Lamine Yamal ya figura entre los c¨¦lebres del Barcelona por su ¨²ltima genialidad en Villarreal
La asistencia del azulgrana a Raphinha en el 1-5 en La Cer¨¢mica ha pasado a formar parte de la antolog¨ªa de los mejores gestos t¨¦cnicos en los 125 a?os de historia cul¨¦
Hay jugadas que trascienden al partido m¨¢s emocionante e incluso a la ¨¦poca m¨¢s competitiva como pudo ser la que sostuvieron ¨²ltimamente Messi y Cristiano Ronaldo. El impacto se agranda cuando el protagonista pertenece a un equipo de una cultura tan sensible como la del Bar?a. As¨ª se explica la difusi¨®n y el aura que ha cobrado la asistencia de Lamine Yamal a Raphinha en el 1-5 de La Cer¨¢mica. El pase del extremo con el exterior de su zurda desde el costado derecho a la banda opuesta por la que llegaba Raphinha provoc¨® la admiraci¨®n de la audiencia y el aplauso de la hinchada del Villarreal. El vuelo del bal¨®n de pie a pie ha pasado a formar parte de la antolog¨ªa de los mejores gestos t¨¦cnicos en los 125 a?os de historia del Barcelona.
La impronta es tan reciente que todav¨ªa no hay quien haya descrito, y menos cantado, una par¨¢bola ¨²nica en el cat¨¢logo de las obras geniales a visionar en el futuro Camp Nou. A sus 17 a?os, Lamine Yamal no es Pel¨¦, seguramente la figura m¨¢s precoz de fama mundial, ni Di St¨¦fano, y menos Cruyff, Maradona o Messi. El barcelonismo, sin embargo, festeja ya la llegada de un delantero que ha permitido poner al d¨ªa el ¨¢lbum de cromos de un club que, en sus ¨¦pocas de bonanza y con los mejores extranjeros, siempre tuvo como referencia a la cantera y, consecuentemente, al Espa?a Industrial, al Condal, al Barcelona Atl¨¦tic, al Bar?a B y a La Masia.
Las mejores familias cul¨¦s retienen la oda a Platko que Alberti dedic¨® al gigantesco portero h¨²ngaro por sus paradas en la final de Copa que enfrent¨® al Bar?a y a la Real en Santander en 1928: ¡°Ni el mar, que frente a ti saltaba sin poder defenderte/ Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que m¨¢s rug¨ªa/Ni el mar, ni el viento, Platko, rubio Platko de sangre, guardameta en el polvo, pararrayos/ No nadie, nadie, nadie, nadie se olvida, Platko/¡±. Pepe Samitier, muy amigo de Gardel, fue conocido como ¡°L¡¯home Llagosta¡± porque en su salto con la punta del pie tocaba el larguero de la porter¨ªa en los a?os 20 como ilustr¨® Valent¨ª Castanys. Y evocados igualmente son los efectos y golpeos de Kubala que tan bien relata Serrat.
?Este pase de Lamine?
— DAZN Espa?a (@DAZN_ES) September 23, 2024
En bucle. pic.twitter.com/1PcumwXGnp
El salto de Cruyff ante Reina (1973); el arrastre de Romario frente a Alkorta (1994); la el¨¢stica de Ronaldinho en el Bernab¨¦u (2005); el gol de Messi al Getafe (2007), el de Iniesta en Stamford Bridge (2009) y los de Maradona en el Bernab¨¦u (1983) y en Belgrado (1982), as¨ª como los pases de Lo Pelat a Ronaldo (1997-1998), figuran en la memoria barcelonista ahora agitada por el juvenil Lamine. La jugada del extremo ante el Villarreal ha merecido multitud de adjetivos tanto por su est¨¦tica como por su dificultad y aumenta la expectaci¨®n por el partido de Montju?c contra el Getafe.
El ruido del estadio no deber¨ªa acallar la posibilidad de recitar versos como los de Zitarrossa dedicados a Garrincha: ¡°Lo lleva atado al pie, como una luna atada al flanco de un jinete/ lo juega sin saber que juega el sentimiento de una muchedumbre, y le pega tan suave, tan corto, tan bello/ que el bal¨®n es palomo de comba en el vuelo/ y lo toca tan justo, tan leve, tan quedo/ que lo limpia de barro y lo cuelga del cielo/ y se estremece la gente, y lo ovaciona la gente¡±. La letra proyecta por momentos la figura de Lamine. El delantero ya ha dejado huella con una acci¨®n ¨²nica que ha asombrado al f¨²tbol y encumbrado al Bar?a.
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