¡°Aqu¨ª nadie viene con su banderita personal¡±

¡°Vamos a ver, Carmen, no te vayas a lesionar¡±, se ha repiti¨® muchas veces durante los ¨²ltimos meses Carmen Mart¨ªn, la capitana de la selecci¨®n de balonmano, rumiando la posibilidad de que estos fueran sus ¨²ltimos Juegos. La almeriense, de 33 a?os, no se lastim¨®, pero el susto fue tremendo por dos PCR positivas que retrasaron un par de d¨ªas su viaje a Jap¨®n. Superado el sofoc¨®n, se uni¨® a un equipo que acude a la cita como subcampe¨®n del mundo tras acometer un profundo relevo generacional. De ese ¡°duro¡± tr¨¢nsito, de las expectativas y del complicado grupo que les espera en Tokio (Suecia, Francia, Brasil, Hungr¨ªa y Rusia; pasan cuatro) charl¨® hace una semana, antes de que la covid la amenazara, con otra veterana, Nerea Pena (Pamplona, 31). Las dos, adem¨¢s, arrastran un pasado ol¨ªmpico accidentado: la navarra se perdi¨® los Juegos de 2012 por una lesi¨®n y la andaluza se lesion¨® en Londres a mitad del torneo. Y en R¨ªo ambas sufrieron una eliminaci¨®n muy amarga en cuartos contra Francia.

Pregunta. ?Hay alguna revancha personal en Tokio?

C. M. No tengo ninguna espinita. En su d¨ªa, s¨ª. En 2012 era una cr¨ªa y te derrumbas. Pero, con el paso del tiempo, lo siento pero yo trabaj¨¦ cuatro a?os por ese bronce, jugu¨¦ cuatro partidos y lo considero m¨ªo. R¨ªo s¨ª fue muy duro. Llev¨¢bamos una renta alta [12-5 al descanso]. Mira, se me ponen los pelos de punta al recordarlo. Estos Juegos para m¨ª son un regalo.

N. P. Mi caso es diferente. Fue duro no ir a Londres, aunque luego han pasado tantas cosas¡­ En R¨ªo ya viv¨ª la experiencia, pero se qued¨® esa espina. Aquella derrota fue una cagada. Y estos los llevo esperando mucho tiempo. El a?o de la pandemia me hizo pensar por las dudas de si se iban a celebrar. Tengo ganas de revancha porque yo no tengo una medalla ol¨ªmpica.

P. Fueron subcampeonas del mundo hace un a?o y medio, y la pandemia les fren¨®. En el ¨²ltimo Europeo acabaron novenas. ?C¨®mo creen que les ven ahora las rivales?

N. P. Las potencias ya no son tan potencias y los peque?os han subido. Nosotras dimos un bombazo en un momento bueno, cuando todo estaba un poco revuelto. Despu¨¦s de entrar Carlos [Viver, en 2017], los primeros campeonatos fueron ca¨®ticos porque hab¨ªa mucha gente nueva y un sistema de juego diferente. Y, cuando consigues una medalla, parece que est¨¢s obligada a ganar la siguiente. Ahora para Tokio te dicen eso. ?Ojal¨¢ la pudiese comprar!

C. M. Acabar primeras el Preol¨ªmpico ya fue un trabajazo. Y seguimos siendo subcampeonas del mundo, espero que se vea as¨ª. Nosotras estamos bien. Hemos cogido consistencia.

N. P. Ahora viene la fiesta. Nos perciben como una selecci¨®n peligrosa. Es verdad tambi¨¦n que, al principio, el desconocimiento de las jugadoras nuevas nos benefici¨®.

¡°Consigues una medalla y parece que est¨¢s obligada a ganar la siguiente¡±

Nerea Pena

P. Su grupo en la primera fase es muy dif¨ªcil. ?Han llegado a sentir cierto pesimismo en el entorno?

C. M. Igual vivo muy aislada, pero en absoluto. De hecho, la gente est¨¢ muy a tope con nosotras. Saben que es un grupo muy duro, pero no significa que no existan posibilidades.

N. P. M¨¢s que pesimismo, realismo. Tenemos el grupo de la muerte. Si pasamos la liguilla, luego la t¨¢ctica ser¨ªa contra qui¨¦n te quieres cruzar.

P. ?El n¨²cleo de cuatro o cinco veteranas del que forman parte son b¨¢sicas como locomotora del equipo?

C. M. Sobre todo, por la experiencia, por haber vivido m¨¢s cosas para saber c¨®mo se gestionan las situaciones. Pero somos bastante buenas en tratar el vestuario, intentando que todas opiniones sean importantes. Tenemos muy claro que el equipo va primero. Aqu¨ª nadie viene con su banderita personal.

P. ?Las j¨®venes son muy diferentes a c¨®mo eran ustedes?

N. P. Diferentes [risas]. Es que cambia todo: la generaci¨®n, el estilo de vida¡­ Nosotras intentamos integrarlas, que se mantenga el buen ambiente. Yo soy m¨¢s cascarrabias que Carmen, pero cada una tiene lo suyo. Nos compensamos bien.

C. M. Yo no tengo nada que ver con la que era. Ten¨ªa mucha m¨¢s mala leche. No s¨¦ si viene de Andaluc¨ªa, de los genes o del barrio, pero ven¨ªa aqu¨ª a pisar, a pisar y a pisar. Si me lo permit¨ªan, claro.

¡°Yo entr¨¦ en la selecci¨®n a pisar, a pisar y a pisar. Aunque no me dejaran¡±

Carmen Mart¨ªn

P. ?Y se lo permit¨ªan?

C. M. No, pero lo hac¨ªa igual porque quer¨ªa mi sitio. Es importante saber que tienes que competir. No solo con tu compa?era, sino contigo misma para mejorar el grupo.

P. En 2017 se inici¨® un relevo generacional muy grande y ustedes se quedaron entre las m¨¢s veteranas. ?C¨®mo lo vivieron?

N. P. No voy a mentir, el cambio fue muy brusco y duro. Hab¨ªa otras jugadoras y un nuevo cuerpo t¨¦cnico. Fue empezar de cero. Soy central y tuve que aprender un sistema para dirigir el equipo. Me cost¨® mucho. Por eso nos llev¨® un tiempo sacar alg¨²n resultado y crear un grupo. Pero fuera de la pista nos encargamos de que se mantuviera la esencia de los ¨²ltimos 14 a?os, que ha sido la base del ¨¦xito.

C. M. S¨ª, yo lo viv¨ª igual. Mi posici¨®n [extremo] es diferente y el cambio no fue tan grande en ese sentido, pero s¨ª tratamos de mantener el buen rollo, seguir siendo unas guerreras. Que eso fuera por delante de otras cosas.

N. P. Antes jug¨¢bamos con los ojos cerrados, y pasamos de eso a no conocer a gente. Yo he venido a convocatorias y me he encontrado con jugadoras de las que pod¨ªa haber o¨ªdo hablar, pero no hab¨ªa jugado contra ellas. Nosotras llevamos en el extranjero un tiempo y, por mucho que sigas la actualidad, nunca has coincidido con ellas. Eso fue lo que m¨¢s cost¨®.

C. M. Mucho. Antes tambi¨¦n ven¨ªamos a la selecci¨®n jugadoras del mismo equipo con las que entren¨¢bamos a diario. Y, aunque no hubieras jugado con ellas, las conoc¨ªas. Nosotras ¨¦ramos de las j¨®venes y estaban nuestras referentes: Macarena Aguilar, Marta Mangu¨¦, Bego?a Fern¨¢ndez, Ver¨®nica Cuadrado¡­

¡°El cambio generacional fue muy brusco. Pasamos de jugar con los ojos cerrados a no conocer a gente¡±

Nerea Pena

N. P. Ahora es complicado. Muchas estamos fuera, llegas aqu¨ª y hay gente de la Liga que no la has visto jugar en tu vida.

C. M. Si estuvi¨¦ramos en Espa?a, tendr¨ªamos m¨¢s referencias. Vemos algunos partidos, sabemos c¨®mo va la Liga, cosas que salen en las redes¡­ Pero no conoces todos los detalles.

N. P. Y luego tambi¨¦n est¨¢ el poco tiempo para trabajar. Si tuvi¨¦semos semanas internacionales todos los meses¡­ Pero aqu¨ª te re¨²nes un domingo y juegas el s¨¢bado siguiente. Hay cinco d¨ªas para adaptar a alguien nuevo. A algunas las conocemos como espectadoras. Las hemos visto en la tele.

P. Despu¨¦s de tantos a?os en el extranjero, ?c¨®mo afrontan cada convocatoria?

C. M. Nosotras no estamos fuera porque queramos, sino porque es nuestro trabajo. Venir a Espa?a, hablar tu idioma, no tener que adaptarte a nueve culturas diferentes¡­ La selecci¨®n nos lo da todo.

N. P. Cuando estaba en el Itxako [desaparecido por la crisis en 2013], me daba como pereza. Y ahora es: ¡®Dios, que llegue la selecci¨®n, que me quiero ir a Espa?a¡¯.

¡°Nosotras no jugamos en el extranjero porque queramos. Deseamos volver a la Liga espa?ola¡±

Carmen Mart¨ªn

P. Las dos se tuvieron que ir hace una d¨¦cada. Se habla mucho de la gran crisis de la Liga masculina, pero no tanto de la femenina.

N. P. Se rompi¨® en 2012. As¨ª como la de t¨ªos no se ha roto del todo porque, al menos, el Barcelona la mantiene, en chicas pasamos de tener un subcampe¨®n de la Champions [el Itxako] a que ese equipo desapareciera. Ese a?o nos marchamos much¨ªsimas al extranjero. En chicos fue m¨¢s progresivo.

C. M. Antes ten¨ªamos seis equipos jugando en Europa y no hab¨ªa ning¨²n problema a nivel econ¨®mico. Y llegar hasta ah¨ª no era tan f¨¢cil, hab¨ªa que currar mucho m¨¢s.

N. P. Nosotras sacamos mucho el tema porque somos las primeras interesadas en que se intente, al menos, apoyar un equipo. Ego¨ªstamente, tener una oportunidad de retirarte en casa ser¨ªa ideal. Estamos en una etapa de nuestra vida en la que pensamos que nos quedan equis a?os en activo y nos encantar¨ªa vivirlos cerca de casa, ayudar a que el balonmano resurja. Pero ahora lo veo inviable porque las condiciones no se dan.

C. M. Tenemos ganas de volver a Espa?a. Ya no eres una cr¨ªa que lo quieres todo y te da igual d¨®nde caigas. Yo estoy acabando Turismo. Lo que espero, despu¨¦s del balonmano, es tener un trabajo. Mi duda es d¨®nde voy a vivir.

N. P. Yo pienso mucho, a m¨ª s¨ª me preocupa. No se me van a caer los anillos por trabajar de cualquier cosa y los retos me molan, pero s¨ª tengo curiosidad en saber qu¨¦ ser¨¢ de m¨ª. Me da miedo no encontrar lo que me gusta.

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