El Madrid se derrite en Lille
Un gol de penalti provoca la primera derrota del equipo de Ancelotti después de 36 partidos invicto, en otra noche de juego desconectado que termina con un arrebato de balones al área que no dio fruto
Sucedió en Lille, pero podría haber pasado en cualquiera de los campos en los que ha jugado esta temporada el Real Madrid, que ha emprendido el curso caminando por la cornisa, asomado a la derrota, sin terminar de encontrar una estructura con la que ordenarse y gobernar el juego. Y sucedió en el estadio Pierre-Mauroy. Allí se rindió el último campeón de Europa después de 36 partidos sin verse derrotado. Pero volvió a lucir esa especie de ausencia de esqueleto, esa falta de dirección de juego. Apenas inquietó al Lille hasta que despreció los mapas que no conseguía seguir y se entregó al caos. Produjo entonces unos minutos de peligro, un chaparrón de balones al área que se encontraron con el acierto de Chevalier. Fue un grito postrero antes de derretirse en la segunda jornada de esta nueva Champions en la que se ve lejos de la cabeza tras visitar a uno de los rivales que menos temía.
Recién salido de la caldera del Metropolitano, tropezó como el Atlético en Lisboa, aunque con menos estrépito. El Real se presentó en Lille con varios estrenos en el once. Eran los primeros minutos de Lunin y Camavinga, y la primera titularidad de Endrick, mientras en el banquillo esperaban Rodrygo y Mbappé, que parecía haber completado una recuperación fulgurante. Los cuatro centrocampistas con Tchouameni y Camavinga sujetando el doble pivote, anunciaban el control del Real, pero el Lille, pese a encontrarse agujereado por las bajas, se fue haciendo con la pelota.
Zhegrova manejaba el partido para los franceses mientras el Madrid no hilaba. El encuentro de los blancos era una sucesión de impulsos discontinuos. El centro del campo volvía a ser un lugar sospechoso, donde no se registraba elaboración. El Lille tenía ganada esa parcela y el Madrid se mostraba desconectado. Ni Valverde, ni Tchouameni, ni Camavinga lograban engarzar al equipo. Y Bellingham y Vinicius apenas aparecían, mientras Endrick exhibía su arrojo desbocado.
Pese a esa especie de vacío que desplegó de salida el Madrid, provocó el pánico de Chevalier con dos chispazos. Vinicius probó de lejos al portero después de un robo de Bellingham, y el portero respondió muy seguro abajo. Igual que cuando Endrick corrió y corrió en diagonal hasta entrar en el área y encontrarse cara a cara con él. El brasile?o disparó contra el cuerpo del guardameta.
El avance del reloj no despertaba al Madrid, que veía cómo el Lille seguía creciendo, seguía tocando bajo la batuta de Zhegrova, que marcaba los tiempos, escondía la pelota y encontraba en el segundo palo a Jonathan David. Lunin desactivó el cabezazo, pero el balón volvió al delantero canadiense que insistió con otro remate. El ucranio levantó el brazo izquierdo desde el suelo y despejó con las puntas de los dedos del guante. Había regresado de la nevera como si nunca hubiera dejado de jugar. Y era su primera noche del curso. Pero ni ese sobresalto despabiló al Real.
El Lille seguía empujando. Hasta que se encontró con una falta cerca de la frontal, de la que también se encargó Zhegrova. Tiró a una zona abarrotada de camisetas blancas y le acertó al brazo izquierdo de Camavinga, algo que se escapó a la vista del árbitro, pero no a la vigilancia del VAR. Lunin se vio de nuevo ante Jonathan David, pero esta vez el canadiense le enga?ó y el Lille se fue al descanso con ventaja.
En el vestuario parecieron recibir el calambrazo que no les había provocado ni el susto de las dos paradas sucesivas de Lunin. Después del intermedio, desapareció Mendy y en su lugar estaba Fran García, con más recorrido hacia arriba. También apareció algo más de intensidad. Pero era insuficiente. El primer tiro peligroso lo registró el Lille. Otra vez Zhegrova.
Ancelotti decidió entonces retirar a Endrick, el titular más joven de la historia del club, y a Milit?o, y recurrir a Modric y Mbappé: la esperanza de un poco de orden y algo de picante. Aunque el francés resultó transparente en su regreso. El Lille respondió con una contra de Zhegrova y David. El Madrid tenía sueltas todas las conexiones, y para lograrlo el Lille apenas había necesitado un orden disciplinado. Ni siquiera habían acudido a la asfixia por derroche físico. Les bastaba una seguridad formidable con la pelota, una convicción repleta de acierto.
El Madrid no iba. Y empezaba a ahogarse en la angustia. Aunque también allí encontró el modo de soltar los últimos zarpazos: balones al área que quedaron en nada. Así se derritió en Lille después de rondarlo mucho.
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
16
BCN
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
17
RMA
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
18
LIL
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
19
PSG
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
20
CLT
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
15
BAY
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
16
BCN
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
17
RMA
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
18
LIL
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
19
PSG
|
3 | 2 | 1 | 0 | 1 |
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás a?adir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.