Carolina Mar¨ªn: ¡°Yo soy una loba en la pista, cuando muerdo intento no soltar¡±
La campeona ol¨ªmpica de b¨¢dminton en 2016 reflexiona sobre su larga marcha tras romperse las dos rodillas, en v¨ªsperas de atacar el oro en Par¨ªs
El volante de pluma de ganso vuela de raquetazo en raquetazo sobre la pista del pabell¨®n de la Residencia Blume, en Madrid. De un lado de la red, Carolina Mar¨ªn (Hueva, 1993) maneja su herramienta como si empu?ara un escalpelo; del otro, dos hombres, integrantes del equipo nacional, intentan llevarla al l¨ªmite del agotamiento sin conseguir que sea ella quien finalmente acabe poni¨¦ndolos a ellos en dificultades irresolubles. Acabada la sesi¨®n, recibe a las visitas en el gimnasio adyacente a la pista, que equivale al sal¨®n de su casa. Despu¨¦s de romperse las dos rodillas y perderse los Juegos de Tokio, la campeona m¨¢s esot¨¦rica de la historia del deporte espa?ol est¨¢ de vuelta en plena forma para intentar el asalto al oro en el campeonato de b¨¢dminton que comienza el pr¨®ximo d¨ªa 27 en los Juegos de Par¨ªs.
Pregunta. Usted proyecta la imagen de una apisonadora.
Respuesta. Bueno, ?me alegro! Eso es lo que intento.
P. ?Naci¨® as¨ª o esa agresividad es una fabricaci¨®n?
R. Creo que es de nacimiento. Una de las cosas m¨¢s importantes de mi vida ha sido disfrutar lo que hago. La primera vez que jugu¨¦ al b¨¢dminton volv¨ª del pabell¨®n y mis padres me preguntaron: ¡°?D¨®nde has estado ¡®Carito¡¯?¡±. ¡°Vengo de jugar al b¨¢dminton con mi amiga Laura¡±. ¡°?Qu¨¦ es eso?¡±. Entonces se les expliqu¨¦.
P. ?Qu¨¦ le gust¨® del b¨¢dminton?
R. La rareza. Nunca lo hab¨ªa visto en televisi¨®n.
P. ?Le gust¨® porque era un deporte de precisi¨®n, de fuerza...?
R. Al principio lo ¨²nico que ves es que le tienes que dar a un volante para que pase al otro lado de la red. ?Imag¨ªnate! ?Yo era muy mala! Era imposible decir que de ah¨ª saldr¨ªa una campeona de Espa?a, de Europa y del mundo. El que lo diga miente. Todo esto ha sido a base de mucho trabajo. A m¨ª nadie me ha regalado nada, ni en el deporte ni en la vida. Eleg¨ª lo que eleg¨ª desde peque?a. Tuve la fortuna de que mis padres en ning¨²n momento me dijeron que ¡°no¡± a nada. Incluso me dieron la oportunidad con 14 a?os, cuando les propusieron traerme al CAR de Madrid, de permit¨ªrmelo.
P. Hay deportistas que viven la separaci¨®n de su familia como un trauma muy duro. Iniesta sigue record¨¢ndolo con pena. ?Usted no sufri¨® la distancia?
R. S¨ª. Pero sent¨ªa que si dejaba pasar un a?o a lo mejor vendr¨ªan otras chicas y se olvidar¨ªan de m¨ª. Suplicaba a mis padres que me dejaran. La situaci¨®n era complicada porque yo era hija ¨²nica, mis padres llevaban un a?o separados, y en Madrid no ten¨ªa absolutamente a nadie. Pero hubo una cosa que a m¨ª me tranquiliz¨® y me convenci¨®. Cuando mi madre me dijo: ¡°Mira Carito, las puertas de casa siempre las tendr¨¢s abiertas¡±. ?Por qu¨¦ no aceptar la opci¨®n si tengo la posibilidad de volver en caso de que no me guste?
P. Dej¨® su casa, su familia y sus amigos por un deporte imposible, en el que Espa?a no pod¨ªa competir. ?Qu¨¦ sentido ten¨ªa todo eso en su cabeza?
R. Yo ten¨ªa un sue?o. Con 15 a?os, a los dos meses de llegar a Madrid, entr¨¦ al despacho del entrenador y le dije: ¡°Quiero ser la mejor en todo¡±. Y se lo dije en andaluz: ¡°?en t¨®!¡±. Quiero ser la n¨²mero uno del mundo, campeona de Europa, campeona del mundo y campeona ol¨ªmpica.
Intentas imponer tu plan. Para eso entreno contra dos chicos al mismo tiempo. Porque as¨ª ellos est¨¢n m¨¢s descansados que yo en la pista y yo acumulo cansancio y me acostumbro a rivales m¨¢s fuertes
P. ?Pero qu¨¦ probabilidades reales ten¨ªa?
R. Bueno, no ten¨ªa nada que perder. Solo ten¨ªa que ganar.
P. ?Por qu¨¦ coge la raqueta con la punta de los dedos como si se fuera a romper?
R. Agarro la raqueta muy abajo. Intento tener los dedos muy sueltos para ganar movilidad en la mu?eca y el antebrazo. Eso te permite cambiar e improvisar cuando vas a golpear y ser m¨¢s impredecible. Esa es mi filosof¨ªa. Yo no soy tan habilidosa con la raqueta como pueden ser las chinas, que parece que nacen con una raqueta bajo el brazo. Lo he tenido que trabajar mucho: aflojar los dedos, no apretar con ciertos dedos para soltarlos y tenerlos m¨¢s suaves en ciertos golpeos. Parece natural, pero a d¨ªa de hoy lo sigo trabajando.
P. El b¨¢dminton es enga?oso. Parece un juego lento hasta que todo va tan r¨¢pido que ya no llegas a nada..
R. Este es el deporte de raqueta m¨¢s r¨¢pido que existe. Son mil¨¦simas de segundo. Aqu¨ª no tienes tiempo. En comparaci¨®n con el tenis, el b¨¢dminton no te deja apenas tomar decisiones o descansar. En el Mundial de 2013 perd¨ª unos cuartos despu¨¦s de ir 15 iguales: en 20 segundos perd¨ª el partido. Perd¨ª la concentraci¨®n y me hicieron 21-15 en 20 segundos. En mil¨¦simas tienes que cambiar, analizar d¨®nde est¨¢ la rival, qu¨¦ te est¨¢ haciendo, qu¨¦ te provoca, qu¨¦ es lo que t¨² quieres.
P. Su mitad de la pista mide aproximadamente 11x12 metros pero continuamente tiene que correr de la red hacia el fondo. ?El golpe defensivo desplaz¨¢ndose hacia atr¨¢s es el m¨¢s dif¨ªcil?
R. No hay articulaci¨®n que no sufra. De hecho mis rodillas era lo que mejor ten¨ªa hasta que en 2019 me romp¨ª la primera. Y nunca hab¨ªa tenido ni una molestia. ?Nada! Hab¨ªa tenido bursitis en los tobillos y en los hombros, problemas en el sacro¡ y en 2019 me romp¨ª la primera rodilla y en 2020 la segunda.
P. ?C¨®mo soporta el dolor cuando los puntos se alargan y se agota el ox¨ªgeno en la sangre?
R. Intentas imponer tu plan. Para eso entreno contra dos chicos al mismo tiempo. Porque as¨ª ellos est¨¢n m¨¢s descansados que yo en la pista y yo acumulo cansancio y me acostumbro a rivales m¨¢s fuertes. Cuando estamos muy presionada en el fondo, las chicas no tenemos mucha fuerza para llegar al fondo de la pista, los chicos s¨ª. El ataque de un chico nunca es el mismo: primero porque ellos saltan. Hay muy pocas en el circuito que salten.
P. Dice su entrenador que desde que se lesion¨® debe aprender a correr menos y pensar m¨¢s. ?Eso pasa por anticiparse a los rivales?
R. Pasa por provocar cosas para que la cabeza piense m¨¢s de lo que trabaja el cuerpo. Adem¨¢s yo soy muy proactiva. Yo no espero a ver qu¨¦ pasa en la pista. Yo no puedo jugar as¨ª. Muchas jugadoras son m¨¢s defensivas: alargan las jugadas hasta que el rival comete un fallo. Despu¨¦s de la lesi¨®n me he adaptado a ese tipo de juego porque veo que antes la mayor¨ªa de las jugadas duraban 8-15 golpeos y ahora sobrepasan los 15 y a veces duran hasta 40.
¡°Intento mostrar eso: que soy arrolladora. Trabajas el lenguaje corporal, la mirada¡ Trabajas mantener una buena expresi¨®n a pesar del cansancio. Las jugadas son largas y yo estoy reventada, pero mi rival tambi¨¦n y yo no le puedo mostrar ni un punto de debilidad porque se pueden agarrar a ello¡±
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque las jugadoras han mejorado en defensa. Muchas esperan y provocan el fallo del rival. He tenido que entrenar esa paciencia porque lo que menos soy es paciente. Las dos lesiones me han fortalecido el car¨¢cter en ese sentido: yo soy una persona que quiere las cosas ya. Pero las cosas no funcionan as¨ª. He aprendido a decir: ¡°Tengo que aceptar que voy a hacer jugadas largas, que no me la puedo jugar¡±. Porque mi juego es agresivo, de mucho riesgo. Cuando atacas arriesgas a que no entre el volante, o a cometer un error y muchas me esperan a que cometa ese error. He tenido que aceptar la jugada larga para esperar a que ellas tambi¨¦n fallen. Donde antes ganaba un punto con un ataque, ahora a lo mejor tengo que hacer cinco ataques.
P. ?Para su f¨ªsico es mejor alargar o arriesgar?
R. Es mejor arriesgar, pero si arriesgo siempre voy a acabar fallando y no me compensa. El f¨ªsico lo he trabajado para adaptarme a las jugadas largas porque a veces las rivales te lo imponen. Lo que prima en m¨ª es la velocidad y la explosividad. Eso no lo he perdido. Pero he trabajado el mantenerme porque estoy jugando con jugadoras ocho o nueve a?os m¨¢s j¨®venes.
P. Pero los partidos los sigue ganando por la fuerza y la potencia¡
R. Los partidos los sigo ganando porque me concentro en mis estrategias. Si me concentro en no perder, pierdo.
P. ?Las tiene estudiadas? ?Es importante conocer el car¨¢cter de cada una de sus oponentes?
R. Claro que s¨ª. Pero m¨¢s importante es conocer los puntos d¨¦biles y fuertes en la pista. Hemos jugado muchas veces contra todas ellas. Nos conocemos perfectamente. Sabes lo que te har¨¢, lo que quiere provocarte, y c¨®mo quiere ganarte. Los peque?os detalles marcan la diferencia.
P. Sus gritos en los Juegos R¨ªo, marcando el territorio a cada punto conquistado, generaban ansiedad en sus oponentes. ?Esto es una guerra psicol¨®gica?
R. En R¨ªo utilic¨¦ los gritos estrat¨¦gicamente. Pero despu¨¦s de tantos a?os ya lo saben. Ya me conocen. Me tienen muy estudiada. Detr¨¢s de mis partidos hay diez c¨¢maras. Pero en R¨ªo el grito era parte del lenguaje corporal, de la mirada, de lo que muestro en la pista. Para m¨ª eso es muy importante. Intento mostrar eso: que soy arrolladora. Fuera del pabell¨®n soy una persona totalmente diferente, pero dentro¡ Hay ciertas cosas que trabajas: trabajas el lenguaje corporal, la mirada¡ Trabajas mantener una buena expresi¨®n a pesar del cansancio. Las jugadas son largas y yo estoy reventada, pero ella tambi¨¦n y yo no le puedo mostrar ni un punto de debilidad porque se pueden agarrar a ello. Esto es como una cuerda que tiramos las dos. Quien tire m¨¢s es la que va a ganar. Si muestro debilidad eso es energ¨ªa para ella: la energ¨ªa fluct¨²a en la pista. Lo he notado muchas veces. Si un d¨ªa los errores me est¨¢n afectando m¨¢s, yo s¨¦ que le estoy regalando energ¨ªa al rival. Trabajo para que si mi rival se lleva mi energ¨ªa es porque se la gana, no porque se la regale.
P. ?Existe la mentalidad del pobre, del rabajador que no puede dejar de trabajar?
R. Mi familia econ¨®micamente es de nivel medio tirando a bajo. Aprend¨ª mucho de mi abuela: tuvo que sacar a cuatro hijos adelante ella sola, y con 72 a?os segu¨ªa limpiando casas. Lo que yo he aprendido no es a base de teor¨ªas. Es a base de pr¨¢ctica, de darte palos, de superar. La vida no me lo ha puesto f¨¢cil. Yo no me he querido rendir. Yo he querido seguir.
Despu¨¦s de dos rodillas rotas, est¨¢s tan profundamente metida en un agujero tan negro que necesitas ver algo de luz por alg¨²n lado. Esa luz para m¨ª es la medalla en Par¨ªs
P. Se repet¨ªa que ten¨ªa que alcanzar la meta: Par¨ªs, Par¨ªs, Par¨ªs¡ ?Tan importante es para su vida el oro ol¨ªmpico?
R. Es una motivaci¨®n. Un sue?o. Est¨¢s tan profundamente metida en un agujero tan negro que necesitas ver algo de luz por alg¨²n lado. Esa luz para m¨ª es la medalla.
P. ?No se impone demasiada presi¨®n?
R. Soy la que m¨¢s se presiona. Pero todo depende de c¨®mo lo enfoco. No quiero obsesionarme. Me enfoco en recorrer el camino, no en el final del camino. S¨¦ que si subo escal¨®n a escal¨®n tengo muchas opciones de conseguir mi gran sue?o.
P. ?No le asusta haber construido su car¨¢cter, su vida, para esto que es tan fugaz?
R. Lo he tenido que forjar. Pero soy una persona muy sensible. De puertas adentro del pabell¨®n soy fuerte, intento mostrar que soy una roca. De puertas afuera soy muy sensible. Pero el deportista al que el miedo y la disciplina diaria le fastidie no es un buen competidor, es un buen entrenador. Entrenador es el deportista que se entrena de diez y de veinte puntos, pero que luego no es capaz de competir bien.
P. ?Le preocupa lo que hay m¨¢s all¨¢ de Par¨ªs?
R. Claro que s¨ª. Necesitas tener algo en tu mente. Tu mente no puede estar vac¨ªa en un futuro porque creo que podr¨ªas caer en una depresi¨®n. Pero ahora me enfoco en los Juegos. Una vez que pasen, ya se ver¨¢. Puedo estar tranquila conmigo mismo por haberlo dado todo, por recuperarme, por volver, por seguir disfrutando en la pista, que no es f¨¢cil. Luego ya se ver¨¢.
P. Al dar ciertos golpes, cuando ve que se abre una ventana y su rival se encuentra descolocada, usted tiene un gesto implacable...
R. Yo soy una loba en la pista. Cuando muerdo intento no soltar. Sigo apretando la mand¨ªbula. Eso soy yo.
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