Unai Emery se reivindica en el Aston Villa
El equipo dirigido por el t¨¦cnico guipuzcoano, revelaci¨®n de esta Premier, sigue sumando puntos en zona de Champions
La cabalgada del Aston Villa de Unai Emery se prolong¨® ayer otra jornada m¨¢s, y van 14, hasta el viejo Dean Court. El equipo que asombra a la Premier se afianz¨® con 29 puntos al cuarto puesto de la zona Champions ¡ªpor debajo del Arsenal, 33; el Liverpool, 31; y el City, 30¡ª tras remontar un 1-0 en el campo del Bournemouth y acabar 2-2 despu¨¦s de otro intercambio de golpes fren¨¦tico. El partido tuvo el nuevo sello villano: entusiasmo desbordante, transiciones vertiginosas, centros laterales en abundancia, un pu?ado de remates ensayados en el laboratorio, y una cuota de descontrol en las salidas que se sustanci¨®, en gran medida, en cinco ocasiones clamorosas del ataque del Bournemouth ¡ªdos de Solanke, dos de Semenyo y una de Luis Sinisterra¡ª, todas desbaratadas por Emiliano Mart¨ªnez, El Dibu.
Es imposible comprender este Villa sin Emery del mismo modo que resulta imposible explicar su cuarto puesto en la tabla de la Premier sin el portero de la selecci¨®n argentina, un tipo capaz de parar con los reflejos, con la imaginaci¨®n, con las manos, con las rodillas, con un pie, y tambi¨¦n con el carisma.
El Dibu es la v¨¢lvula de seguridad de un plan de juego que implica el riesgo de ceder la posesi¨®n al rival y despu¨¦s defender las transiciones con un central que se llama Pau Torres. El zaguero de Vila-real, verdadero maestro del desplazamiento del bal¨®n, no es el marcador m¨¢s aguerrido. Pero posee una facultad inigualable para ordenar el juego con sus pases largos y sus incorporaciones al mediocampo. Un valor que Emery considera compensatorio y crucial para darle sentido a los ataques del Villa, a?adiendo una v¨ªa de salida si Douglas Luiz, Tielemans, o incluso Kamara, est¨¢n cubiertos.
Una apertura de Torres a Diaby, que corr¨ªa por la banda izquierda, desemboc¨® en uno de esos centros laterales marca de la casa: lo remat¨® a la red Ollie Watkins, el nueve, en el minuto 90. El 2-2 a?adi¨® miga a la fama de este Villa de equipo revoltoso y contragolpeador, de maniobras fugaces y ejecuciones econ¨®micas. El cuadro de Emery registra una media de 15 jugadas por partido definidas como contraataques en esta Premier, seg¨²n Opta, m¨¢s que ninguno de sus 19 rivales.
La estad¨ªstica enorgullece a Emery y a su cuerpo t¨¦cnico, firmemente establecidos en un club que ha confeccionado para ellos un basti¨®n de poder. Lo dijo a The Athletic Dami¨¤ Vidagany, el director de f¨²tbol, brazo derecho de Emery en el Villa, para describir la organizaci¨®n en torno al entrenador: ¡°una fortaleza¡±. Una estructura que, con la ayuda de Monchi, el director de operaciones, pretende reproducir parte de aquello que construyeron Ferran Soriano y Txiki Begiristain para que Pep Guardiola goce de libertad de maniobra en el City. As¨ª lo explican desde el Aston Villa los ayudantes de Emery, decidido estudioso de la obra guardioliana.
A 14 meses de su llegada a Birmingham y con 52 a?os cumplidos, Emery vive un largo periodo de reivindicaci¨®n. El t¨¦cnico de Ir¨²n no olvida que el 29 de noviembre se cumplieron cuatro a?os de su despido del Arsenal, el punto m¨¢s amargo de su carrera. Sus ayudantes se?alan que su desprecio por la pol¨ªtica y las relaciones sociales, sumado a su obsesi¨®n por el trabajo de campo, le aislaron hasta hacerle vulnerable en el Arsenal, donde asumi¨® la pesada herencia de Ars¨¨ne Wenger. En el Villa, donde disfruta de una excelente relaci¨®n con los due?os, Wes Edens y Nassef Sawiris, su posici¨®n es completamente diferente. La plantilla lo percibe. Ahora sus c¨¦lebres sesiones de v¨ªdeo son largas y silenciosas, y sus entrenamientos t¨¢cticos y t¨¦cnicos, parcelados por posiciones, tantas veces exclusivamente dedicados a mecanizar acciones puntuales en funci¨®n del pr¨®ximo adversario, son recibidos con dedicada resignaci¨®n por los muchachos.
¡°Sacamos pecho¡±
¡°La mentalidad, el deseo de ganar, todo en ¨¦l ha sido absolutamente brillante¡±, dijo el capit¨¢n, el escoc¨¦s John McGinn, tras el triunfo 1-2 en campo del Tottenham la semana pasada. ¡°[Emery] estaba obsesionado con ganar en casa del Tottenham. Absolutamente obsesionado. Nos lo meti¨® en la cabeza. Antes, cuando nos adelantaban en el marcador nos derrumb¨¢bamos. Ahora sacamos pecho. Estamos adiestrados. Nos exige mirar muchos detalles, pensar, y concentrarnos mucho¡±.
Como en White Hart Lane, este domingo ante el creciente Bournemouth de Andoni Iraola, el Villa volvi¨® a recibir el primer gol de la tarde. Igual que entonces, la reacci¨®n fue inmediata. Con Diaby en el banquillo ¡ªel fichaje m¨¢s caro del club en el ¨²ltimo verano, 55 millones de euros al Bayer¡ª durante m¨¢s de una hora, Tielemans busc¨® con dificultad los desmarques en profundidad de Zaniolo. A falta de armon¨ªa, el equipo se aferr¨® a las paradas de El Dibu y atrap¨® un punto que le consolida como la revelaci¨®n de la Premier.
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