El Bar?a, derrotado ante el Shakhtar, es el buf¨®n de Europa
Los azulgrana se complican su clasificaci¨®n para octavos despu¨¦s de un espantoso partido ante un conjunto ucranio superior de principio a fin en Hamburgo
No hay seguramente un equipo m¨¢s buf¨®n en Europa que el Bar?a. El ¨²ltimo rid¨ªculo ha sido el de perder contra un rival menor que ni siquiera puede jugar en su pa¨ªs por la guerra y se ha tenido que refugiar en Hamburgo. El 1-0 alcanzado por el Shakhtar no tiene la trascendencia del 4-0 del Liverpool o el 3-0 de Roma por no recordar el 2-8 del Bayern M¨²nich. El resultado puede remediarse porque los barcelonistas todav¨ªa aspiran a clasificarse para los octavos de la Champions. El escarnio, sin embargo, fue igualmente may¨²sculo por la impotencia del plantel de Xavi despu¨¦s de dos a?os de ausencia en la competici¨®n por quedar eliminado en la fase previa de la Copa de Europa. La nulidad es hoy tan sobrecogedora como sonrojante fue ayer su no presencia y lamentable result¨® antes su fragilidad cuando se suced¨ªan goleadas como la de Anfield.
El marcador confirma el delicado momento del equipo azulgrana y de Xavi. No es una cuesti¨®n del torneo ni tampoco del adversario sino que el problema es el propio Bar?a, peleado con la pelota y con el juego, resumido en Ter Stegen y Araujo. Aunque el portero estuvo nuevamente soberbio, no lleg¨® en Hamburgo el gol del central, que acab¨® derrengado ante un espl¨¦ndido Shakhtar.
Aunque visti¨® de blanco y procur¨® ser un equipo m¨¢s reconocible que el dispuesto frente al Madrid y la Real, sobre todo por recuperar la figura del cuadrado en el centro del campo y prescindir del tercer central, el Barcelona que compareci¨® en Hamburgo result¨® igual de soso, confuso y plano que el visto en San Sebasti¨¢n. El tap¨®n no era Jo?o F¨¦lix, suplente despu¨¦s de ser titular desde su debut ¡ª11 partidos¡ª ni la soluci¨®n respond¨ªa al nombre de Raphinha, que perd¨ªa reiteradamente la pelota antes de alcanzar el ¨¢rea. Tampoco sumaba Ferran como interior y peor funcionaban en las bandas Marcos Alonso y Cancelo.
La espalda de los laterales fue un blanco perfecto para las salidas y los cambios de orientaci¨®n del Shakhtar. Aunque los azulgrana tomaron la pelota, se asociaron en largas posesiones y presionaban la salida de bal¨®n del contrario, sus ataques nunca amenazaban a Riznyk. No hab¨ªa velocidad ni profundidad, tampoco desequilibrio, sino que los delanteros se tropezaban con el irregular c¨¦sped del Volksparkstadion. La defensa del Shakhtar nunca fue exigida y su ataque se despleg¨® con armon¨ªa y precisi¨®n porque siempre fue un equipo pulcro con la pelota, capaz de tirar la l¨ªnea de pase de porter¨ªa a porter¨ªa, dif¨ªcil de combatir desde la contemplaci¨®n como pretend¨ªa el Bar?a.
El Barcelona empeor¨® progresivamente hasta encajar un gol en una acci¨®n estupenda por el sentido del juego colectivo, el golpeo a la banda de Sudakov, el centro de Gocholeishvili desde la derecha y el cabezazo de Sikan. Nadie apret¨® al lateral ni encim¨® al ariete en una jugada que ya se hab¨ªa dado con anterioridad por el costado izquierdo cuando Ter Stegen rechaz¨® el disparo de Matviyenko despu¨¦s de superar la cobertura de Cancelo. El f¨²tbol del Shakhtar flu¨ªa ante la complacencia de un Bar?a que lleg¨® al descanso sin chutar a la porter¨ªa de Riznyk. Xavi no toc¨® a nadie y nada cambi¨® en el campo porque en la reanudaci¨®n Gocholeishvili a punto estuvo de marcar el segundo gol del Shakhtar.
El lateral desbord¨® en su carrera por la derecha a Ferran y Marcos Alonso y oblig¨® a intervenir a Ter Stegen. Nada correg¨ªa el entrenador azulgrana y su equipo era sorprendido siempre por la misma jugada ante el estupor del portero del Bar?a. Ter Stegen tuvo que aplicarse una cuarta vez ante Sikan antes de que interviniera por fin Xavi. El t¨¦cnico cambi¨® a cuatro jugadores de golpe en una decisi¨®n in¨¦dita y que expres¨® la gravedad del momento para el Bar?a. Pedri, Jo?o F¨¦lix, Balde y Lamine Yamal sustituyeron a Oriol Romeu, Ferran, Marcos Alonso y Raphinha.
Aunque Yamal agit¨® por un momento la ofensiva, el Shakhtar se soltaba con facilidad de un rival desordenado, percut¨ªa en corto y en largo con sus transiciones e irritaba a Xavi. El Bar?a no encontraba la manera de da?ar al equipo ucranio por m¨¢s jugadores que acumulara en campo contrario ante el asombro de los muchos hinchas azulgrana presentes en Hamburgo. La suerte azulgrana depend¨ªa de la firmeza de Ter Stegen por una parte y por otra de la creatividad de Pedri o de una asistencia de G¨¹ndogan, de una jugada individual m¨¢s que del f¨²tbol colectivo, igual que ya pas¨® en Donosti con el gol de Araujo.
Nadie respondi¨® a las peticiones de Xavi y el Bar?a se consumi¨® con un solo disparo a la porter¨ªa del Shakhtar. Aunque la puerta de la Champions sigue abierta despu¨¦s de dos a?os de ausencia ¡ªle val¨ªa con un punto¡ª, la situaci¨®n exige un cambio de rumbo inmediato a partir de un diagn¨®stico que no se adivina en ning¨²n responsable del Bar?a.
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