Plenitud azulgrana en Montju?c
Los azulgrana completan un magn¨ªfico partido, con Raphinha de goleador, ante un inexpresivo Valladolid y alcanzan el par¨®n con pleno de puntos en la Liga
?nicamente falt¨® un gol para cantar mambo en el festival azulgrana de Montju?c.
El Bar?a llega embalado al par¨®n de selecciones despu¨¦s de atropellar tambi¨¦n al Valladolid. Ha sido un equipo imparable en la cancha y en la clasificaci¨®n, mejor cada partido, resplandeciente en el estadio Ol¨ªmpico. Alcanzada la cuarta jornada, nadie se quej¨® de la cuesta de la monta?a del calvario, sino que la hinchada se felicit¨® en su largo regreso a casa por un partido delicioso de los muchachos de Flick. Nunca pararon de atacar, tan afilados como alegres, y las jugadas y los goles se sucedieron como carambolas de billar porque fue un equipo tan virtuoso como f¨ªsico, entregado al liderazgo creciente de Lamine Yamal. El salto de calidad es manifiesto con la explosi¨®n del extremo que triunf¨® en la Eurocopa, la llegada de Olmo y la buena salud de Pedri. No es extra?o que adem¨¢s de Lewandoski, Raphinha se pusiera las botas (tres goles) con el f¨²tbol colectivo de los interiores del Barcelona. Nadie se acord¨® del mercado de verano ni de invierno sino que se entreg¨® al fichaje de Dani Olmo.
La mano de Flick no ha sido precisamente ajena a la optimizaci¨®n de la plantilla: ¡°Adoro a mi equipo¡±, advirti¨® el s¨¢bado, para despu¨¦s precisar: ¡°Tenemos a 18 jugadores, suficiente¡±, la mejor manera de responder a las penurias econ¨®micas del club, a las lesiones, a los fichajes fallidos, satisfecho con la contrataci¨®n de Olmo y admirado por la respuesta de La Masia. La Grada de Animaci¨® se olvid¨® de Laporta y se puso a corear el nombre de Hansi Flick. El t¨¦cnico ha respondido con profesionalidad y seriedad al ilusionismo y victimismo que a menudo atenaza al aficionado cul¨¦ en un inicio de campeonato sorprendente si se cuenta el pleno de puntos y la mucha gente que se congrega en Montju?c. Ahora toca disfrutar del momento porque nadie sabe hasta d¨®nde llegar¨¢ un plantel que no para de presentar juveniles de la cantera ¡ªel ¨²ltimo es el central Sergio Dom¨ªnguez.
Todas las piezas encajan cuando un equipo act¨²a con determinaci¨®n y confianza, juega como se entrena, avalado por la victoria ante rivales como el Valencia, el Athletic y el Rayo. Tambi¨¦n encaj¨® Marc Casad¨®. Aun cuando el Valladolid cedi¨® el bal¨®n y el campo, la presi¨®n sobre Casad¨® era doble por ser el mediocentro, un jugador decisivo para evitar que el equipo se parta por el tir¨®n de los muchos jugadores de ataque y dispuesto para el f¨²tbol directo, y por tener que combatir el recuerdo de Bernal. La respuesta del volante ascendido del filial fue tambi¨¦n impecable por que se ofreci¨® continuamente de forma natural y precisa en su intento de equilibrar al equipo y mantener la concentraci¨®n defensiva que le hab¨ªa pedido Flick.
Las prestaciones mejoraron ante un adversario m¨¢s accesible como el Valladolid. Los barcelonistas no esperaron a que el partido se abriera como en las jornadas anteriores, sino que se fueron sin demora a por la porter¨ªa de Hein. El f¨²tbol era tan vivo y continuo y las ayudas en defensa de los delanteros resultaban tan constantes que el gol se anunci¨® repetidamente hasta que marc¨® Raphinha. El brasile?o tir¨® el desmarque y defini¨® estupendamente una jugada dise?ada Pau Cubars¨ª. Al pase largo del central respondi¨® el extremo con un control orientado con el pecho y una sutil definici¨®n sobre la salida del meta del Valladolid. El segundo gol, muy parecido en la gestaci¨®n y resoluci¨®n al 1-0, lleg¨® de inmediato: el pasador fue Lamine Yamal y el rematador Lewandowski. Incluso marc¨® Kound¨¦. El franc¨¦s tir¨® a la cruceta a la salida de un c¨®rner mal rechazado por la montonera organizada por Pezzolano.
Los recursos del Bar?a eran tan abundantes como escasos los ant¨ªdotos de un Valladolid que solo respiraba muy de vez en cuando por el costado de Ra¨²l Moro, reducido por Ter Stegen. El f¨²tbol flu¨ªa con los pases filtrados de Olmo y Pedri, los centrales picaban la pelota a la espalda de los centrales y las jugadas se acababan siempre, a veces con remates a la red y en ocasiones a los postes, como le pas¨® dos veces a Olmo. Los azulgrana atacaban los espacios y dominaban el timing del juego ¡ªla relaci¨®n entre el emisor y el receptor¡ª, igual de da?inos con los cambios de orientaci¨®n que en el juego entre l¨ªneas o por fuera, muy din¨¢micos e incontenibles para el Valladolid.
Ni el descanso, y menos la rueda de cambios, frenaron a un ambicioso Barcelona. Volvi¨® a marcar Raphinha, oportunista despu¨¦s de un remate fallido de Lewandowski (4-0), y repiti¨® despu¨¦s en una jugada de ¨¢rea a ¨¢rea, despu¨¦s de un c¨®rner a favor del Valladolid, conducida por Lamine (5-0). Tampoco falt¨® finalmente el gol de Olmo en una acci¨®n preciosa por el recorte y el tiro ajustado al palo del portero (6-0). Y cerr¨® la tunda un delantero que funciona mejor como suplente que de titular como Ferran, asistido por Raphinha. La gente aguardaba el octavo para cantar mambo y si no lleg¨® fue por casualidad y no por desinter¨¦s azulgrana ni por acierto del Valladolid, espectador del partido, dejado de la mano de Dios, sin Ronaldo en el palco de Montju?c.
No se habl¨® tanto de figuras como del sofisticado y preciosista juego colectivo del Barcelona. ?nicamente se redund¨® en la figura de Flick, que por ahora se presenta como el mejor fichaje del Bar?a, tanto por su comportamiento en el campo como en la sala de prensa, siempre comedido y serio, sin concesiones, sabedor de que simplemente se han jugado cuatro partidos de Liga. La estad¨ªstica asegura en cualquier caso que ha sido el mejor arranque de los azulgrana en los ¨²ltimos seis a?os (2018-2019). La ansiedad azulgrana es tanta que incluso a veces se olvida la Liga ganada hace dos a?os con Xavi. Nadie expresa mejor la situaci¨®n que vive el barcelonismo que Raphinha. Nunca fue una figura, ni en el Barcelona ni en la selecci¨®n de Brasil y sin embargo hoy es el delantero m¨¢s resolutivo de un reivindicativo y plet¨®rico Bar?a.
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