?Qu¨¦ experiencia te prepara para la primera vez?
El Girona demostr¨® en Champions que un novato no tiene por qu¨¦ achantarse ante los veteranos, por mucho que la experiencia sea un grado
?Cu¨¢nta experiencia se necesita para jugar la Champions? En la previa del PSG-Girona, Luis Enrique lanzaba esta pregunta a un periodista franc¨¦s que quer¨ªa saber si al t¨¦cnico le preocupaba que su plantilla, de 23 a?os de media, fuera una de las m¨¢s j¨®venes de Europa y que pudiera faltarle conocimiento de la competici¨®n. Por experiencia se refer¨ªa a partidos, a jugar a la intensidad f¨ªsica de Champions, al estr¨¦s cuando se abordan las ¨²ltimas rondas, a dominar los peque?os detalles. A no cometer errores clave, en definitiva. No creo que ninguno imaginara c¨®mo se iba a resolver el partido, para desgracia de Gazzaniga y el Girona.
A menudo confundimos experiencia con veteran¨ªa, cuando la experiencia no necesariamente son a?os. Es, solamente, que ya no sea tu primera vez. Mi amigo Jonatan Gir¨¢ldez gan¨® dos Champions con 31 y 32 a?os. Un entrenador joven, vaya. Pero cuando las gan¨® no era inexperto. De hecho, ya hab¨ªa jugado una final, se acordaba de c¨®mo la hab¨ªa perdido y le sirvi¨® para preparar mejor su siguiente abordaje. Los aprendizajes del camino son los que te hacen experto, no el DNI. Fijaos en Stuani: casi 38 a?os y principiante en Champions. El mi¨¦rcoles port¨® el brazalete de capit¨¢n por la humana gesti¨®n de grupo de M¨ªchel, y fue una mezcla maravillosa de ilusi¨®n de novato y tablas de veterano.
Nadie niega ¡ª y mucho menos la gente con m¨¢s recorrido ¡ª que con la repetici¨®n llega el perfeccionamiento y el dominio, de ah¨ª el valor de los maestros, pero a menudo nos limitamos ¡ª y limitamos ¡ª pensando que una persona que se estrena va a funcionar peor que la que est¨¢ ¡°cansada¡± de hacer algo. Curiosa expresi¨®n. ?No es contradictorio que se considere mejor ese punto de aburrimiento y comodidad por la rutina que la frescura e inocencia de quien tiene todo por descubrir?
La inconsciencia de quien no conoce a¨²n sus l¨ªmites es poderos¨ªsima. Y en este mundo de sue?os y b¨²squeda de objetivos que es el deporte, es un arma que da alas. ?O no hemos escuchado nunca eso de que un s¨²per talento juega en un gran estadio como si estuviera en el jard¨ªn de su casa, ajeno o ajena a la presi¨®n, a las expectativas? Quiz¨¢s nos complicamos cuando empezamos a querer ser un list¨®n concreto. Alcanzar la sombra de tu vuelta r¨¢pida en el videojuego.
Ese es el gran reto del Girona este a?o: ser capaz de seguir catapult¨¢ndose desde el ¨¦xito de la temporada pasada, pero esquivando la comparaci¨®n y asumiendo que han pasado a estar en el punto de mira. Es lo malo de la segunda vez cuando la primera ha ido muy bien: para el rival ya no eres una sorpresa. A ti te ahoga tu expectativa, a ¨¦l le ayuda su recuerdo. M¨ªchel lleva desde agosto haciendo equilibrios entre la necesidad de anclar al suelo los pies que quieren volar antes de tiempo y la voluntad de seguir alimentando ese motor impagable que es sentir que puedes conseguir lo que nadie ha conseguido. ?Qu¨¦ experiencia te prepara para hacer historia por primera vez?
Me gusta la idea de que ese terreno virgen que el Girona quiere andar ahora, lo est¨¢ andando mirando atr¨¢s, recordando los baches que ha tenido que superar para llegar a estos d¨ªas dorados. Son los ascensos frustrados, son los a?os de sufrir en la parte baja de la clasificaci¨®n. Y es, tambi¨¦n, confiar en tu entrenador cuando las cosas no van del todo bien. Est¨¢ m¨¢s cerca de corregir un error quien lo ha cometido. Usar la experiencia para vivir cosas nuevas. Maravillosa contradicci¨®n.
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