Esos primeros partidos
Nunca es f¨¢cil debutar en unos Juegos, independientemente del rival. Es como abrir un mel¨®n: hasta que no cortas la primera rodaja y le das un bocado, no sabes si est¨¢ bueno
Uno es agradecido con el deporte que en un determinado momento ol¨ªmpico, hace ya 40 a?os, le regal¨® una experiencia ¨²nica y un recuerdo eterno compartido con millones de aficionados. De ah¨ª que mi m¨¢xima atenci¨®n en el primer d¨ªa de competici¨®n masiva se dirig¨ªa al Espa?a-Australia de baloncesto, debut de la banda de Rudy. No soy especialmente nost¨¢lgico, sino m¨¢s bien lo contrario, pues conozco nuestra capacidad para manipular y maquillar recuerdos, pero a veces la mente va por libre. Mientras me distraigo esperando el inicio del partido, saltando del balonmano al judo, de all¨ª al hockey y vuelta a empezar, mi cabeza me lleva de nuevo al Forum de Los ?ngeles 84.
En esta ocasi¨®n, la imagen que me asalta es la de doce ansiosos jugadores en la bocana de los vestuarios, casi atropellando al chaval de seguridad que ten¨ªa como mandato el no dejarnos salir a la pista hasta media hora antes del comienzo del partido. Al final se tuvo que rendir a la evidencia de que una docena de espa?olitos con poca predisposici¨®n para acatar las reglas y a punto del colapso emocional en su primer partido en tan m¨ªtico escenario, eran tan peligrosos como los toros en un encierro de San Ferm¨ªn.
Una vez en la pista, calentamos con entradas a canasta, la cl¨¢sica rueda. Nuestro nivel de excitaci¨®n, ansiedad, nervios y probablemente algo de miedo hizo que la mayor¨ªa de los compa?eros (los que pod¨ªan, entre los que yo no me encontraba) se pusiesen a meter mates como locos. Fue tal el derroche energ¨¦tico que desde el banquillo se nos pidi¨® que baj¨¢semos un poco pulsaciones, porque hab¨ªa que ahorrar esfuerzos innecesarios y guardarlos para el partido inaugural ante Canad¨¢. Teniendo en cuenta que las pasamos canutas y ganamos por los pelos (83-82) fue una oportuna recomendaci¨®n.
No le ha ido tan bien a nuestros sucesores en esta puesta de largo en Par¨ªs. Nunca es f¨¢cil debutar en unos Juegos, independientemente del rival que te corresponda. Es como abrir un mel¨®n: hasta que no cortas la primera rodaja y le das un bocado, no sabes si est¨¢ bueno. Le ha pasado a los chicos del balonmano (creo que morir¨¦ antes de saber cu¨¢ndo un agarr¨®n de los miles que se dan es falta, exclusi¨®n o cosas del juego), que sufrieron para doblegar a la correosa Eslovenia. Y mucho peor a los de hockey, con un 0-4 ante Gran Breta?a. Alcaraz, en cambio, es mel¨®n maduro seguro y venci¨® en su primera aparici¨®n individual.
Volviendo al deporte que me colm¨® con casi todas las bendiciones posibles, Espa?a se ha metido en un buen l¨ªo por la derrota frente a Australia (92-80). Penitencia merecida, pues su partido fue muy deficiente, uno de esos que se tuerce a las primeras de cambio; no logras un momento de calma y sosiego, parece que llegas varias veces, pero en seguida vuelves a las andadas y terminas tan frustrado como empezaste, superado por los rivales, el marcador y tus propios errores.
En un baloncesto como el actual, donde los partidos se decantan por detalles, resulta harto complicado sobrevivir permitiendo que tus rivales martilleen el aro y el ¨¢nimo m¨¢s veces de las deseables, a base de robarte rebote tras rebote ofensivo. Tampoco ayuda que tardes m¨¢s de un cuarto en tensarte defensivamente, lo que te obliga a remar a contracorriente desde el inicio, y eso cansa los m¨²sculos y las mentes. Como a perro flaco todos son pulgas, siempre hay espacio para lo inesperado. Cuando lo previsto es que sea corcho ayudando a tu equipo a mantenerte a flote, va tu ¨²nico jugador diferencial, Lorenzo Brown, y se convierte en plomo, realizando uno de los peores partidos que se le recuerda. Aunque igual lo que m¨¢s duele es tener que reconocer que ni Australia vive su mejor ¨¦poca, ni que tampoco hizo el partido de su vida.
Una cosa buena que tienen los Juegos es que te permiten compensar decepciones con alegr¨ªas. Que pierde el baloncesto, pues gana el balonmano. Que Laura Mart¨ªnez se queda a las puertas del bronce en judo, pues ah¨ª est¨¢ su compa?ero Garrig¨®s para ense?arnos la primera medalla. Que al hockey le meten un repaso, pues mira el f¨²tbol masculino, ya clasificado. El objetivo, terminar el d¨ªa con una sonrisa. Ma?ana ser¨¢ otro d¨ªa.
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