La capitulaci¨®n de las Guerreras: derrota contra Hungr¨ªa (24-27) y eliminadas

La derrota de las Guerreras contra Hungr¨ªa (24-27), la cuarta en los cuatro partidos disputados en estos Juegos, puso el ¨²ltimo clavo al triste recorrido de la selecci¨®n femenina de balonmano en Par¨ªs. En la ¨²ltima jornada de la fase de grupos, este s¨¢bado (11.00), le quedar¨¢ pasar el trago de cruzarse con la anfitriona y poderosa Francia. Este jueves, la cita en la que mostraron m¨¢s entereza y resistencia a la adversidad, fue su cap¨ªtulo final. Las matem¨¢ticas ya no dan m¨¢s de s¨ª. De los seis de cada grupo pasan cuatro y Espa?a est¨¢ fuera a falta de un encuentro. Su reacci¨®n en la segunda mitad ante las magiares para remontar un 15-20 y ponerse 21-20 con 15 minutos por delante acab¨® en nada.

Hay que rebobinar mucho para encontrar un campeonato tan negado del equipo en resultados y, durante muchos minutos, en juego y sensaciones. Sobre todo, por lo que supone el escaparate de unos Juegos. Hace tres a?os en Tokio, fueron novenas y, aunque tampoco pasaron a cuartos, ganaron dos encuentros (uno de ellos a Francia) y estuvieron en la brecha. En R¨ªo 2016, el ¨²ltimo gran torneo internacional de la generaci¨®n dorada, se quedaron con la quinta plaza tras caer de forma cruel en cuartos frente a las galas. Y en Londres 2012, el equipo se apunt¨® el gran ¨¦xito de su historia: bronce. Unos tiempos muy lejanos ya.

Las medallas quedan a mucha distancia hace tiempo, un mensaje asumido por todos, y en Par¨ªs no formaban parte de las obligaciones de las Guerreras. Sin embargo, la composici¨®n del grupo abr¨ªa una ventana a un hipot¨¦tico pase a cuartos. Los dos duelos iniciales con las sudamericanas y Angola, dos selecciones que no pertenecen a la ¨¦lite mundial (Espa?a nunca hab¨ªa ca¨ªdo contra ellas), generaron unas expectativas inevitables. Lo que ha ocurrido, sin embargo, ha sido todo lo contrario: un gran chasco desde la dura derrota con Brasil (18-29).

Las declaraciones de las protagonistas, con el entrenador Ambros Mart¨ªn a la cabeza, han apuntado a las dificultades del vestuario para gestionar mentalmente esa v¨ªa abierta. ¡°La presi¨®n de jugar el primer partido en unos Juegos contra un rival directo nos ha superado¡±, admiti¨® el seleccionador tras el severo correctivo de las sudamericanas. ¡°No hemos mostrado ese gen que llevamos dentro. Tenemos que respetar la camiseta y todo el trabajo que llevamos haciendo durante mucho tiempo¡±, ampli¨® la capitana Lara Gonz¨¢lez (32 a?os), que debut¨® en la absoluta en 2013 y vivi¨® el final de los mejores tiempos.

El angolazo del segundo choque (26-21), con apenas seis tantos en la segunda parte (los dos ¨²ltimos en el minuto final y con todo finiquitado), confirm¨® que no habr¨ªa paz para las Guerreras en Par¨ªs. Aquel partido a?adi¨®, adem¨¢s, un elemento simb¨®lico a la quiebra: el conjunto africano est¨¢ entrenado por Carlos Viver, el seleccionador espa?ol hasta despu¨¦s de los Juegos celebrados en 2021. ¡°Tenemos que ser m¨¢s disciplinadas¡±, lament¨® Lara Gonz¨¢lez esa tarde.

En los tres ¨²ltimos a?os, la selecci¨®n ha tenido tres t¨¦cnicos: Viver fue destituido tras Tokio; su segundo, Jos¨¦ Ignacio Prades, tom¨® el relevo en 2021, a solo dos meses del Mundial que organiz¨® Espa?a (cuartas beneficiadas por ser anfitrionas); y Ambros Mart¨ªn lleg¨® en mayo de 2023. Ganador de cuatro Champions, su condici¨®n de entrenador m¨¢s exitoso en el balonmano practicado por mujeres elev¨® inevitablemente las expectativas al calor de su nombre. Los resultados inmediatos, sin embargo, no han mejorado (13? en el Mundial de hace nueve meses). Logr¨® el objetivo de meterse en los Juegos a trav¨¦s del preol¨ªmpico organizado en casa (lo disput¨® favorecida por los resultados de terceros en el Mundial), pero el mal desarrollo en Par¨ªs supone un gran golpe para la imagen de un equipo que atrap¨® al p¨²blico en el pasado por su capacidad competitiva. Lo contrario a lo que ha exhibido en la mayor¨ªa de los encuentros de estos Juegos. Este jueves, frente a Hungr¨ªa, fue casi la excepci¨®n para tratar de frenar (sin ¨¦xito) la tendencia derrotista de un vestuario superado al inicio del torneo por la carga emocional de la cita y las expectativas.

Empezando por la fragilidad mental confesa en el arranque del torneo para manejar las aspiraciones, las Guerreras han evidenciado sus males habituales: muchas p¨¦rdidas de bal¨®n, irregularidad en el juego e inconsistencia competitiva. De todo el torneo, apenas son rescatables los primeros 20 minutos contra Holanda y la buena reacci¨®n en la segunda mitad frente a las magiares. Poco para sobrevivir en una cita de altura.

La muy meritoria plata mundial obtenida en 2019, con Viver en el banquillo, pareci¨® abrir un nuevo tiempo en la selecci¨®n despu¨¦s de la renovaci¨®n efectuada tras R¨ªo 2016, el punto final de la mejor camada de jugadoras (Marta Mangu¨¦, Macarena Aguilar, Bego?a Fern¨¢ndez¡­). Pero no. Desde entonces, apenas un cuarto puesto en el Mundial de 2021, empujada por un calendario amable. Dos oasis en la larga traves¨ªa de un equipo que se alej¨® de la ¨¦lite (en los Europeos - bianuales-, el mejor resultado desde la plata de 2014 es un noveno puesto en 2022 y 2020), y que en Par¨ªs suma todos sus partidos con derrota.

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