Alberto Gin¨¦s, campe¨®n ol¨ªmpico en Tokio, ya no quiere ni ver el bloque

Parecen un grupo de amigos al pie de una monta?a, charlando relajados una ma?ana de escalada durante el verano. Son j¨®venes y fuertes, y entre ellos comparten opiniones sobre qu¨¦ estrategia seguir para ascender la pared, si un pie aqu¨ª, la mano all¨¢, aquel apoyo primero, ojo a ese paso... Pero son los ocho mejores escaladores en la modalidad de bloque y dificultad en los Juegos de Par¨ªs, est¨¢n a punto de jugarse la gloria ol¨ªmpica, y s¨ª, contrariamente a otros deportes, hablan sin cortarse sobre qu¨¦ les parece el muro que se eleva ante ellos, sus trampas, sus secretos. En verdad no importa tanto la teor¨ªa, igual da lo que se digan o no en tierra firme, sino qu¨¦ decidir¨¢ la ejecuci¨®n en el aire. Una cosa es verlo desde abajo y otra muy diferente es estar colgado de una u?a y a punto de caer. Ah¨ª arriba mandan los mejores. No est¨¢ en el podio el espa?ol Alberto Gin¨¦s.

¡°?Con suerte es mi ¨²ltima vuelta en bloque!¡±, resopla el escalador cacere?o, 21 a?os, despu¨¦s de terminar s¨¦ptimo entre ocho finalistas en la clasificaci¨®n general, 116,2 puntos, muy lejos del brit¨¢nico Toby Roberts (oro, 155,2), el japon¨¦s Sorato Anraku (plata, 145,4) y el austriaco Jakob Schubert (bronce, 139,6). Ha sido una final de dos caras para Gin¨¦s, el ¨²ltimo en el ejercicio de bloque (24,1 puntos) y el tercero mejor en dificultad (92,1) para combinar ese pen¨²ltimo puesto. Otra vez, como en la sesi¨®n clasificatoria del lunes, se le atraganta el bloque, el reto de enfrentarse a cuatro tramos de presas puntuadas con 5, 10 y 25 puntos (zona baja, alta y top) seg¨²n su dificultad en una pared de 4,5 metros y con cinco minutos en el cron¨®metro. Y de nuevo brilla en la cuerda o dificultad, un muro de 15 metros que punt¨²a hasta 100 seg¨²n lo alto que se llegue en seis minutos y que presenta un desplome de inclinaci¨®n de hasta 42?.

Gin¨¦s es un mortal en el bloque, su condena, y un dios en la cuerda, su esperanza, porque el plan es que esta modalidad camine en solitario en los Juegos de Los ?ngeles 2028, y desaparezca de su mente el bloque que tanta pereza le da, igual que desapareci¨® la prueba de velocidad despu¨¦s de Tokio. All¨ª se colg¨® Gin¨¦s el oro, el primero de la escalada ol¨ªmpica, pero hoy la competencia se ha disparado y no hay medalla flojeando en la mitad de los deberes.

¡°Estar en la final era el objetivo. Me voy un poco frustrado por otra vez no hacer una buena vuelta de bloque. Al menos en la cuerda he sido primero el mi¨¦rcoles y tercero hoy. Eso me da esperanza para el futuro¡±, resume Gin¨¦s, un gesto de cansancio y una cojera al terminar la competici¨®n. Hace cinco meses sufri¨® una lesi¨®n en el dedo gordo del pie izquierdo, y cinco meses la ha arrastrado en los entrenamientos y los torneos, infiltrado hoy otra vez antes de encarar las paredes, dolorido cuando se esfuma el efecto de la anestesia.

El primer movimiento ya anticipa que la medalla es casi un imposible. Gin¨¦s no supera el primer acertijo, el primer paso del primer bloque, el m¨¢s dif¨ªcil de la pared, y registra un cero (¨²nico que lo sufre) que ya le hunde. Sus puntuaciones en los tres siguientes tramos de bloque tampoco son una alegr¨ªa (4,7, 9,8 y 9,6), mientras varios de sus competidores celebran uno o m¨¢s tops. El terreno perdido es tanto que antes de empezar su especialidad, la cuerda, ya no tiene ninguna opci¨®n de podio. ¡°Si hubiera hecho ese primer movimiento, el primer bloque, hubiese podido luchar mucho m¨¢s. La dificultad no ha ayudado mucho porque era un poco f¨¢cil hasta el 60, era f¨¢cil sumar muchos puntos y no se pod¨ªa marcar tanto la diferencia como en la clasificatoria¡±, razona.

Entre lesiones y dudas, y charlas con su entrenador, David Maci¨¤, para centrarse, el ciclo ol¨ªmpico del cacere?o no ha sido el m¨¢s sencillo. Sin competir con regularidad, at¨® su clasificaci¨®n en el preol¨ªmpico de Budapest en junio, y aterriz¨® en Par¨ªs con demasiada desventaja en el bloque. ¡°Espero ya no volver a hacerlo, como tampoco he hecho m¨¢s velocidad desde Tokio, y centrarme en la cuerda¡±, firma Gin¨¦s; ¡°Los ?ngeles me motiva much¨ªsimo¡±.

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