En-Nesyri le da un triunfo vital al Sevilla ante un Rayo sin pegada
El delantero marroqu¨ª, bien secundado por Isaac, anota dos goles, distancia a su equipo del descenso y mete en apuros al conjunto madrile?o
Victoria bals¨¢mica del Sevilla, que le permite respirar en una situaci¨®n acuciante, ante un Rayo de buenas maneras, pero de escasa pegada. La diferencia en un partido muy igualado radic¨® en los delanteros. En-Nesyri hizo dos goles, bien ayudado por Isaac, mientras que el Rayo no fue capaz de sacar rendimiento a su gran dominio, en especial en la segunda mitad. Fueron los momentos en los que Nyland sostuvo a su equipo, en especial con tres intervenciones decisivas ante Camello e Isi, en dos ocasiones. El Sevilla se distancia en tres puntos del descenso, lo que es mucho para un equipo que vive en una situaci¨®n impropia de su entidad. El Rayo se complica la vida. Es un equipo con energ¨ªa, aunque le falta pegada. As¨ª es complicado. Es un grupo tocado, que lleva ya nueve partidos sin ganar en Vallecas, donde sufre demasiado. Adem¨¢s, ofreci¨® unas facilidades en defensa impropias de un conjunto que aspiraba a estar con tranquilidad en la zona media.
El Sevilla tiene problemas, muchos, pero tambi¨¦n aparecen soluciones. Es un equipo d¨¦bil en defensa, al que se le llega con facilidad. En el otro lado de la balanza brillan dos delanteros, Isaac y En-Nesyri, con capacidades para salvarle del atolladero en el que se encuentra. Uno es de la cantera, Isaac, cuya irrupci¨®n ha sido determinante. Casi todo lo hace bien y tiene gol. El otro es En-Nesyri. El Sevilla debe dar las gracias por la temprana eliminaci¨®n de Marruecos en la Copa de ?frica. El atacante lleg¨® y jug¨® para darle a su equipo pegada. Cuando no tiene tiempo para pensar, En-Nesyri es un delantero letal. Sus dos goles en el primer curso aplacaron a un Rayo muy d¨¦bil en defensa, que no rinde nada bien en Vallecas. En realidad, tanto el Rayo como el Sevilla ofrecieron demasiadas facilidades en la parte de atr¨¢s. Los andaluces tuvieron m¨¢s pegada y eso les mantuvo en el partido. Un choque ensuciado por el feo gesto de un aficionado local en la banda con Ocampos.
El Rayo mejor¨® en la segunda mitad. A arreones, meti¨® en su ¨¢rea a un Sevilla temeroso. El conjunto de Quique, que pelea contra molinos de viento, se salv¨® gracias a Nyland. No meti¨® el Rayo y el Sevilla incluso pudo hacer el tercero en un remate de Ocampos al palo. Se salv¨® el Sevilla, mientras que el Rayo se mete en el l¨ªo cuando aspiraba vivir con tranquilidad en la zona media de la clasificaci¨®n. De nada le vali¨® hacer hasta 22 remates sobre la meta de un rival que vivi¨® del olfato de sus atacantes. ¡°Nos vamos jodidos porque hemos merecido al menos un punto. No s¨¦ si tendremos que jugar de manera m¨¢s pr¨¢ctica. Las estad¨ªsticas nos dan la raz¨®n, pero no ganamos. Hemos tenido errores en el primer tiempo que no podemos tener ante un rival como el Sevilla¡±, aclar¨® Francisco, entrenador del Rayo.
¡°Sab¨ªamos que era un partido exigente y hemos logrado un triunfo importante¡±, indic¨®, por su parte, Ocampos, objeto de un lamentable gesto por parte de un joven aficionado en la banda cuando iba a sacar de banda. ¡°Son cuatro tontos que ensucian a una afici¨®n como la de Vallecas. Me he contenido porque tengo dos hijas. Ha sido un gesto que no se puede consentir en el f¨²tbol. Si esto sucede en el f¨²tbol femenino ya sabemos lo que puede pasar¡±, aclar¨®.
¡°Feliz, son semanas duras. Es para estar satisfechos. Los dos delanteros son tipos que miran hacia adelante y que miran muy bien los espacios. Nos ha costado, el Rayo nos ha empujado, pero hemos salido bien gracias a su velocidad. Los dos de arriba estuvieron muy bien¡±, indic¨® Quique S¨¢nchez Flores, entrenador del Sevilla. ¡°No es f¨¢cil jugar en las circunstancias que tenemos. He sido futbolista y s¨¦ lo que es. Los chicos tienen f¨²tbol y deben mostrarlo¡±, indic¨®. ¡°Hay que preguntarse qu¨¦ pasa con la mente de la gente. Me preocupa. Es peligroso que haya mentes dispersas que acudan a los estadios. Ojal¨¢ no se repita¡±, finaliz¨® Quique sobre la humillaci¨®n que tuvo que soportar Lucas Ocampos.
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