Italia asalta los 100m
Marcell Jacobs sustituye a Usain Bolt como rey de la velocidad con una marca de 9,80s. Es el primer europeo campe¨®n ol¨ªmpico de la distancia desde Christie en 1992
Un chino, un italiano, un nigeriano, un surafricano, un canadiense¡ As¨ª podr¨ªa empezar un chiste malo y as¨ª empieza una final ¨²nica, la primera de los 100 metros de unos Juegos Ol¨ªmpicos sin Usain Bolt desde hace 17 a?os. Es un himno ecum¨¦nico. Y tambi¨¦n hay dos norteamericanos y un brit¨¢nico que, en un alarde de discreci¨®n, se retira del escenario, salida nula, antes de comenzar.
Desapareci¨® Usain Bolt del planeta atletismo y al astro ¨²nico le sustituyeron multitud de peque?os planetas, y el mundo de la velocidad es un cosmos tan complicado que ni Galileo sabr¨ªa calcular las ¨®rbitas.
Es el triunfo de la globalizaci¨®n en la pista milagro de Tokio, y gana un italiano llamado Marcell Jacobs, fulminante como un rel¨¢mpago, dinamita que en dos d¨ªas, en tres carreras, bate tres veces el r¨¦cord de Italia y dos el r¨¦cord de Europa (los 9,86s del portugu¨¦s Francis Obikwelu en 2004 que igual¨® el franc¨¦s Jimmy Vicaut en 2016).
En semifinales lo deja en 9,84s, y en la final --calle tres, arrancada de toro tremendo con su gran corpach¨®n, una bola de m¨²sculos, a los 30m llega segundo, 3,81s, dos cent¨¦simas m¨¢s que Fred Kerley, y sigue lanzado, e imparable, y nadie le puede resistir--, lo rebaja hasta 9,80s, la d¨¦cima mejor marca mundial de la historia, y se quedan de piedra dos de las grandes potencias, el norteamericano Fred Kerley, otro f¨ªsico tremendo, pura fuerza, perfecci¨®n geom¨¦trica de los ¨¢ngulos de sus pectorales, b¨ªceps, gl¨²teos y cu¨¢driceps, que ha dejado los 400m y logra su mejor marca de siempre en los 100m (9,84s), y solo puede ser segundo ante un visitante habitual de los podios, el m¨¢s fluido y ligero de los tres, el canadiense Andre de Grasse, ya bronce en los tiempos de Usain Bolt, en los Juegos de R¨ªo 2016, y bronce en los nuevos tiempos, pese a conseguir tambi¨¦n la mejor marca de su vida, 9,89s. Y el chino, Bingtian Su, que en semifinales asust¨® a todos con sus 9,83s (nuevo r¨¦cord de Asia), se queda sexto con 9,98s. El nigeriano, Enoch Adegoke, de 21 a?os, se rompe camino de la meta y el surafricano, Akani Simbine, termina cuarto (9,93s) y el otro norteamericano, Ronnie Baker, quinto (9,95s). En la final global no hubo sitio para el gran favorito, para el atleta del que se llevaba hablando todo el a?o, el recuperado Trayvon Bromell, que lleg¨® a Tokio con la mejor marca del a?o (9,77s) y cay¨® eliminado en semifinales, en las que un keniano, Ferdinand Omurwa, bate el r¨¦cord de su pa¨ªs (10,00s) y roza el paso a la final.
30 pa¨ªses hab¨ªan hasta el domingo, noche cerrada en Tokio, colocado a un atleta en una final de 100 metros. Ni chinos ni italianos hab¨ªan llegado nunca. E Italia, a la primera, llega y vence. Jacobs, de 26 a?os, es el primer europeo campe¨®n ol¨ªmpico despu¨¦s del brit¨¢nico Linford Christie en Barcelona 92. Y llega del pa¨ªs que tuvo a Pietro Mennea, campe¨®n ol¨ªmpico de 200m en Mosc¨² 80, aprovechando el boicot estadounidense, como gran emblema de la velocidad.
¡°He puesto el alma en la pista¡±, dice Jacobs, que naci¨® en El Paso (Texas), hijo de madre italiana (Viviana) que cuando el ni?o tiene cinco a?os abandona al marido y Texas y se instala en el norte de Italia, en Desenzano, junto al lago Garda. Y dicen en la prensa italiana, para quien dude, que es tan italiano que ni siquiera sabe hablar ingl¨¦s, que solo se expresa en la lengua de Dante. Ser¨¢ italiano, y le entrenar¨¢ un italiano, Paolo Camossi, pero corre como si fuera estadounidense, pura fuerza. Y su evoluci¨®n ha sido tan supers¨®nica como los 100 metros m¨¢s r¨¢pidos corridos nunca por un europeo. Antes de mayo de 2021, la mejor marca de Jacobs era un 10,03s de julio de 2019. En 2020, a?o de la paralizaci¨®n por la pandemia, no baj¨® de 10,10s, pero en su primera carrera de 2021, en mayo, en Savona, bati¨® por primera vez el r¨¦cord de Italia con 9,94s. Y de ah¨ª, de una marca casi del mont¨®n en el gran mundo internacional, con tres grandes mordiscos, tres r¨¦cords, lleg¨® hasta el oro ol¨ªmpico. Y todo parece una gran fantas¨ªa de pel¨ªcula italiana blanda y mala, sin iron¨ªa.
Y la completa, y la hace emocionante, y casi de llorar de sentimiento, el gran esp¨ªritu ol¨ªmpico simbolizado en un abrazo entre rivales.
Gianmarco Tamberi, el saltador de Ancona, corre a abrazar al toro del Garda, su compatriota. Y debe de ser el d¨ªa del gran abrazo de todos los atletas que renacen, porque antes de irse a por Jacobs, Tamberi se ha abrazado con Mutaz Barshim. Ambos han terminado los primeros, empatados a 2,37m y a nulos (los tres sobre 2,39m). El reglamento prev¨¦ un desempate o un acuerdo entre los empatados para compartir el oro. Y esto es lo que hacen los dos saltadores, de 30 a?os el qatar¨ª, que se rompi¨® intentando batir el r¨¦cord del mundo, 2,45m, de Javier Sotomayor, y ha sido dos veces medallista ol¨ªmpico y dos veces campe¨®n del mundo, y 29 el italiano, que no hab¨ªa ganado ning¨²n gran t¨ªtulo y tambi¨¦n ha pasado por una grave lesi¨®n. Los dos subir¨¢n al podio como campeones ol¨ªmpicos, dejando el bronce al bielorruso Maksim Nedasekau, que tambi¨¦n salt¨® 2,37m, pero con dos nulos m¨¢s. ¡°Compartir el oro con Marco me emociona tremendamente y me hace muy feliz¡±, dice Barshim. ¡°He pasado por tantas cosas que este sue?o no lo quiero abandonar. Han tenido que pasar cinco a?os de lesiones y de pasos adelante y pasos atr¨¢s hasta llegar aqu¨ª¡±.
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