Gavi y el Perogrullo
Se dice desde el Bar?a que Gavi no deber¨ªa haber jugado esos dos partidos con Espa?a, que el seleccionador ten¨ªa otras opciones

Espa?a es un pa¨ªs con cuarenta y siete millones de entrenadores porque cuarenta y siete millones de m¨¦dicos no podemos ser: no resulta factible ni mucho menos rentable. Y existen buenos motivos para que as¨ª sea, adem¨¢s de excelentes cortafuegos que impiden la saturaci¨®n profesional de nuestro sistema sanitario. Hablamos de una profesi¨®n mucho m¨¢s restrictiva que la de seleccionador nacional, por poner un ejemplo. Y mucho menos tendente al voluntariado, aunque no por ello renunciemos a opinar cuando consideramos que nuestra palabra debe ser escuchada, como ha sucedido esta misma semana con la terrible y desafortunada lesi¨®n de Gavi.
Digamos que nuevamente hemos acariciado con sumo gusto los l¨ªmites de lo grotesco. Puede que no como sociedad, pero casi: recordemos el dato de los cuarenta y siete millones de m¨¦dicos, entrenadores y hasta de profesores, como anteayer mismo nos recordaba la nueva ministra de Educaci¨®n, Formaci¨®n Profesional y Deportes, Pilar Alegr¨ªa. Primero, en la identificaci¨®n del momento exacto en que se produce la lesi¨®n. M¨¢s tarde, en las causas, y finalmente en su tratamiento, al menos en un primer momento. ¡°Le han puesto el espray en la zona equivocada de la rodilla¡±, aseguraba uno de tantos millones de doctores vocacionales en X, el antiguo Twitter. Menos mal que no le pusieron un vendaje. Tendr¨ªamos debate m¨¦dico hasta el final de los tiempos.
Hay quien culpa al seleccionador de la lesi¨®n de Gavi. Al de verdad, quiero decir. Al que tiene ch¨¢ndal y tarjetas oficiales de visita con su nombre: Luis De la Fuente. Y pueden tener raz¨®n en una cuesti¨®n casi capital para definir responsabilidades: de no haber jugado el partido contra Georgia, Gavi no se habr¨ªa lesionado en el partido contra Georgia. Estupendo, ?verdad? Nada como las verdades del Perogrullo para poner a todo el mundo de acuerdo. Tampoco se habr¨ªa lesionado en ese partido si De la Fuente lo hubiese dejado fuera de la convocatoria. O si lo considerase demasiado bajito para representar a la Espa?a cat¨®lica y taurina que el propio De la Fuente defiende. O si Gavi fuese extranjero. Incluso si fuese ciclista, en lugar de futbolista¡ Las combinaciones para que Gavi no se lesionase en el partido contra Georgia son tantas que por fuerza debe ser culpa del seleccionador su mala pata, encargado ¨²ltimo de descartarlas todas.
El enfado del Bar?a con el seleccionador parece ser monumental, o eso se ha filtrado a diferentes medios. A fin de cuentas, son los encargados de pagarle a Gavi su salario y los principales afectados por una ausencia que ya veremos por cu¨¢ntos meses se prolonga. Se dice desde el club que Gavi no deber¨ªa haber jugado esos dos partidos con Espa?a. O que el seleccionador ten¨ªa otras opciones, lo que una vez m¨¢s nos devuelve a las verdades de Perogrullo. O mejor todav¨ªa: a los dominios del Capit¨¢n a posteriori, aquella parodia de la serie South Park que tanta fortuna hizo durante las primeras semanas de la pandemia. ?Y si se hubiese lesionado en un entrenamiento con el Bar?a? Le ocurri¨® en su d¨ªa a Xavi, ahora su entrenador. ?Qui¨¦n fue el culpable entonces? ?Rijkaard, que se empe?¨® en entrenar?
Pagar la fiesta no resta responsabilidad a los clubes en un calendario que cada vez abusa m¨¢s del producto estrella. Ni tampoco a las federaciones nacionales e internacionales, que pagan lo justo. Y, por supuesto, no le resta ni un ¨¢pice a esas asociaciones profesionales que solo parecen servir para que alguien cobre en nombre de todos y, ya de paso, subrayar el cada vez m¨¢s marcado car¨¢cter individualista de los futbolistas.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.