Montse Tom¨¦: ¡°Desde el primer d¨ªa quer¨ªa dejar claro que soy una persona distinta a Vilda¡±
Defensora del di¨¢logo para resolver problemas, la seleccionadora nacional de f¨²tbol ha sembrado la paz en el vestuario del equipo espa?ol
Cuando Montse Tom¨¦ (Asturias, 41 a?os) empez¨® a ir a Las Rozas con 16 a?os no hab¨ªa fotos de futbolistas mujeres en la residencia de la selecci¨®n. Las jugadoras no llevaban su nombre en la camiseta. No eran m¨¢s que dorsales. Y ni siquiera pod¨ªan pisar el campo A, donde se entrenaban los chicos. Por supuesto, no firmaban aut¨®grafos. Ahora, la seleccionadora nacional cuenta, feliz, que va al gimnasio con Luis de la Fuente, su hom¨®logo en la masculina y con quien charla a menudo de f¨²tbol. ¡°Hoy s¨¦ que lo que necesito lo tengo. Y si no, llamo a la puerta y me lo dan¡±, dice. Tiene, en sus propias palabras, ¡°una gran oportunidad¡±. Que debe, en parte, a unas futbolistas que levantaron la voz (y el pu?o), que exigieron mejoras, hicieron renuncias y consiguieron una visibilidad antes impensable.
Lo lograron con un Mundial que puso a los espa?oles frente a la tele. Los mismos espa?oles que no entendieron nada cuando un presidente federativo (Luis Rubiales) le plant¨® un beso en los morros a la m¨¢xima goleadora del equipo (Jenni Hermoso) y fue jaleado por sus ac¨®litos (entre ellos, Jorge Vilda, entonces seleccionador) en una asamblea infame. En medio de toda aquella vor¨¢gine, apareci¨® Tom¨¦ para tratar de poner paz en un vestuario que vivi¨® d¨ªas convulsos y que, tras unos cuantos triunfos m¨¢s, se juega el viernes 23 el pase a la final de la Liga de las Naciones y una plaza en los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs.
Pregunta. ?Qu¨¦ tipo de futbolista era Montse Tom¨¦?
Respuesta. Una que trataba bien al bal¨®n, me gustaba estar en contacto con ¨¦l. Nac¨ª con uno en los pies. Con cuatro a?os me enamor¨¦ de la pelota, no s¨¦ muy bien por qu¨¦, porque en mi familia no hab¨ªa nadie futbolista, ni especialmente futbolero. Pero soy inquieta y a trav¨¦s del f¨²tbol canalic¨¦ mi energ¨ªa. Jugu¨¦ mucho en la calle. Con amigos. La ¨²nica chica. Ese f¨²tbol de calle fue una escuela importante.
P. ?Se sinti¨® alguna vez un bicho raro?
R. No, porque desde muy peque?a mis padres respetaron lo que me gustaba, me hicieron crecer en lo que yo quer¨ªa, me llevaron al f¨²tbol. Mis amigos siempre me tuvieron como a una m¨¢s y eso me ha permitido crecer protegida, en el entorno que yo quer¨ªa.
P. Una de las palabras que m¨¢s ha repetido desde su llegada es ¡°comunicaci¨®n¡±.
R. La comunicaci¨®n es la base para todo. Sin comunicaci¨®n, es imposible llegar a un punto en com¨²n. Empezamos en un contexto y en un escenario que no era el ideal para iniciar nada, pero esto no lo elegimos nosotros. Con comunicaci¨®n intentamos transmitir confianza al resto. El f¨²tbol es de las futbolistas. Nosotros estamos muy cerca de ellas y desde ah¨ª es desde donde podemos cambiar las cosas. Muchas de las cosas que pasaban antes, yo no las pod¨ªa controlar, no pod¨ªa incidir.
P. ?Qu¨¦ se encontr¨® al entrar al vestuario el d¨ªa del primer entrenamiento?
R. Me encontr¨¦ a un grupo de futbolistas que ten¨ªa la cabeza en otro sitio. Por la inminencia e importancia de los partidos [clasificatorios para la Final Four de la Nations League que disputa ahora Espa?a] hab¨ªa que ponerse a trabajar con jugadoras que no lo estaban pasando bien. Ten¨ªan el foco en otro lugar. Nosotros tampoco est¨¢bamos bien. Pero logramos que nos transmitieran c¨®mo se sent¨ªan; y hemos podido poco a poco cambiar ese foco, encontrar la tranquilidad.
P. ?Erosionaron todas aquellas negociaciones con la federaci¨®n el sentir de equipo?
R. Aquello las uni¨®. Todas transmit¨ªan un mensaje com¨²n. Ven¨ªan de una situaci¨®n il¨®gica y ah¨ª se unieron. No se conceb¨ªa otra cosa.
P. ?Qu¨¦ tipo de entrenadora es?
R. Me gusta ser cercana. Tambi¨¦n que la jugadora entienda desde el principio el respeto a la profesi¨®n y a lo que cada una puede controlar; que entiendan que nosotros somos el cuerpo t¨¦cnico y ellas, las jugadoras. En el trabajo soy muy intensa, alguien que viene con una metodolog¨ªa y una idea que nos permita sacar el m¨¢ximo provecho a la futbolista.
P. Habla de respeto. Desde su nombramiento hubo mucho ruido. ?C¨®mo se ha ganado el respeto de las futbolistas?
R. De manera natural. Siendo profesional. La jugadora est¨¢ aqu¨ª para que la ayudemos, para que lideremos al equipo y las convenzamos de c¨®mo competir en el siguiente partido. Ellas han visto que detr¨¢s de nuestras decisiones hay un proceso, un trabajo, un porqu¨¦.
P. Cuentan que se le ha escuchado decir varias veces la frase ¡°yo no soy Vilda¡±, ?le ha costado mucho desprenderse de la losa de haber sido su segunda?
R. Entiendo que, por haber compartido estos a?os con ¨¦l, quien no me conociera pudiera dudar. Pero yo soy una persona totalmente diferente, alguien que lidera de otra manera, que dirige con otro sentimiento; alguien que piensa en el f¨²tbol de manera diferente. Y tengo una oportunidad para mostrarme como soy y pensar en qu¨¦ necesita esta selecci¨®n para ganar. No me comparo con nadie. Solo que desde el primer d¨ªa quer¨ªa dejar claro que soy una persona distinta a Vilda.
P. ?Apostar por Montse Tom¨¦ fue una decisi¨®n continuista?
R. No lo creo. Ha llegado gente diferente. Han cambiado personas del staff. Las relaciones entre el staff y el equipo son diferentes y el clima de trabajo que se quiere tener tambi¨¦n es totalmente diferente. Como nuestra manera de sentir el f¨²tbol, que tiene nuestro sello.
P. ?C¨®mo juega hoy Espa?a, en qu¨¦ se nota su mano?
R. Hemos evolucionado. Siento que somos un equipo mejor, con cosas que pueden mejorar, y con recursos diferentes. Espa?a tiene un sello claro. Las jugadoras con las que contamos nos permiten tener el bal¨®n, hacer ese juego asociativo que tanto le gusta al espectador, en el que creen nuestras futbolistas y por el que logramos tener el control del juego. Pero cuando no tenemos el bal¨®n somos un equipo con much¨ªsima m¨¢s intensidad y orden en fase defensiva y en la presi¨®n; las jugadoras tienen claro hacia d¨®nde tienen que correr, en qu¨¦ momento, c¨®mo hacerlo. Antes eso nos costaba un poquito m¨¢s.
P. ?Qu¨¦ otros recursos tiene hoy Espa?a?
R. Tenemos jugadoras que nos dan velocidad, que hacen posible esa verticalidad que nos da m¨¢s alternativas en ataque. Y eso lo podemos combinar con ese juego asociativo que pr¨¢cticamente el 100% de las jugadoras de la selecci¨®n puede mantener. Siento que, elegidas las 23, aunque tenemos claro c¨®mo queremos que juegue Espa?a, cada una de ellas nos puede dar matices diferentes. Eso enriquece al grupo.
P. Uno de los aspectos en que m¨¢s ha evolucionado el f¨²tbol espa?ol es el f¨ªsico. ?Ya no nos van a poder en el choque ni a la carrera?
R. Los datos nos dicen que Espa?a ha ofrecido un gran rendimiento en el plano f¨ªsico. Yo he sido jugadora de aquella selecci¨®n que se enfrentaba a Alemania y dec¨ªa ¡®madre m¨ªa, el f¨ªsico es nuestro tal¨®n de Aquiles¡¯. Ahora no solo se ha igualado esa lucha, sino que estamos con las mejores. Esto nos tiene que hacer confiar m¨¢s en nosotras mismas. Hoy Estados Unidos o Alemania ya no nos superan. En lo t¨¦cnico-t¨¢ctico siempre hemos estado a un muy buen nivel. Y en el aspecto mental estas jugadoras cada vez tienen m¨¢s ganas de ganar. Venimos de ganar un Mundial y tienen esa necesidad de sentir que se juegan partidos importantes para crecer en el contexto global.
P. ?C¨®mo se siente una futbolista cuando sabe que el rival la supera en el plano f¨ªsico?
R. Eso es algo que he vivido y que tratamos de transmitir: visualizar c¨®mo en el momento clave, en una final, t¨² sientes que el pulso lo tienes a 200 y enfrente tienes a la mejor rival. ?C¨®mo superar ese momento? Con diferentes armas; pensando en qu¨¦ es buena una, en lo t¨¦cnico-t¨¢ctico, por ejemplo; c¨®mo puedo mejorar mi posici¨®n para llegar antes, c¨®mo seguir confiando en que aunque mi pulso est¨¦ alto mi mente pueda estar fresca para resolver la siguiente jugada. Generar esto, prever esos detalles, visualizar esos momentos con el psic¨®logo y trabajarlos en los entrenamientos permite a la jugadora imponerse en el campo.
P. Se la juegan en la Liga de las Naciones contra Pa¨ªses Bajos. ?C¨®mo ve al equipo?
R. La ¨²ltima referencia que tenemos es el partido de Suecia [perd¨ªan 1-3 al descanso y acabaron ganando 5-3]. Acab¨® bien. Y aunque estuvimos un poco inestables, se hizo una gran segunda parte. Entiendo que despu¨¦s de ganar un Mundial, Espa?a siempre va a ser el equipo a batir. Pero, conf¨ªo mucho en el equipo. Las jugadoras est¨¢n preparadas. Tenemos todo para que las cosas salgan bien.
P. Las jugadoras llevaban a?os pidiendo preocuparse solo de lo que pase en el c¨¦sped, ?con la llegada de Markel Zubizarreta est¨¢ la seleccionadora tambi¨¦n m¨¢s liberada?
R. S¨ª. En la federaci¨®n se han hecho cosas bien. Incorporar perfiles como el de Markel, que tiene una gran experiencia en el f¨²tbol femenino, permite que se pueda llegar a m¨¢s cosas. Y a m¨ª me permite liberarme de otros asuntos que o me gustan menos o tengo menos controlados. A m¨ª me gusta lo que es cercano al campo, las futbolistas, el staff. Que haya llegado Markel es una gran noticia. Va a mejorar muchas cosas.
P. El f¨²tbol jugado por mujeres se ha profesionalizado en el campo ?cu¨¢nto queda por mejorar en los despachos?
R. Es un proceso. Hemos ido evolucionando en lo deportivo progresivamente. Y ese boom de los ¨²ltimos a?os nos ha hecho crecer. Los ¨¦xitos nos han ayudado a visibilizar el nivel que tienen las mujeres futbolistas. He vivido muy de cerca esta progresi¨®n. He sido futbolista y jugadora de esta casa, he venido a la selecci¨®n desde los 16 a?os y he visto c¨®mo esta estructura federativa ha ido evolucionando; ahora como seleccionadora tengo todo lo que necesito para trabajar con los mejores recursos.
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