El cuento de hadas de Dumfries

Denzel Dumfries (Rotterdam, 25 a?os) escribi¨® en un cuaderno c¨®mo quer¨ªa que transcurriera su carrera cuando todav¨ªa era joven, hijo de padre de Aruba y de madre de Surinam, y so?aba con debutar con Pa¨ªses Bajos. ¡°Todav¨ªa recuerdo c¨®mo se rieron de m¨ª cuando se supo que quer¨ªa ser internacional oranje¡±, recuerda el futbolista en unas declaraciones a Mikos Gouka en el Algemeen Dagblad. Y es que por entonces el hoy lateral internacional del equipo de Frank de Boer hab¨ªa debutado con 17 a?os en la selecci¨®n de la isla caribe?a de Aruba y jugaba en el Barendrecht.

¡°Ya por entonces ten¨ªa algo especial¡±, ha recordado Lesley Esaja, uno de los t¨¦cnicos del Barendrecht. ¡°No destacaba especialmente por su talento y en cambio nadie ten¨ªa su determinaci¨®n¡±, a?adi¨®. ¡°Denzel siempre ha estado convencido de que cumplir¨ªa su objetivo de ser profesional despu¨¦s de consolidarse en la Eredivisie. He visto pocos futbolistas con el impulso de Denzel¡±. A Dumfries le cost¨® que el Spartak de Rotterdam le fichara despu¨¦s de ser descartado por el Feyenoord. El siguiente paso fue el Heerenveen y finalmente el PSV.

El club de Eindhoven pag¨® 5,5 millones de euros en 2018 por un fichaje que ahora podr¨ªa rentabilizar si se atiende a que el jugador, ya capit¨¢n del equipo, ha pasado a formar parte del ¨¢lbum de cromos del agente Mino Raiola que incluye tambi¨¦n a sus compa?eros De Ligt, De Vrij, Gavenberch, Malen y Wijndal. El precio de mercado es de unos 16 millones y el destino para el futbolista que se estren¨® en la Liga de su pa¨ªs en 2016 podr¨ªa ser la Premier o la Bundesliga. ¡°No me hablen de futuro¡±, responde. ¡°Estoy viviendo un cuento de hadas en la Eurocopa¡±.

Ning¨²n jugador resume mejor la trayectoria de Pa¨ªses Bajos en el torneo que Dumfries. Ha participado en los cinco goles de su equipo: marc¨® el decisivo contra Ucrania (3-2) y colabor¨® en los anteriores con dos centros de la misma manera que provoc¨® el penalti del 1-0 y anot¨® el 2-0 ante Austria. El protagonismo del lateral derecho expresa al fin y al cabo el convencionalismo futbol¨ªstico que vive hoy la selecci¨®n oranje despu¨¦s de una ¨¦poca de permanente innovaci¨®n desde el Mundial de 1974. La vieja Holanda tambi¨¦n se despliega a partir del 5-3-2 o 3-5-2.

El plan concede una importancia decisiva a los carrileros, una de las demarcaciones m¨¢s sobresalientes de la competici¨®n, consecuente con aquel dicho que dice: ¡°Dime qu¨¦ laterales tienes y te dir¨¦ c¨®mo juegas¡±. Aunque Pa¨ªses Bajos est¨¢ orientada hacia la izquierda, por donde ataca Memphis Depay, acostumbra a acabar las jugadas por la derecha con las llegadas de Dumfries, poderoso, incluso explosivo con sus 1,89 metros, selectivo en sus apariciones, dispuesto a ser decisivo tambi¨¦n en el intrascendente partido contra Macedonia del Norte.

¡°Necesitamos rodaje¡±, argumenta Frank De Boer, consciente del proceso de indefinici¨®n que vive su equipo y de la importancia de Dumfries. ¡°Las cosas pueden y deber¨ªan ir mejor¡±, razona. ¡°Ante Ucrania dominamos el juego, pero nos falt¨® calidad y contra Austria pas¨® lo contrario: perdimos m¨¢s veces el bal¨®n que de costumbre, algo muy poco holand¨¦s¡±, a?ade el t¨¦cnico de Pa¨ªses Bajos. Dumfries asiente: ¡°Tengo que mejorar el juego con bal¨®n, la posesi¨®n¡±. Nadie dir¨ªa que fue elegido el mejor del partido en las dos jornadas disputadas de la Eurocopa.

Espacio para correr

¡°Si lo estamos haciendo bien es gracias a Denzel. Tiene que disfrutar del momento¡±, insiste De Boer. Las lesiones de Tete, Janmmat o Fosu-Mensah han favorecido la titularidad de Dumfries, ya capit¨¢n de PSV, desde que hace tres temporadas fue convocado por Ronald Koeman. ¡°?Que si me queda energ¨ªa?¡±, se pregunta. ¡°El torneo acaba de empezar¡±, responde, satisfecho cuando le comentan por sus pulmones. ¡°Necesito espacio para correr y con el sistema actual tengo m¨¢s campo y libertad que con el 4-3-3¡±.

No se sabe qu¨¦ apunt¨® en su cuaderno de ni?o una vez que se ha convertido en el jugador m¨¢s aclamado del plantel de De Boer. ¡°Habr¨¢n visto que no estaba tan loco como me dec¨ªan cuando promet¨ª que jugar¨ªa en la selecci¨®n de mi pa¨ªs¡±, concluye el tenaz Dumfries.

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