Xavi, De Rossi y el marciano en Roma

La historia puede explicarse con un relato y el estribillo de una canci¨®n. El primero es el Marciano en Roma, de Ennio Flaiano, escritor y legendario guionista de Fellini. Un extraterrestre aterriza en la capital italiana, en plena Villa Borghese, y deja ah¨ª su nave espacial. Los romanos alucinan, es una maravilla, todos le abren paso. El Papa lo convoca en el Vaticano para una audiencia privada. Tambi¨¦n el presidente de la Rep¨²blica, que manda traerle al Palacio del Quirinal con honores de jefe de estado. Por la calle todo el mundo quiere saludarle, fotografiarle. Pasadas dos semanas, a nadie le importa ya un bledo el pobre marciano, a quien ya ni siquiera ceden el turno en la cafeter¨ªa para pedir su espresso. Kunt, as¨ª se llamaba el alien¨ªgena, se resigna al olvido y enfila la via Veneto hasta los jardines de la Villa Borghese, donde enciende el reactor de su nave para regresar a Marte.

Roma es una ciudad ciclot¨ªmica. Encumbra y devora a sus mitos a una velocidad de v¨¦rtigo. Pero la met¨¢fora de Flaiano sirve para el f¨²tbol y para algunos clubes en particular, empe?ados en mancillar los mejores recuerdos de sus aficionados. Nuestra imprudencia desafiando a la historia no tiene l¨ªmites. En un par de a?os el Bar?a se ha cargado a dos monumentos del club como Ronald Koeman y Xavi Hern¨¢ndez. Ni el gol de Wembley ni nada. Mitos del Bar?a de Cruyff y de Guardiola ardiendo en la hoguera de los memes. Y a este paso, el propio Laporta har¨¢ lo mismo con su leyenda. Sus casos no son ¨²nicos. Y todos tienen el sabor amargo del desenga?o tras un regreso frustrado.

La Juventus hizo a?icos en 2020 el mito sagrado de Andrea Pirlo, que pena en el banquillo de la Sampdoria, en la Serie B, la osad¨ªa de desafiar su propia gloria como jugador. Al centrocampista lo apodaban el maestro, el director de orquesta. Pero el ruido termin¨® comi¨¦ndose su pobre sinfon¨ªa en el banquillo (la Juve casi se queda fuera de la Champions). Mucho antes le sucedi¨® a Marco Tardelli, grand¨ªsimo centrocampista, autor de uno de los tres goles contra Alemania en el Mundial de Espa?a que levant¨® del asiento al entonces presidente de la Rep¨²blica, Sandro Pertini. Jugador de la Juve y del Inter, sumi¨® en el desastre a los nerazzurri con una derrota por 0-6 en el derbi con el Milan. Vistos algunos precedentes, la mayor pesadilla que tienen ahora los tifosi de la Roma es que algo as¨ª ocurra con Daniele De Rossi.

La gente est¨¢ ilusionada, y tambi¨¦n aterrorizada. De Rossi, admirador de Luis Enrique, fue el ¨²ltimo gran capit¨¢n: promete buen juego y sacrificio. Pero conocen el pa?o a orillas del T¨ªber, la historia del marciano, lo que dura una leyenda. Y la primera reacci¨®n, aunque solo le han pedido que clasifique al equipo para la pr¨®xima Champions, fue el miedo. La aventura tiene todo para terminar como la de Xavi: un mito, el m¨¢s forofo de la curva sur y, encima, llega despu¨¦s de la etapa de Mourinho, que logr¨® una Copa y una final europeas. En la primera rueda de prensa, un periodista, menospreciando sus cualidades como t¨¦cnico, le pregunt¨®: ¡°?Sabe que la propiedad lo ha llamado para calmar el ambiente?¡±. ?l se ofendi¨® unos segundos. Pero lo entendi¨®, porque es parte de ese ecosistema. A Xavi, que ya vivi¨® un martirio en su primera etapa como jugador, le pasa ahora algo parecido. ¡°Es muy cruel ser entrenador del Bar?a. Sientes que no te valoran. Se produce un desgaste. Y ya no tiene sentido¡±, lament¨® el s¨¢bado. Extra?a que le extra?e. La respuesta, algo ventajista, podr¨ªa estar en Minusval¨ªa, aquella canci¨®n de Astrud: ¡°Sabiendo como sabes lo que siempre le hago a la gente, ?c¨®mo pensabas que contigo iba ser diferente?¡±.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.