En los Juegos de Par¨ªs lleg¨® el momento de Jos¨¦ Antonio Carrillo y el ¡°sombrerico dichoso¡±
?lvaro Mart¨ªn, entrenado por el t¨¦cnico de Cieza, y Mar¨ªa P¨¦rez, grandes favoritos en las pruebas de marcha del jueves al amanecer
Como su ?lvaro Mart¨ªn, el doble campe¨®n del mundo, disputa la marcha ol¨ªmpica el jueves 1 a las 7.30, Jos¨¦ Antonio Carrillo tendr¨¢ que estar con los atletas a las 5.30 en el Trocad¨¦ro, donde se compite. Ser¨¢ a¨²n noche cerrada en Par¨ªs lo que le permitir¨¢ al t¨¦cnico de Cieza, de 68 a?os, admirar el pebetero ol¨ªmpico arder en la barqueta de un globo aerost¨¢tico sobre el Jard¨ªn de Tuller¨ªas. Ser¨¢ un minuto de recogimiento antes de organizar la mesa de avituallamiento, frascos, hielos, botellas. Todo preparado para la gran misa, la celebraci¨®n que puede concluir a eso de las 8.49 con un t¨ªtulo o una medalla ol¨ªmpica. ¡°?lvaro es campe¨®n del mundo y campe¨®n de Europa, y todo el mundo le da como favorito¡±, dice, paseando por la Villa Ol¨ªmpica, su lugar favorito en el mundo, pero reclama cautela. ¡°?l est¨¢ muy bien de salud y preparado, pero los Juegos son los Juegos. No hay que obsesionarse¡±.
¡°La experiencia me ha ense?ado lo dif¨ªcil que es superar el golpe de vender la piel del oso antes de cazarlo¡±, dice Carrillo como pr¨®logo de una historia de su juventud en Cieza, cuando los melocotoneros estaban a rebosar y las ramas se doblaban por el peso de la fruta madura. Era la cosecha del siglo. ¡°Me acuerdo de que sal¨ª a entrenarme por los campos, todav¨ªa corr¨ªa, y cuando estaba cerca de la ermita de la Virgen del Buen Suceso empez¨® a granizar. Ca¨ªan como huevos de codorniz, as¨ª de grandes, y formaban monta?as. Cuando volv¨ªa al pueblo una vecina me vio y me dijo que ten¨ªa la espalda toda roja. El pedrisco me hab¨ªa hecho heridas y yo ni me enter¨¦¡±, cuenta. ¡°Se perdi¨® toda la cosecha. Fue un desastre¡±.
Poco despu¨¦s de que terminen los 20 kil¨®metros masculinos, con tambi¨¦n Diego Garc¨ªa y Paul McGrath entre los mejores, se disputar¨¢ la prueba femenina, con la granadina de Orce entrenada por Jacinto Garz¨®n, Mar¨ªa P¨¦rez, tambi¨¦n doble campeona del mundo en Budapest el verano pasado.
Carrillo es un sacerdote de la fe ol¨ªmpica. Cuando era un ni?o por las calles de Cieza, siempre que ve¨ªa un Audi Jos¨¦ Antonio Carrillo pensaba que los cuatro aros de la marca alemana eran en realidad los aros ol¨ªmpicos y cuando tuvo edad e ingresos para ello se compr¨® un Audi A6 y le a?adi¨® en la calandra un quinto aro, y en broma dice a los que le preguntan que el coche se lo regalaron as¨ª por haber sido cinco veces ol¨ªmpico. ¡°Y algunos se lo creen¡±, dice Carrillo, 40 a?os como entrenador de marchadores como Miguel ?ngel L¨®pez y ?lvaro Mart¨ªn que han sido campeones mundiales y europeos, y tambi¨¦n de Fernando V¨¢zquez, Manuel Berm¨²dez o Juanma Molina, pero nunca medallistas ol¨ªmpicos.
Ese detalle le duele. El olimpismo, los Juegos Ol¨ªmpicos, son la espuma de la vida de Carrillo, que el pasado verano viaj¨® a Saint Andrews, en Escocia, no para jugar al golf, sino para correr sobre la espuma del agua en su playa vestido igual que Harold Abrahams en Carros de Fuego ¡ªpantal¨®n blanco hasta la rodilla, camiseta blanca¡ª, dirige a su mujer e hijas, c¨¢maras para la ocasi¨®n, y luego lo monta ¨¦l mismo, con textura cinematogr¨¢fica en las transiciones y fundidos, y, por supuesto, con la m¨²sica triunfal de Vangelis, que cuando la oye a¨²n le emociona. ¡°Es como mi gu¨ªa ol¨ªmpica esa pel¨ªcula, tengo el capricho de recrear un poco todos los detalles importantes. Y uno de ellos, el que a¨²n no he logrado, es el del sombrerico dichoso¡±.
La escena que m¨¢s le conmueve de Carros de Fuego a Carrillo es aquella en la que Sam Mussabini, el entrenador de Abrahams, rompe su sombrero de paja de un pu?etazo cuando, desde los vestuarios del estadio ol¨ªmpico de Colombos escucha el God Save the Queen, la se?al de que su atleta hab¨ªa ganado la carrera de los 100m. Ocurri¨® hace 100 a?os, en los Juegos de 1924, tambi¨¦n en Par¨ªs. Se le ocurri¨® a Carrillo contar en una cena navide?a del Athleo, el club de atletismo que fund¨® con unos amigos en Cieza, su deseo de hacer alg¨²n d¨ªa un Mussabini en unos Juegos, y al d¨ªa siguiente, los padres del marchador Berm¨²dez le regalaron uno. ¡°Aquello fue en 2015. Miguel ?ngel L¨®pez acababa de ganar el oro Mundial en Pek¨ªn, y en 2014 hab¨ªa ganado el Europeo. Era el mejor del mundo¡±, dice Carrillo. ¡°Me llev¨¦ el sombrero por primera vez a los Juegos de R¨ªo. Todo el mundo estaba convencido, y el propio Miguel tambi¨¦n, de que ganar¨ªa. La cosecha del siglo. El primer espa?ol con la triple corona, europea, mundial ol¨ªmpica, so?¨¢bamos¡ No est¨¢bamos preparados para ello psicol¨®gicamente. El golpe al no conseguirlo fue tremendo¡±.
Los de Par¨ªs ser¨¢n los quintos Juegos de Carrillo, que carga siempre con el sombrero entero. ¡°No necesito que gane un atleta m¨ªo para romperlo, con una medalla es suficiente. No hay que ser avariciosos y quererlo todo. En los Juegos de Tokio ensay¨¦ a darle un pu?etazo y vi que era imposible romperlo as¨ª como as¨ª, porque es tan flojo que se escapa, as¨ª que con unas tijericas lo medio desgarr¨¦ un poco¡±, explica, ¡°pero lo ¨²nico que pas¨® es que ?lvaro termin¨® cuarto. Le dije a mi mujer que lo recosiera y as¨ª me lo he tra¨ªdo¡±.
Si ?lvaro Mart¨ªn, extreme?o de Llerena, no consigue medalla el jueves, Carrillo tendr¨¢ otra oportunidad en la prueba del relevo mixto de marcha que sustituye a los 35 kil¨®metros. Espa?a contar¨¢ con dos parejas y en la otra quiz¨¢s entre Miguel ?ngel L¨®pez, de la pedan¨ªa murciana de Llano de Brujas. Y una medalla de su primer campe¨®n del mundo quiz¨¢s le emocione m¨¢s a Carrillo sentimental que nada. ¡°Si la federaci¨®n le elige y gana medalla, ser¨ªa especial¡±, admite. ¡°Despu¨¦s de todo lo que ha pasado, Miguel ha renacido, y llega, a los 36 a?os m¨¢s fuerte que nunca. Ser¨ªa¡¡±
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