar viejas deudas. Viaj¨® a Escocia, se instal¨® bajo el Ben Nevis, prob¨® colgado de la cuerda y sin compa?¨ªa alguna Echo Wall, la obra magna de Dave MacLeod y, tras varias probaturas, lluvia y la t¨ªpica niebla densa del Ben Nevis, su mujer vino a asegurarle. All¨ª donde MacLeod hab¨ªa invertido dos a?os de trabajo, Pearson necesit¨® solo 10 d¨ªas para alcanzar el ¨¦xito. Su comentario estuvo a la altura de su haza?a: ¡°16 a?os despu¨¦s, soy una persona muy diferente. Soy un marido y un padre que ha escalado cientos de rutas de Trad en todo el planeta, si bien sigo siendo el mismo chaval que habla de un pedazo de roca y que solo pide vuestra aprobaci¨®n¡±.