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Mbapp¨¦ revienta al Manchester City y el Madrid pasa a octavos
Con un ¡®hat trick¡¯ del franc¨¦s, el equipo de Ancelotti zarandea y reduce al de Guardiola, el ¨²ltimo gran antagonista, con un partido de enorme dominio resuelto con un resultado corto
La Copa de Europa contiene casi todas las respuestas para el Real Madrid. Sobre su esencia, su destino, su rumbo. En un curso que ha transitado durante meses dubitativo, inestable e indeciso, volvi¨® a encontrar el camino en la Champions, de nuevo estimulado por su gran antagonista de los ¨²ltimos a?os al que esta vez zarande¨® en las dos entregas del playoff, en dos noches que dejaron la sensaci¨®n de que se hab¨ªan quedado cortos en el destrozo que pod¨ªan haber provocado en un Manchester City que hicieron parecer m¨¢s desvalido y desvencijado que lo que mostraban las quejas de Guardiola por los contratiempos. En el Bernab¨¦u, la cuenta se qued¨® en los tres goles de Mbapp¨¦ cuando se present¨ªa goleada de ¨¦poca. No sucedi¨®, pero el da?o de dejar al City fuera de Europa en febrero, y ya sin Premier, no es menor. Impulsado por el acierto de Mbapp¨¦, el Madrid avanza a octavos, contra el rival que le depare el sorteo de este viernes, el Atl¨¦tico o el Bayer Leverkusen.
En la vuelta de la cuarta entrega consecutiva, al nuevo cl¨¢sico europeo se le hab¨ªa escapado el gas. El Real golpe¨® todav¨ªa en una fase de tanteo que no hab¨ªa existido antes casi nunca. El City andaba situ¨¢ndose, mirando qu¨¦ hacer. El Madrid hab¨ªa comenzado sin ansias, por primera vez con ventaja al comenzar el partido de vuelta, con R¨¹diger de vuelta en la defensa y Tchouameni de regreso al centro del campo con Ceballos. No le aguardaba ninguna misi¨®n heroica. Con las pulsaciones extra?amente por los suelos, Asencio repiti¨® el pase lejano a la espalda que ejecut¨® en su debut contra Osasuna. El env¨ªo cay¨® en el espacio despejado al que corr¨ªa Mbapp¨¦, que toc¨® con levedad por encima de Ederson y deposit¨® la pelota en la red. Parec¨ªa que no hab¨ªa pasado nada, y empezaba a pasar todo.
Dos minutos m¨¢s tarde, Stones se sent¨® lesionado. El encuentro no hab¨ªa alcanzado siquiera el minuto 7 en el que el fondo sur recuerda a Juanito y el equipo de Guardiola registraba un gol en contra y un ca¨ªdo. Vagaban desorientados, sin rastro de ese pelot¨®n salvaje que tantas noches asfixi¨® al Madrid. Aquel grupo devoraba cada cent¨ªmetro, manten¨ªa ahogado al Real, incapaz de enlazar tres pases, de avanzar diez metros. Nada de eso apareci¨® en el Bernab¨¦u, por cuya pradera giraba Tchouameni regalando pases de tac¨®n y vaselinas a la espalda. Los ingleses estaban lejos, llegaban tarde. Nada que ver con el no tan remoto prodigio atl¨¦tico que tiranizaba encuentros y campeonatos.
Con el bal¨®n tampoco se parec¨ªan a la vieja pesadilla celeste. En el centro jugaban al paso Nico, G¨¹ndogan y Bernardo Silva, con aceleraciones epis¨®dicas e intrascendentes de Foden y casi nada de Savinho. Apenas miraban arriba, donde faltaba Haaland, lesionado. El City era un artefacto cansado y sin filo al que el Madrid decid¨ªa cu¨¢ndo le permit¨ªa jugar un rato. Hasta que Tchouameni decid¨ªa que hab¨ªa llegado el momento de recuperar y volver a embestir. El partido era de Ancelotti, que ha alineado voluntades y talentos. Y lo reclamaba cuando quer¨ªa.
Se juntaban por la izquierda Vinicius, Mbapp¨¦ y Bellingham, y hasta Rodrygo se acercaba a castigar el costado de Khusanov, de nuevo tembloroso. Ceballos ordenaba y el cuarteto explosivo percut¨ªa. Llegaban y llegaban, con la insistencia y la confianza del oleaje, que sabe que terminar¨¢ disolviendo cualquier banco de arena.
El City miraba. Hasta que Vinicius apareci¨® por la derecha y encontr¨® a Rodrygo, que super¨® a Khusanov con un ca?o y le dej¨® la pelota a Mbapp¨¦. El franc¨¦s sent¨® a Gvardiol y se apunt¨® el segundo. Sin arrebatos ni urgencias, sin angustias ni sobresaltos, el Madrid reduc¨ªa a un City que se ve¨ªa zarandeado y se hund¨ªa mientras ve¨ªa volar el bal¨®n a lo lejos, espectador de una exhibici¨®n contundente y sin estridencias del campe¨®n de Europa. Un zombi.
Mbapp¨¦ le propin¨® el tercer directo con un zurdazo despu¨¦s de una bicicleta. El equipo de Guardiola encajaba sonado en mitad de un ring agitado por los ol¨¦s del grader¨ªo. La noche hab¨ªa adquirido ese tono recreativo de las ocasiones en las que el Madrid se dispone a ajustar cuentas con alg¨²n rival que lo ha martirizado con sa?a. Con todo para aplicarle un correctivo de ¨¦poca. Pero, como otras veces, de pie ante el monstruo desvalido, experimenta una especie de ca¨ªda de tensi¨®n y deja la goleada a medio hacer. Ya en el descuento, Marmoush tir¨® una falta al larguero, el bal¨®n dio en Courtois y Nico empuj¨® el maquillaje, que apenas disimula el golpetazo del equipo de Guardiola en el Bernab¨¦u.