Inglaterra sigue seca
Se clasifica en cabeza de su grupo pese a cerrar la fase con solo dos goles tras un empate que permite a Eslovenia avanzar a octavos por primera vez en su historia
Despu¨¦s de todos los lamentos, todas las disquisiciones, los mensajes del capit¨¢n y las charlas internas, Inglaterra sigue seca. Pero sigue adelante. Cerr¨® en Colonia la primera fase con solo dos goles en tres partidos, pero en cabeza de su grupo, a la espera de un tercero para su cruce de octavos del domingo, en el lado del cuadro que le cruzar¨¢ luego con Italia o Suiza. Su sequ¨ªa conden¨® tambi¨¦n definitivamente a Croacia, que depend¨ªa de una goleada suya a Eslovenia, que celebr¨® su pase a la fase del KO por primera vez en su historia. Nada m¨¢s lejos: la celebraci¨®n del rival comenz¨® con Oblak, el portero imbatido en una noche en la que Inglaterra no encontr¨® lo que buscaba.
Gareth Southgate asom¨® un poco antes que sus jugadores. Llevaba dos botellines de agua contra el calor h¨²medo. O para pasar el trago. Antes de buscar su asiento, entr¨® unos metros al campo y aplaudi¨® la grada, cuajada de banderas inglesas, casi una por condado, convocadas m¨¢s a una jornada de introspecci¨®n que a un partido. Inglaterra anda buscando algo aparentemente sencillo: a Inglaterra. El seleccionador aplaudi¨® a su gente, quiz¨¢ por la paciencia, quiz¨¢ por el entusiasmo que no ha apagado ni el disparate que les hab¨ªa servido hasta entonces.
Su equipo se despleg¨® con la cautela de quien vuelve a aprender a caminar despu¨¦s de un accidente grave: un pasecito aqu¨ª cerca, otro all¨¢ sin mucho riesgo. Por lo menos parec¨ªan distribuidos de manera arm¨®nica, sin los solapamientos de los dos primeros partidos. Foden y Bellingham no se mov¨ªan con riesgo de colisi¨®n: el del City empez¨® encima de la l¨ªnea de la banda izquierda, con el del Real Madrid rondando por el centro. Y cuando Foden se ve¨ªa arrastrado por la fuerza gravitatoria de la porter¨ªa, el otro se alejaba de su trayectoria hacia el costado. Primero la estructura. Esta vez, adem¨¢s, al lado de Rice en el centro del campo hab¨ªa un centrocampista (Gallagher), donde antes estuvo un lateral (Alexander-Arnold). Poco a poco. Aunque se mostr¨® tan impreciso que Mainoo lo sustituy¨® tras el descanso: tercer intento.
Todo bien si hubieran estado solos sobre la hierba. Pero Eslovenia tambi¨¦n ten¨ªa sus planes. Nada de cavilaciones. Nada de b¨²squeda interior. Robo y aceler¨®n. No hab¨ªan transcurrido ni cinco minutos cuando Pickford se encontr¨® en las manos un cabezazo blando de Sesko. Inglaterra masticaba la pelota con ese punto de angustia que asoma cuando un bocado empieza a secarse. Y Sporar prob¨® otra vez a Pickford.
Los aplausos del principio de Southgate no parec¨ªan en balde. La grada se manten¨ªa con ellos. Es m¨¢s: en algunos lances parec¨ªa intentar dirigir las operaciones. Ve¨ªan a Rice con la pelota y unos metros por delante, y vibraban como si estuviera a punto de suceder algo transformador. Aunque acabara de cruzar el centro del campo. Le alentaban a acelerar hacia la porter¨ªa, que en ingl¨¦s comparte nombre con meta (goal). Para ellos deber¨ªa ser m¨¢s evidente. Pocas veces se vio a tanta gente junta fingir la inminencia del placer. Y pocas veces tantos jugadores aplaudieron tantos pases malos de sus compa?eros. Para dejar de bostezar, Kane se descolgaba al centro del campo a recordar c¨®mo era el bal¨®n.
Quiz¨¢ necesitaban eso, una sesi¨®n de terapia, porque poco a poco Elsnik y Cerin fueron viendo la pelota menos a menudo y Sesko se fue secando de soledad. Del lado ingl¨¦s, hab¨ªa menos palmaditas y m¨¢s picante.
Entonces, Foden emergi¨® de la neblina que los hab¨ªa desdibujado. Agitaba las aguas estancadas entre l¨ªneas, desordenaba con el regate, picaba al espacio tras la defensa, despertaba a Oblak con una falta directa. Con ¨¦l espabil¨® tambi¨¦n Bellingham, que encontr¨® las zonas de las que desaparec¨ªa Foden, o que desaparec¨ªa para que ¨¦l encontrara pista. Eslovenia se hab¨ªa disipado, pero aguantaba. Falt¨® Saka por asomar. Le sustituy¨® Palmer, que desperdici¨® la ¨²ltima ocasi¨®n en el regazo de Oblak. Antes de que los eslovenos festejaran con ¨¦l. Antes de que Southgate se quedara aplaudiendo otro poco a la grada.
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