El sereno ¡®show¡¯ de Ana Peleteiro en la calificaci¨®n ol¨ªmpica
La campeona de Europa de triple salto supera en el primer salto (13,46m) la peliaguda criba y llega como una de las favoritas a la final del s¨¢bado
La pista del Stade de France son 13.000 metros cuadrados de pol¨ªmero de caucho de distintos tipos, natural y sint¨¦tico te?idos de violeta lavanda porque les parec¨ªa muy chachi a los organizadores de Par¨ªs, que quer¨ªan un color que nunca se hubiera usado en ninguna pista, y a los esteticistas de la realizaci¨®n televisiva, que dijeron, queda genial, los atletas van a salir reforzados y las im¨¢genes, guay. No hab¨ªa, al menos confesada, ninguna intenci¨®n de proclama femenina el a?o en el que los Juegos alcanzan la igualdad de g¨¦nero, pese a que mujeres como Ana Peleteiro, utilizara el veloc¨ªsimo pasillo de salto hacia el foso de arena, violeta entre dos bandas m¨¢s oscuras, m¨¢s morado que lavanda, para proclamar su fuerza imparable, su poder de mujer libre y madre, la ni?a con la abuela, que para a?o y medio despu¨¦s de ser medallista de bronce en Tokio, y regresa m¨¢s fuerte, m¨¢s consciente. ¡°Con tanto p¨²blico, con tanto ruido¡±, dice, ¡°esto es un show. Me gusta el ruido. Me pone. La pista me encanta¡±.
Una carrera controlada, un m¨ªnimo viento en contra, ajuste en tabla (a 13 cent¨ªmetros de la l¨ªnea), hop (5,35m), step (4,07), jump (4,94m), un brazo adelante, un brazo atr¨¢s, vuelo y 14,36m, un cent¨ªmetro m¨¢s del m¨ªnimo exigido, no se trata de exhibirse, y un good luck alegre y genuino a las dem¨¢s mujeres que a¨²n deber¨¢n sudar para calificarse para la final del s¨¢bado (20.20). El deseo de los campeones: que todas lo hagan lo mejor que puedan, que yo saltar¨¦ un cent¨ªmetro m¨¢s. ¡°Ha sido muy importante clasificarme a la primera a nivel mental, claro, y f¨ªsico tambi¨¦n, porque es, creo, la primera vez en la historia que ponen la final de triple al d¨ªa siguiente de la calificaci¨®n¡±, explica, serena, tranquila, la gallega, que habla de un salto correcto, educativo, y solo le pone la pega de haberse dejado 13 cent¨ªmetros en la tabla. ¡°No ser¨¢n esos valores biomec¨¢nicos los que tendr¨¦ en la final, seguro, pero necesito apurar al m¨¢ximo las horas de descanso, dosificar energ¨ªa¡±.
¡°Vengo para ser campeona ol¨ªmpica¡±, anuncia la campeona de Europa y bronce mundial en pista cubierta. Ausente de la pista, no de Par¨ªs, pues en el Stade, en los palcos selectos, pas¨® la tarde Yulimar Rojas, su Aquiles cicatrizando a buena velocidad, filmando con el m¨®vil y cierta melancol¨ªa los lugares en los que es ¨²nica, como Peleteiro, con su misma ambici¨®n, y capacidad, y su poder, y marcas similares este a?o, entre 14,70m y 15m, media docena de saltadoras m¨¢s. Est¨¢n las dos cubanas, la veterana Liadagmis Povea (14,39m a la primera, en la calificaci¨®n) y la joven Leyanis P¨¦rez (14,68m, pero a la tercera); est¨¢ la jamaicana Shanieka Ricketts (14,47m a la primera), con la que ya se bati¨® en cobre en Tokio (y la dej¨® detr¨¢s), la ucraniana Maryna Bekh Romanchuk (14,30m, pas¨® con la octava mejor marca), que lleg¨® a 15,02m para ganar el Europeo de M¨²nich, sin Peleteiro, de baja materna, est¨¢ la norteamericana Jasmine Moore (14,43m), que salt¨® 15,12m en la altitud de Albuquerque pero no compite duro, y est¨¢ la magn¨ªfica Thea Lafond (14,35m), la atleta de Dominica, la ¨²nica saltadora que salta como los hombres, con los dos brazos movi¨¦ndose al un¨ªsono, no alternos, que le gan¨® el Mundial de Glasgow a Peleteiro y Leyanis con un salto de 15,01m.
Hay un buen pelot¨®n igualado, que est¨¢ en forma, y est¨¢ Ana Peleteiro, que tambi¨¦n est¨¢ en la forma de su vida ¨Cel experimento paciente de su entrenador, construirla poquito a poquito, como a Yulimar Rojas, la venezolana que vive en otro mundo, a un metro sobre la tierra, r¨¦cord mundial de 15,74m¡ªy nunca falla. Compite mejor que ninguna. No hace nulos, Tiene siempre un salto de respuesta y, aun bajo la m¨¢xima tensi¨®n, una gran capacidad de ajuste a la tabla. Ella no perder¨¢. Ser¨¢n las otras las que le ganar¨¢n, en todo caso. Y 15 metros en el visor, el l¨ªmite que deber¨¢ caer. ¡°Est¨¢bamos preocupados por saltar dos d¨ªas seguidos¡±, dice, ¡°pero Pedroso, que ha sido saltador de longitud, donde siempre es as¨ª, ha cambiado el programa de pesas y hemos acertado¡±.
Peleteiro se crea su realidad, y en ella habita, y Marta Garc¨ªa, tambi¨¦n medallista en Roma, bronce en los 5.000m, choca con ella, con la realidad del mundo, en una semifinal tan desequilibradamente dise?ada que le tocan con ella nueve que han bajado de 14m 35s, cuando ella tiene un magn¨ªfico r¨¦cord nacional de 14m 44,04s. Y mandando, las dos mejores de la historia, la plusmarquista mundial, Gudaf Tsegay (14m 0,21s), la enorme Faith Kipyegon (14m 5,20s), doble campeona ol¨ªmpica que busca un excepcional tercer t¨ªtulo consecutivo y la campeona de Europa Nadia Battocletti. Pese a ello, la castellanoleonesa Garc¨ªa, que vive y se entrena parte del a?o en Sankt Moritz, ten¨ªa fe en sus posibilidades y la mantuvo durante 4.500 m de los 5.000. Pasaban ocho y el grupo en el que iba era de 10. Se agarr¨® hasta que no pudo m¨¢s. Acab¨® novena. ¡°He descubierto la realidad¡±, analiza. ¡°A nivel mundial me falta cerrar un hueco. Est¨¢ muy claro. Es una motivaci¨®n para darme cuenta de que falta mucho que hacer y otro paso adelante para estar con esas mujeres¡±
Cuando el sol baja, huele a lavanda en Par¨ªs, o quiz¨¢s sea solo una sugesti¨®n.
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