Camello aparece tras los Juegos para sentenciar a la Real Sociedad
El delantero del Rayo sale en la segunda parte y suma su tanto al de De Frutos para ganar en Anoeta a un rival sin argumentos
El Rayo Vallecano dio el golpe en Anoeta frente a una Real distinta a la de la temporada pasada, que por momentos pareci¨® un equipo menor, y bastante fuera de sitio durante los 98 minutos de partido. En ning¨²n momento estuvo c¨®modo el equipo donostiarra, que aguant¨® el tipo en la primera parte y se fue al descanso con la esperanza de dar un pasito adelante, pero fue en el segundo parcial cuando los vallecanos sentenciaron y comenzaron de muy buena manera una temporada m¨¢s en la m¨¢xima categor¨ªa. El gol de Zubimendi en el 97 solo maquill¨® un poco la mala imagen que dio el equipo realista en el que no aparecieron ni Kubo ni Oyarzabal, dos de los l¨ªderes la temporada previa.
Andr¨¦ Ratiu, con su llamativo pelo azul, estuvo a punto de conseguir una haza?a en Anoeta, a los diez segundos de partido, cuando con los jugadores de la Real Sociedad todav¨ªa obnubilados por los fastos del homenaje a los medallistas ol¨ªmpicos y europeos, el saque de centro, con el pase en largo de Embarba super¨® a Remiro, que pudo tocar lo m¨ªnimo para que la pelota se le quedara ligeramente retrasada al futbolista rumano, que tuvo que cambiar el paso para disparar de rabona, con la porter¨ªa desguarnecida. Para su pesar, en la maniobra forzada le dio tiempo a Pacheco para llegar desde atr¨¢s, meter el pie y evitar el primer gol del Rayo.
Hubiera sido un muy mal comienzo de Liga para los donostiarras, que sin Le Normand, traspasado, y Zubeldia, lesionado, tuvieron que formar una pareja de centrales con Pacheco y Aritz. En medio campo, la ausencia de Merino, a un paso de marcharse a la Premier y con Zubimendi todav¨ªa con poco carrete, le dio la oportunidad a Gonz¨¢lez de Zarate, que se vio un tanto desbordado en los primeros minutos. Y a los realistas les cost¨®, al margen de esa primera ocasi¨®n, tomar la medida al partido. Con el Rayo presionando muy arriba, a los donostiarras les falt¨® lucidez para descifrar el juego vallecano y claridad para elaborar el suyo.
Tard¨® mucho el equipo de Imanol en asentarse en el campo. Solo a ramalazos consegu¨ªa acercarse al ¨¢rea de C¨¢rdenas. El Rayo se encomendaba a la direcci¨®n de Isi, aunque tampoco creaba demasiado peligro en la porter¨ªa de Remiro, aunque poco a poco fue perdiendo fuelle el conjunto madrile?o y le empez¨® a dejar la iniciativa a la Real, pero no parec¨ªa crearle ninguna incomodidad al grupo de I?igo P¨¦rez, a pesar de que Becker, por la izquierda, estuvo activo pero impreciso en sus centros al ¨¢rea.
Solo un remate forzado de Aritz, tras un saque de esquina, caus¨® inquietud en la zaga rayista antes del descanso. Despu¨¦s, con los ajustes l¨®gicos del vestuario, comenz¨® apretando la Real, aunque tampoco cre¨® oportunidades para marcar. ?nicamente en un despiste visitante, un contragolpe de Kubo, en su ¨²nica aparici¨®n importante, acab¨® en un remate de Becker que se fue alto. Al contrario que en el primer parcial, esta vez fue el Rayo el que, poco a poco, fue cogi¨¦ndole el pulso al juego, y en la antesala del gol que le pon¨ªa en ventaja, pudo inaugurar la cuenta Gumbau cuando Remiro quiso jugar con Pacheco y le dio la pelota al jugador del Rayo, que frente a ¨¦l, propici¨® que el guardameta remendara su error con una gran parada.
Pero era el primer aviso para una Real despistada a la que dos minutos m¨¢s tarde le lleg¨® el castigo. En un saque de banda r¨¢pido para propiciar un contragolpe, Kubo no lleg¨® a la pelota, que reba?¨® Mumin, que atraves¨® el medio campo, lleg¨® a las cercan¨ªas del ¨¢rea y se la dej¨® a De Frutos, que, para aqu¨ª, para all¨¢, regate¨® dos veces a Pacheco para disparar por alto y sorprender a Remiro.
Movi¨® el banquillo Imanol, pero nada se activ¨® en el juego realista, aunque se acercaron m¨¢s sus hombres al ¨¢rea de C¨¢rdenas, y adem¨¢s, en otro error infantil, Camello, el h¨¦roe de los Juegos Ol¨ªmpicos, sentenci¨® con el segundo gol de su equipo. Un saque de banda de Aramburu acab¨® en los pies de Pathe Ciss, que vio el movimiento de su compa?ero, el cual, ante la salida de Remiro, le cruz¨® el bal¨®n para hacer el segundo del Rayo Vallecano ante un rival que todav¨ªa no ha encontrado el camino.
El tanto de Zubimendi, el nuevo ¨ªdolo de la Real Sociedad despu¨¦s de su negativa al Liverpool, no consol¨® a nadie en el Reale Arena, que esperaba bastante m¨¢s de su equipo.
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