Marco Rossi: ¡°Bielsa cambi¨® mi visi¨®n del f¨²tbol¡±

La pasi¨®n por el bal¨®n se la transmiti¨® su abuelo Luigi -Gino para la familia-, tambi¨¦n la devoci¨®n por el f¨²tbol h¨²ngaro. ¡°Cuando era ni?o, me hablaba del Honv¨¦d y del Equipo de Oro que formaron los magiares en los a?os 50 con Puskas a la cabeza¡±, cuenta Marco Rossi (Druento, Italia; 56 a?os), ahora seleccionador de Hungr¨ªa; ¡°adoraba su estilo de juego y estoy seguro de que ahora ser¨ªa feliz al verme en este banquillo¡±. Para llegar, sin embargo, debi¨® conquistar la liga -precisamente con el Honv¨¦d en 2017 y despu¨¦s un subcampeonato con el DAC- tras dar tumbos por la Tercera y Cuarta italiana. Antes fue jugador (Brescia, Sampdoria, Am¨¦rica de M¨¦xico y Eintracht, entre otros equipos), pero nunca se midi¨® a un reto similar como el de la Eurocopa, encuadrado con Portugal, Francia y Alemania.

Pregunta. ?C¨®mo era como jugador?

Respuesta. Mediocre, normal. Jugaba de lateral izquierdo y si llegu¨¦ a la Serie A fue gracias a mi temperamento y a mi deseo de trabajar y luchar. No fue por mi calidad. Hice lo m¨¢ximo que pude.

P. Tambi¨¦n jug¨® en el Am¨¦rica mexicano, en 1995, con Bielsa como entrenador. ?Le marc¨®?

R. Desde luego, me cambi¨® la visi¨®n sobre el f¨²tbol. Siempre quise ser entrenador, pero desde que le conoc¨ª, me lo tom¨¦ en serio. Antes tuve a Lucescu y Sven-G?ran Eriksson, que ten¨ªan en cuenta los m¨ªnimos detalles. Pero Bielsa era un paso m¨¢s. No hab¨ªa visto nada igual porque era un adelantado a su tiempo. Trabaja distinto, pon¨ªa atenci¨®n milim¨¦trica a la t¨¢ctica, divid¨ªa el campo con cuerdas¡­ Incre¨ªble. Y eso que empezamos con mal pie los dos.

P. ?Y eso?

R. Llevaba un par de meses y no hab¨ªa jugado. Me pregunt¨® la prensa qu¨¦ pensaba y dije que eso era un problema del entrenador. Y se public¨® que si no me pon¨ªa, Bielsa tendr¨ªa problemas conmigo. Fue un malentendido. Luego lo hablamos y como ¨¦l era directo, leal y dec¨ªa lo que pensaba, se arregl¨®.

P. ?Y c¨®mo es usted como t¨¦cnico?

R. Abierto, democr¨¢tico, directo y leal. A todos les respeto y exijo que tambi¨¦n me respeten a m¨ª. Y sobre la propuesta, me gustar¨ªa jugar un f¨²tbol dominante, con la posesi¨®n por bandera, con la pelota en los pies y buscando los espacios, moviendo el bal¨®n r¨¢pido hasta ¨²ltimo tercio de cancha. Un f¨²tbol lindo. ?Y a qui¨¦n no le gustar¨ªa jugar as¨ª? Pero luego hay que ver lo que tienes para entrenar.

R. ?Y c¨®mo lleg¨® al Honv¨¦d desde la Tercera italiana?

P. Fue todo muy raro y afortunado. Vine a visitar a un amigo que ten¨ªa un restaurante y que nos conoc¨ªamos de cuando jugu¨¦ en el Eintracht. Llevaba un a?o sin entrenar, pero me convenci¨® junto a mi mujer para que llamara al director deportivo del Honv¨¦d, que era italiano. Y se dio la maravillosa casualidad. M¨¢s que nada porque desde que llegu¨¦, mi carrera como entrenador tom¨® otra direcci¨®n. Pero siempre he intentado hacer lo m¨¢ximo porque el trabajo hace decrecer el porcentaje de suerte.

P. Despu¨¦s, tras entrenar al DAC, acept¨® llevar a la selecci¨®n. ?El objetivo era llegar a la Eurocopa?

R. Primero me evaluaron en la Liga de las Naciones, donde llegamos al playoff de nuestro grupo, y despu¨¦s s¨ª que me pidieron llegar al europeo.

P. ?Y c¨®mo vivi¨® el partido del playoff a la Eurocopa ante Islandia desde casa [estaba con la covid]?

R. Fue muy raro verlo desde el sof¨¢. Nunca lo hab¨ªa probado y ojal¨¢ que no me vuelva a pasar algo as¨ª. Pero sali¨® bien y recuerdo el momento de explosi¨®n de felicidad, luego las videollamadas¡­ Pero bueno, parece que ahora la pandemia est¨¢ m¨¢s controlada y en Budapest, por ejemplo, no hay restricciones de aforo en los partidos. Es una suerte porque el f¨²tbol sin la gente pierde mucho.

P. ?Cu¨¢ntas veces les han comparado con los Magiares M¨¢gicos?

R. Pocas. Ese era un equipo de genios. Nosotros sabemos d¨®nde estamos y queremos subir en el ranking, adem¨¢s de competir mediante el deseo, la organizaci¨®n, las ganas¡­

P. Pero les ser¨¢ complicado en un grupo en el que se miden a Portugal, Francia y Alemania, ?verdad?

R. Si pasamos, ser¨¢ un peque?o milagro. Pero ya se sabe que estas cosas pueden pasar. Aunque deberemos ser perfectos y que ellos tengan un mal d¨ªa. Tenemos que luchar todas las pelotas y queremos hacer algo que valga la pena para ser recordados. Para eso trabajamos y so?amos.

P. ?Eso les dice a sus jugadores?

R. A ellos les digo que se miren en su interior y vean cu¨¢l es la raz¨®n por la que est¨¢n aqu¨ª. Y que antes de empezar el partido, que miren a su alrededor y los colores que llevan. Y nada m¨¢s. Bueno, s¨ª, que sean hombres desde el principio hasta el final.

P. ?No poder contar con el lesionado Szoboszlai es lo peor que le pod¨ªa pasar?

R. Es el mayor talento, s¨ª. Pero tampoco podemos contar con Kalm¨¢r, tambi¨¦n lesionado y clave en el centro del campo. Es triste y una l¨¢stima para ellos.

P. ?Qui¨¦n debe tirar del carro?

R. Orban y Gulacsi son l¨ªderes en el c¨¦sped, pero el verdadero l¨ªder es Szalai. Siempre intenta ayudar a todos y a veces recibe cr¨ªticas por sus errores, pero no ven lo que hace por el equipo. A ¨¦l no le importa lo que le digan; le importa el equipo.

P. ?Qu¨¦ necesita para marcharse satisfecho de la Eurocopa?

R. Llegar a la siguiente ronda. Pero me doy cuenta de que es un poco irreal. As¨ª que lo que quiero es ver a mi equipo jugar sin miedo ante estos rivales y luchar hasta el final.

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