Mireia Belmonte se queda a 23 cent¨¦simas del bronce en 400 estilos
Mal preparada despu¨¦s de un a?o de indulgencias y problemas f¨ªsicos, la espa?ola recorta su marca anual (4m 35,13s) pero se queda fuera del podio que corona la japonesa Ohashi
Mireia Belmonte hizo la carrera perfecta y apenas le alcanz¨® para quedar cuarta en la final de 400 metros estilos. Cuadr¨® la ecuaci¨®n, dadas sus limitadas condiciones f¨ªsicas despu¨¦s de completar el ciclo ol¨ªmpico m¨¢s indulgente y accidentado de su carrera, plagado de lesiones y vac¨ªos en su calendario de entrenamientos. Su tiempo, 4m 35,13s, fue el producto de una gesti¨®n magistral de la energ¨ªa. Su mejor marca en a?os. A?os de baj¨®n que se cerraron en Tokio en el l¨ªmite. El bronce se le escap¨® por 23 cent¨¦simas. Su valor fue de 4m 34,90s, tiempo que hizo la estadounidense Hali Flickinger. Emma Weyant repiti¨® su mejor marca del a?o con 4m 32,76s, y la fin¨ªsima Yui Ohashi se convirti¨® en la primera nadadora japonesa que goz¨® del honor de ofrecer un oro a su p¨²blico en los campeonatos del pa¨ªs organizador (4m 32,08s).
Nunca en la historia de los 400 estilos, ni en Mundiales ni en Juegos, una nadadora mayor de 30 a?os se subi¨® al podio. Mireia Belmonte se arrim¨® m¨¢s que nadie a la barrera. ¡°Me he quedado cerca, pero lo he dado todo y no he podido m¨¢s¡±, dijo la espa?ola. ¡°Ahora mismo el sentimiento es un poco extra?o porque soy competitiva y me gusta luchar y estar en los primeros puestos. Pero despu¨¦s de este a?o no me esperaba este resultado. La verdad es que estuve desde enero hasta mayo sin poder entrenar, pero al final he podido avanzar m¨¢s r¨¢pidamente. Llegu¨¦ aqu¨ª con incertidumbre. No sab¨ªa la forma en que estaba. Al final, ha salido bien¡±.
Solo se o¨ªan los gritos de nadadores y entrenadores alineados en las gradas vac¨ªas del Centro Acu¨¢tico de Tokio, concebido como un templo a un deporte que en Jap¨®n merece reverencia. La primera jornada de finales del campeonato ol¨ªmpico dej¨® patente el estado de melancol¨ªa que atraviesa el pa¨ªs anfitri¨®n ante la nueva ola de la pandemia de covid. Los 400 estilos tampoco ayudaron al furor general. Se trata de una prueba deprimida. Las l¨¢grimas y el estupor de Ohashi al salir de la piscina reflejaron la sorpresa que le produjo la posici¨®n. Entrenada por el gran Norimasa Hirai, verdadero c¨®nsul de la nataci¨®n japonesa, Ohashi resume la clase, la elegancia y el cuidado por el equilibrio de una escuela inigualable. Pero su registro no le habr¨ªa servido para ganar la plata en R¨ªo ni en Londres. En los Juegos de Pek¨ªn de 2008, primeros y ¨²ltimos que se celebraron bajo la influencia de los ba?adores de poliuretano, la marca no le habr¨ªa alcanzado ni para subirse a un podio que ocup¨® la australiana Stephanie Rice despu¨¦s de dejar el r¨¦cord mundial en 4m 29,35s.
Katinka Hosszu pulveriz¨® la plusmarca en R¨ªo hace cinco a?os con 4m 26,36s. Pero en Tokio no consigui¨® remontar su parcial de espalda. La h¨²ngara, que durante un tiempo hizo de la espalda una especialidad y una palanca que le serv¨ªa para sortear rivales, perdi¨® la plata mientras nadaba su estilo de referencia, el mismo que le brind¨® el oro en la final de 100 espalda en 2016. Vi¨¦ndose atr¨¢s, se encontr¨® sin est¨ªmulos. Suele suceder cuando no se siente dominadora con holgura. Acab¨® en quinta posici¨®n con 4m35s minutos largos. A sus 32 a?os, la autodenominada Dama de Hierro recibe se?ales de aviso. Se avecina al crep¨²sculo.
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