Dressel empieza a pintar la ruta de amarillo

El estadounidense Caeleb Dressel es la estrella m¨¢s popular de la nataci¨®n. Ha ganado 13 medallas de oro en los dos ¨²ltimos Mundiales y ocupa la vacante medi¨¢tica que dej¨® Michael Phelps. Le favorecen las especialidades que practica ¡ªdistancias cortas en libre y mariposa, y por tanto la posibilidad de participar en m¨²ltiples relevos¡ª y la magnitud de sus marcas. Hace dos a?os, Dressel arrebat¨® a Michael Phelps el r¨¦cord mundial de 100 metros mariposa y estableci¨® fabulosos registros en 50 y 100 metros libre. Es uno de esos portentos que en estos Juegos va a colocar su nombre en letras de ne¨®n. Por ahora no falla.

Dressel gan¨® la final de 100 metros libres, que es a la nataci¨®n lo que los 100 metros lisos al atletismo: la prueba por excelencia de la velocidad y la que m¨¢s tir¨®n tiene en la audiencia. Venci¨® por seis cent¨¦simas de segundo al australiano Kyle Chalmers, campe¨®n ol¨ªmpico en 2016. Son dos velocistas diferentes. Dressel es una explosi¨®n de energ¨ªa y ferocidad. A Chalmers le distingue su sostenida aceleraci¨®n, imposible de detener, excepto para Dressel.

Mantienen una electrizante rivalidad desde hace cinco a?os, pero su amistad sobrevive al cuchilleo de la competici¨®n. Despu¨¦s de la carrera, Chalmers acudi¨® inmediatamente a la calle de Dressel para abrazarle, gesto que cobra m¨¢s significado en el hist¨®rico paisaje de rencillas entre estadounidenses y australianos.

Si Dressel quer¨ªa hacer historia en Tokio ten¨ªa que ganar los 100 libres. Por favorito que fuera, se enfrentaba a un problema que Chalmers resolvi¨® en R¨ªo 2016: gan¨® la medalla de oro individual que Dressel no hab¨ªa conseguido. Para los grandes nadadores, los Mundiales producen prestigio, pero los Juegos Ol¨ªmpicos conceden la gloria. No es una diferencia peque?a.

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La carrera cumpli¨® con las expectativas. Dressel sali¨® como un cohete y no mir¨® atr¨¢s. Chalmers fue m¨¢s r¨¢pido de lo habitual en los primeros 50 metros y volvi¨® como un cicl¨®n. Dressel, famoso por su habilidad en las llegadas, aguant¨® el ataque del australiano y le derrot¨® por seis cent¨¦simas (47,02s contra 47,08). Seis cent¨¦simas fue exactamente la ventaja que adquiri¨® sobre Chalmers en la reacci¨®n de salida.

Natural de Florida, Dressel destac¨® por su precocidad ¡ªempez¨® a anotar r¨¦cords nacionales infantiles con 12 a?os¡ª antes de sufrir contratiempos que interrumpieron su trayectoria. Abandon¨® la nataci¨®n a los 17 a?os, superado por el estr¨¦s y el rechazo a unas expectativas que le quemaban. En 2018 sufri¨® graves heridas en un accidente de motocicleta. Tard¨® meses en recuperarse, pero su regreso en los Mundiales de 2019 fue apote¨®sico.

Durante la pandemia ha participado en la nueva liga de nataci¨®n (ISL), patrocinada por el billonario ruso-ucranio Konstantin Grigorishin. Dressel considera que ha sido la mejor experiencia posible para abatir la obsesi¨®n por los r¨¦cords, las marcas, los cron¨®metros y las cent¨¦simas de segundo, el desgastante universo que preside la vida de los nadadores. En la liga ISL, los tiempos aparecen y desaparecen en un instante del marcador. Lo que cuenta es la victoria, y en este apartado el nadador estadounidense ha rendido mejor que nadie.

El oro le liberar¨¢. Ya tiene su primera medalla de oro individual ¡ªregal¨® la que consigui¨® en el 4x100 a Brooks Curry, joven reserva del equipo¡ª. Dressel podr¨¢ destinar todos sus esfuerzos al segundo gran combate, tan esperado como el primero. En los 100 mariposa se enfrentar¨¢ al fenomenal Kristozf Milak. Si el americano arrebat¨® a Phelps el r¨¦cord de 100 metros mariposa, el de 200 se lo apropi¨® el h¨²ngaro. Milak, 21 a?os, se acerca cada vez m¨¢s a los registros de Dressel, que para los dem¨¢s son de otro mundo. Ser¨ªa muy raro que no surgiera un monumental r¨¦cord de este duelo de colosos.

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