El martirio de Xavi como entrenador del Barcelona
La renuncia del t¨¦cnico azulgrana resulta comprensible desde el punto de vista personal pero no profesional
Nadie discute la condici¨®n de barcelonista de Xavi, jugador y capit¨¢n de un equipo que alcanz¨® la cima del mundo con el juego y los t¨ªtulos, protagonista en santuarios como el de Wembley. Aquel futbolista se convirti¨® en una celebridad despu¨¦s de sobrevivir a la adversidad y al cainismo propio del Bar?a. Xavi descart¨® incluso una ficha millonaria del Milan y se sobrepuso a la comparativa con Guardiola. No era un medio centro, sino un volante a partir del que se articulaba el juego barcelonista y el de la selecci¨®n de Luis y Del Bosque. Ten¨ªa adem¨¢s personalidad y car¨¢cter para mediar en conflictos tan dif¨ªciles como los que se planteaban de vez en cuando alrededor de Messi o en las relaciones con los internacionales del Madrid en tiempos de Mourinho. El mismo M¨ªchel, el entrenador del Girona, afirm¨® ayer en Vigo: ¡°Xavi es el Bar?a¡±.
As¨ª que a nadie le extra?¨® que se convirtiera en el entrenador azulgrana en sustituci¨®n del destituido Koeman por m¨¢s recelos que tuviera Laporta. Ning¨²n aspirante conoc¨ªa el club como Xavi. Acaso las dudas estaban en su aptitud como entrenador despu¨¦s de una estancia en Qatar. Tampoco ayudaba la heterogeneidad de la plantilla ni la cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica de una entidad con tendencia a improvisar y a tener que negociar cada ficha con la Liga. Las circunstancias eran complicadas para cualquier t¨¦cnico y el barcelonismo agradeci¨® la valent¨ªa y ambici¨®n de Xavi. La dificultad estaba precisamente en armar un equipo competitivo despu¨¦s de alcanzar la clasificaci¨®n para la Champions. El reto era deportivo y no social o institucional porque se le supon¨ªa precisamente inmune al entorno y a la capacidad autodestructiva del Bar?a.
No se entiende, por tanto, que haga responsable a la cr¨ªtica interna y externa, sobre todo period¨ªstica, de su anunciada salida el pr¨®ximo 30 de junio, un a?o antes de que acabe su contrato renovado en 2023. La renuncia resulta comprensible desde el punto de vista personal y humano si es que la situaci¨®n se hab¨ªa hecho insostenible desde las derrotas con el Madrid, el Girona y en dos partidos intrascendentes a efectos de clasificaci¨®n de la Champions. Xavi aspira seguramente a ser tratado de manera diferente, y si se quiere m¨¢s respetuosa, aunque sus intervenciones hayan contribuido a la espiral de tensi¨®n a la que se refiri¨® el s¨¢bado en Montju?c. Y puede que hasta consiga poner fin al martirio que solo Xavi ¡ªy sus amigos¡ª ha advertido, denunciado y sufrido como entrenador del Bar?a.
No ser¨¢ f¨¢cil porque, a diferencia de su percepci¨®n, el debate es futbol¨ªstico y, como tal, su decisi¨®n es discutible por m¨¢s liberadora que resulte para Xavi. No parece, en cambio, la mejor soluci¨®n para el Barcelona. El entrenador pretende seguramente un ¨²ltimo golpe de efecto despu¨¦s de muchos intentos fallidos para provocar la reacci¨®n de unos futbolistas que en muchos casos no parecen demasiado implicados ni preocupados por la situaci¨®n del Barcelona. Habr¨¢ que ver c¨®mo afrontan ahora cinco meses con un t¨¦cnico que saben que no continuar¨¢ la pr¨®xima temporada, cuando se espera que el equipo regrese al nuevo Camp Nou.
La intenci¨®n ser¨ªa que el adi¨®s funcionara como un revulsivo, de manera que nada tendr¨ªa que ver con las renuncias anunciadas tambi¨¦n por Klopp o Gir¨¢ldez, por no recordar las de Luis Enrique o Valero Rivera. El caso de Xavi es tan particular y poco convencional que Laporta afirm¨® que aceptaba la f¨®rmula porque quien la planteaba es una leyenda del barcelonismo que act¨²a con dignidad y quiere al Bar?a.
La directiva gana tiempo para dar con un sustituto con la esperanza de que no tenga que intervenir antes de tiempo si falla el plan de Xavi y peligra la clasificaci¨®n para la pr¨®xima edici¨®n de la Liga de Campeones. No hay muchos precedentes de un entrenador destituido despu¨¦s de anunciar su partida con independencia de la suerte de su equipo en la Liga y la Copa de Europa.
El marcador decidir¨¢ la suerte de Xavi en una temporada en que la aspiraci¨®n era jugar mejor al f¨²tbol despu¨¦s de ganar la ¨²ltima Liga. El t¨¦cnico no es el ¨²nico culpable de la situaci¨®n del equipo, sino que tambi¨¦n ha ayudado y mucho la improvisada pol¨ªtica deportiva del club, ahora dirigida por Deco. La figura de Xavi se ha debilitado progresivamente en el club, raz¨®n de m¨¢s para sospechar que el suyo es un adi¨®s a la carta, decidido desde hace tiempo, desde que sospech¨® que la directiva dif¨ªcilmente le mantendr¨ªa en el cargo a partir del 30-J.
La noticia no ha sido tanto que Xavi no seguir¨¢ a partir de junio, sino el momento en que se ha sabido y que haya sido el propio entrenador el que se haya inmolado a medio plazo y no el mismo d¨ªa, abrazado a la bandera azulgrana. El Xavi entrenador, victimista y sobrepasado por la situaci¨®n, nada tiene que ver con el Xavi jugador, que dej¨® con la palabra en la boca a todos los cr¨ªticos del Camp Nou. Montju?c se est¨¢ convirtiendo definitivamente en el monte del calvario para el Barcelona.
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