En busca del nuevo dios
Toda una nueva generaci¨®n de atletas se postula para liderar la sucesi¨®n de Usain Bolt en los primeros Juegos sin el fen¨®meno jamaicano desde Pek¨ªn 2008
Hasta Tokio, hasta su estadio ol¨ªmpico, en el mismo sitio, no lejos del Palacio del emperador, pero de construcci¨®n nueva, plaza fuerte del atletismo desde los Juegos de 1964, no ha llegado el dios de la velocidad, Usain Bolt, que habr¨ªa disfrutado. Es el territorio de Bob Hayes y sus 10.00 del 15 de octubre, el primer r¨¦cord mundial de 100m medido con cron¨®metro electr¨®nico, y el 11,2s de Wyomia Tyus, el mismo d¨ªa, una hora antes, o de Betty Cuthbert y sus 52,01s en los 400m. Tokio es una sauna con 11 millones de personas en los Mundiales de 1991, y, despu¨¦s de la tormenta, su estadio, el escenario de la m¨¢s impresionante competici¨®n de salto de longitud de la historia, en la que, el 30 de agosto, cinco d¨ªas despu¨¦s de haber dejado el r¨¦cord del mundo de los 100m en 9,86s, Carl Lewis, el mejor saltador de entonces, vol¨® cuatro veces por encima de su mejor marca, 8,83, 8,84m, 8,91m (v) y 8,87, y no gan¨® porque Mike Powell borr¨® con 8,95m (8,98m de tal¨®n en la tabla a punta del pie en la arena) los 8,90m que se cre¨ªan imposibles de Bob Beamon en M¨¦xico 68.
El atletismo, el deporte de la segunda semana, ya llega a los Juegos. Treinta a?os despu¨¦s del Mundial, y, aunque el estadio sea ecol¨®gico y tenga m¨¢s madera y menos hormig¨®n, Tokio sigue siendo una sauna, humedad y sol que quema, el atletismo mundial regresa a su templo en busca de un nuevo ¨ªdolo, de una nueva figura a quien idolatrar. Los candidatos son tantos que tienen que hacer cola, lo que les fastidia, pues son j¨®venes e impacientes, y los viejos les miran con suspicacia.
A todos les miran as¨ª menos a Yulimar Rojas, la atleta con m¨¢s talento de todos, quiz¨¢s, que intentar¨¢ honrar la memoria del foso de arena batiendo, porque puede, y porque no lo ha hecho a¨²n por m¨ªnimos detalles, el r¨¦cord mundial de triple salto, los 15,50m de la ucraniana Inessa Kravets desde 1995, desde dos meses y medio antes de que naciera la venezolana que se prepara en Guadalajara.
A Tokio llegan en la flor de su forma europeos, como Karsten Warlholm, el noruego de los 13 pasos entre vallas que bati¨® hace nada (46,70s) el r¨¦cord mundial intocable de Kevin Young en Barcelona. En Tokio le espera, para el duelo que puede ser el de una de las grandes finales de los Juegos, el norteamericano Rai Benjamin, que tambi¨¦n ha bajado de los 47s, pero menos (46,83s). Ser¨¢n, cara a cara dos de los tres m¨¢s r¨¢pidos de la historia, una carrera casi tan de fuego como la que enfrentar¨¢ en los 400m vallas femeninos a las dos ¨²ltimas plusmarquistas mundiales, Sydney McLaughlin, de 21 a?os, y ya ol¨ªmpica en R¨ªo a los 16, estrella desde el instituto, y tiene la plusmarca mundial en 51,90s, 26 cent¨¦simas menos que Dalilah Muhammad, la campeona del mundo, a quien desposey¨® del r¨¦cord. Y no ser¨¢ menos tremendo, pese a la ausencia del hurac¨¢n Sha¡¯Carri Richardson, suspendida tres meses, los justos, por un positivo de marihuana, el duelo de los 100m femeninos a las jamaicanas Shelly Ann Fisher Price (10,63s este a?o, a sus 34 y madre un ni?o, la segunda mejor marca de la historia), campeona ol¨ªmpica en 2008 y 2012, como Bolt, y Elaine Thomson (campeona ol¨ªmpica en 2016, como Bolt, y ha corrido en 10,71s); o como los 200m masculinos de Noah Lyles, campe¨®n del mundo en Doha con 19,50s, y 19,71s este a?o, y amante de Bola de Drag¨®n y Pok¨¦mon, tan manga como los japoneses, contra Erriyon Knighton, un casi ni?o de Florida, que corre los 200m en 19,84s a los 17 a?os, y ha batido el r¨¦cord de Usain Bolt. Si saca una medalla, ser¨¢ el m¨¢s joven atleta de la historia que lo consigue.
Y no es el ¨²nico fen¨®meno adolescente, porque en los 800m, ausente la proscrita Caster Semenya, se presenta en sociedad por todo lo alto la prodigiosa Athing Mu, de 19 a?os, pen¨²ltima de siete hermanos hija de padres sudaneses que desde los 16 a?os genera titulares, y a ella le encanta, eso dice, que la llamen ni?a prodigio, es de Trenton (Nuevo Jersey) y ha corrido este a?o en 1m 56,07s, unas cent¨¦simas apenas m¨¢s r¨¢pida que la veterana cubana Rosa Mar¨ªa Almanza, su rival, en una prueba tan densa que hay tres atletas m¨¢s que han bajado de 1m 57s.
Mondo Duplantis no tendr¨¢ m¨¢s rival que un nuevo r¨¦cord del mundo en salto con p¨¦rtiga (6,18m), por lo que los aficionados m¨¢s sentimentales quiz¨¢s prefieran encontrar su dios en los 400m, prueba a la que regresa Wayde van Niekerk tras tres a?os lesionado, cinco despu¨¦s de rozar en la final de R¨ªo la barrera intocable de los 43s (43,03s), para encontrarse con Michael Norman, hijo de japonesa, 23 a?os, 43,45s como mejor marca, que le desaf¨ªa proclamando con una l¨®gica contraria al cambio cultural que est¨¢ viviendo el deporte ¡ªm¨¢s importa la vida y el bienestar, y la felicidad, que las marcas¡ª, que no es que se sienta obligado a estar a la altura de las leyendas de la distancia (Lee Evans, Quincy Watts, que es su entrenador, o Michael Johnson), sino que es ¨¦l quien quiere estar a su altura. Y que Tokio, donde la velocidad siempre mand¨®, ser¨¢ su reino.
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