Merino le da el triunfo a la Real Sociedad en el descuento
El Mallorca, que se hab¨ªa adelantado, se defendi¨® bien con un jugador menos, pero se despist¨® en el tramo final
Gan¨® la Real en Son Moix, se quit¨® un peso de encima que se lo pas¨® al Mallorca, aunque en otras circunstancias clasificatorias, y volvi¨® a marcar despu¨¦s de cuatro partidos consecutivos sin hacerlo.
Quer¨ªa Aguirre que pasaran pocas cosas en Son Moix despu¨¦s de que goleara Antonio S¨¢nchez a los tres minutos, pero cuando declinaba la primera parte, empezaron a pasar. Primero, que marc¨® Kubo; despu¨¦s, que de repente al Mallorca le afloraron todos los nervios que llevaba encima, y con el descanso a la vuelta de la esquina, se qued¨® en inferioridad para lo que restaba de partido.
Se sent¨ªan agraviados los isle?os por algunas decisiones arbitrales, en esa visi¨®n subjetiva que tienen los futbolistas, que se distorsiona m¨¢s con la adrenalina disparada, y primero Rajkovic pidi¨® con vehemencia una falta, que pareci¨® que lo fue, aunque ya no hab¨ªa peligro para su porter¨ªa, y vio la tarjeta amarilla.
Luego fue Raillo, que mantuvo un contencioso con Sadiq, el que la recibi¨®, y por aplaudir la sanci¨®n disciplinaria se dio de bruces con la segunda. Gonz¨¢lez Fuertes, el ¨¢rbitro, demostraba un par de cosas con sus decisiones: que no tiene mano izquierda, aunque la levante cuando hay un fuera de juego, y que, influido por la idea de que los ¨¢rbitros est¨¢n para recibir silbidos y no ovaciones, no le gusta que le aplaudan. Lo ratific¨® en la segunda parte, cuando expuls¨® al preparador f¨ªsico de la Real por el mismo motivo.
Hasta que se dispararon los nervios bermellones, andaba la cosa interesante, porque hab¨ªa marcado S¨¢nchez nada m¨¢s empezar, en un saque de banda largo, que toc¨® Larin y el jugador palmesano emboc¨® de volea junto al palo. Despu¨¦s pas¨® lo que se esperaba, y la Real Sociedad cogi¨® la pelota en propiedad durante muchos minutos, aunque necesitaba prism¨¢ticos para mirar a Rajkovic.
Lo intent¨® Zubimendi desde fuera del ¨¢rea, pero pasaron muchos minutos hasta la siguiente intentona, y sin embargo, el Mallorca todav¨ªa con piernas, lo intentaba a la contra. Dani Rodr¨ªguez tuvo una buena ocasi¨®n.
Jugaba c¨®modo el Mallorca, e inconexa la Real, pero en una p¨¦rdida de Muriqi, Zubeldia le meti¨® el bal¨®n a Kubo, que tuvo campo para correr y rematar con un disparo seco que empataba el partido. Luego vinieron los nervios locales, la expulsi¨®n de Raillo y una segunda parte con acoso total de la Real Sociedad, pero un Mallorca bien colocado por lo que pasaron pocas cosas, al margen de que el m¨¢s desquiciado pareciera el ¨¢rbitro, que ense?¨® doce tarjetas amarillas, una roja, y varias m¨¢s repartidas entre los dos banquillos.
Aunque la Real andaba atascada, el Mallorca jugaba con fuego, y la insistencia donostiarra tuvo premio en el descuento, cuando un centro con rosca de Pacheco desde la izquierda, lo cabece¨® Merino a la red para darle los tres puntos a su equipo, que se quita de encima un lastre, y se revitaliza despu¨¦s del varapalo de Par¨ªs.
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