La precocidad de Pedri
El canario, encumbrado a una edad m¨¢s temprana que Xavi e Iniesta, no se cansa de jugar y ahora quiere ir a Tokio
Pedro Gonz¨¢lez L¨®pez (Tegueste, 18 a?os) rompi¨® a llorar en Wembley porque el domingo no podr¨¢ disputar la final de la Eurocopa. Tras Laporte, ha sido el jugador de campo espa?ol con m¨¢s minutos (629 sobre 630), es el que m¨¢s kil¨®metros ha recorrido (76,1) y tambi¨¦n el m¨¢s fiable en el pase (421 sobre 461) y, sin embargo, todav¨ªa pide la pelota y quiere formar parte del equipo ol¨ªmpico que acuda a Tokio en contra del criterio del Bar?a y de la recomendaci¨®n de Pep Guardiola.
A Pedri le gusta tanto el f¨²tbol que se ir¨¢ a jugar a Jap¨®n, porque es all¨¢ donde hay partidos y no amistosos, y despu¨¦s ya se reincorporar¨¢ al Barcelona. Acostumbrado a recuperarse r¨¢pido, no necesita descansar ni piensa en las vacaciones, se conforma con pasar por la casa de comidas de sus padres en Tegueste. El eco de su actuaci¨®n en la Eurocopa le anima a perseverar despu¨¦s de una temporada de ensue?o desde que lleg¨® al Camp Nou y en un entrenamiento convenci¨® a Ronald Koeman. El plan en agosto era ceder a Pedri. Ahora es protagonista incluso en The Times.
El diario analiza el dominio que tiene el jugador de la relaci¨®n espacio-tiempo: ¡°Casi no corre, su ritmo congela m¨¢gicamente el juego a su alrededor, como un montaje slow-motion¡±, precisa antes de elogiar su ¡°velocidad mental¡± y capacidad para ¡°ver los espacios antes de que se abran, saber qu¨¦ hacer antes de recibir el bal¨®n y pasarlo de forma tan natural como el respirar¡±. Pedri fue el jugador de equipo por excelencia en un torneo desfigurado y agradecido con las selecciones innovadoras como Espa?a.
Aparece como un futbolista moderno que se inspira en los cl¨¢sicos por tomar la mejor decisi¨®n y la m¨¢s r¨¢pida en cada momento, igual de bendecido por las sensaciones que por los datos, mitad artista y mitad atleta, solidario y preciso tambi¨¦n cuando hay que filtrar el cuero, el mejor int¨¦rprete del juego de asociaci¨®n y posici¨®n que se vertebra a partir de tri¨¢ngulos como el que ante Italia formaron Busquets-Pedri-Olmo. El canario ha sido el punto de encuentro de los aficionados de un pa¨ªs dividido y condicionado por el Bar?a-Madrid.
Punto de encuentro
No es extra?o, por tanto, que la actuaci¨®n y manera de ser de Pedri remitan a un futbolista como Andr¨¦s Iniesta. El seleccionador Luis Enrique afirm¨® incluso: ¡°Lo que ha hecho Pedri con 18 a?os no lo he visto a hacer ni a Iniesta¡±. El manchego ha sido la fuente de inspiraci¨®n del canario, participan del mismo solfeo futbol¨ªstico desarrollado en La Masia y funcionan como nexo de los internacionales en la selecci¨®n precisamente por su origen, calidad humana y sentido del juego, siempre tan al servicio del colectivo que se les recrimina la falta de remate y de gol. Pedri no tir¨® siquiera a porter¨ªa mientras que los tantos de Iniesta fueron siempre tan selectivos como decisivos si se recuerdan los de Stamford Bridge y Johannesburgo.
A ambos les diferencia, sin embargo, la edad en las que han trascendido: Iniesta lleg¨® al Bar?a con 12 a?os, simultane¨® el filial con el primer equipo cuando ten¨ªa 18 y 19, alcanz¨® definitivamente el Camp Nou con 20 y a los 22 fue suplente en el primer tiempo de la final de la Champions ganada al Arsenal en 2006. Tambi¨¦n le cost¨® llegar a la c¨²spide a Xavi Hern¨¢ndez. A pesar de debutar con el Barcelona a los 18 a?os, altern¨® despu¨¦s el Miniestadi con el Camp Nou y no se consolid¨® hasta los 24, despu¨¦s de brillar como volante con Frank Rijkaard y Luis Aragon¨¦s y no como mediocentro sustituto de Guardiola.
Hoy el f¨²tbol va hoy m¨¢s deprisa que nunca y las necesidades econ¨®micas y deportivas azulgranas demandan apuestas como la de Pedri. La duda est¨¢ en si ser¨¢ capaz de aguantar la presi¨®n despu¨¦s de ser encumbrado en la Eurocopa. Quienes le conocen no dudan porque entienden que su secreto est¨¢ en la cadencia de su juego, aprendido en las calles de Tegeste, desarrollado en la escuela de la UD Las Palmas, adecuado a la del Bar?a y verificado en una Eurocopa. Nadie interpret¨® mejor la partitura de Wembley que Pedri.
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