Adivinos
Mientras se celebra la Supercopa en Arabia Saud¨ª, en Bilbao nos preparamos para un derbi Athletic-Real que viene de hace muchas d¨¦cadas y que esperamos que sea maravilloso en cuanto a f¨²tbol, hermandad y pasi¨®n
Creo que ya les he contado alguna vez que los porteros tenemos el poder de la adivinaci¨®n. Me da que alguna vez en estos encuentros semanales les he comentado, tal vez no con la profundidad debida, que los porteros podemos ver, conocer, saber el futuro. El ¨²nico problema de este superpoder, todo privilegio debe tener tambi¨¦n sus limitaciones, es que, por un lado, el poder es ef¨ªmero y se delimita a un par de segundos y, por el otro, que esta capacidad est¨¢ limitada a nosotros, nuestro entorno y nuestro trabajo. Vaya, que no servimos para adivinar n¨²meros de loter¨ªa, ni las fluctuaciones de la Bolsa, ni tan siquiera los resultados de una quiniela.
Entiendo que, ante semejante afirmaci¨®n, ustedes me pidan pruebas definitivas, contundentes, indiscutibles. Y atendiendo a la confianza de este encuentro semanal, yo les quiero aportar una par de ellas que, espero, sean suficientes.
Vamos a empezar por mis propias capacidades que nos llevan a un partido de Supercopa en diciembre de 1990 que enfrentaba a Real Madrid y FC Barcelona en un embarrado y fr¨ªo Santiago Bernab¨¦u. All¨¢ por el minuto 70 Santi Arag¨®n ve al portero del Bar?a, ergo yo mismo, adelantado y lanza un disparo desde unos 50 metros. Y ah¨ª, en esos escuetos 2 segundos, yo supe antes que nadie, antes que todos los aficionados que lo ve¨ªan en directo o en la tele, antes que, incluso, cualquier Inteligencia Artificial que aquello iba a acabar conmigo enredado en la red del Bernab¨¦u y con el Madrid celebrando un excepcional gol.
Eran aquellos tiempos un tanto hostiles con esa competici¨®n de la Supercopa ya que no entend¨ªamos mucho su sentido; una vez la ganamos con el Athletic por el simple, o m¨¢gico, hecho de ganar Liga y Copa y eran los tiempos del f¨²tbol y antes del business y espect¨¢culo. Pero como los ingleses comenzaban la temporada con ese partido que cerraba los asuntos del curso anterior y abr¨ªan el nuevo calendario (como una Nochevieja futbolera en agosto) y ellos eran los inventores de este asunto del balompi¨¦ pues parec¨ªa correcto que ese evento se trasladara a nuestro calendario futbolero.
Como este tipo de pruebas futboleras necesitan actualizaci¨®n quiero llevarles a este pasado mi¨¦rcoles, en Riad, lejos del Bernab¨¦u, pero lleno de banderas blancas o eso me pareci¨® en la tele, y a ese momento en el minuto 124 en el que la defensa del Real Madrid despeja un globo de bal¨®n que vuela sobre todos los jugadores y busca el espacio inmenso que quedaba a la espalda del Atl¨¦tico de Madrid.
Ah¨ª, justo ah¨ª, cuando el bal¨®n empez¨® a coger altura y distancia, el bueno de Jan Oblak tuvo la misma certidumbre que yo tres d¨¦cadas antes y supo que aquello iba a acabar muy mal para los rojiblancos, muy bien para sus rivales. A Oblak le qued¨® la duda de si Brahim ir¨ªa a buscar ese bal¨®n, a veces la esperanza nace de nuestras capacidades, pero otras muchas de que el rival no haga lo que no queremos que haga, igual que a m¨ª me pareci¨® que aquella pelota de Santi Arag¨®n iba a sobrevolar mi larguero, bueno el de mi porter¨ªa del Bernab¨¦u.
Otra Supercopa, muchas temporadas pasadas, un nuevo milenio y hasta un nuevo modelo de f¨²tbol, pero la misma incomodidad ante una competici¨®n m¨¢s financiera que deportiva, pero que si en el pasado no dejaba mucha huella pelotera en la actualidad se dir¨ªa que suma para el ganador y solo hasta el siguiente partido y resta a todos los dem¨¢s salvo que te llames Osasuna, Athletic, Real Sociedad, Betis o Valencia.
Pero mientras que esa Supercompetici¨®n se celebra en Arabia Saud¨ª, en Bilbao nos preparamos para un derbi Athletic-Real que viene de hace muchas d¨¦cadas y que esperamos que sea maravilloso en cuanto a f¨²tbol, hermandad, pasi¨®n en las gradas, sentido de la competici¨®n y gesti¨®n de la alegr¨ªa para el ganador y de las frustraciones para el menos afortunado.
Esas cl¨¢sicas peque?as cosas del futbol de siempre.
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