Uno que duda, otro que se va

Mientras esperaba el comienzo del Espa?a-Canad¨¢, andaba meditando sobre las dudas que tiene Rafa Nadal sobre su futuro inmediato y que le acompa?an ya desde hace tiempo. A Rafa le imagino en estos instantes en su pedazo de barco en Manacor, mirando el horizonte con una raqueta en la mano en un maravilloso atardecer mediterr¨¢neo y pregunt¨¢ndose ?me retiro o no me retiro?, esa es la cuesti¨®n. Al hilo de este tema, me recuerda un tuitero un texto escrito en el famoso blog de El Palomero, obra maestra de la literatura que reposa desde hace unos a?os en el cementerio de los blogs. Se titulaba Sobre la retirada, para no dejar dudas de lo que se iba a tratar. Os recomiendo su lectura total, pero con tanta plancha que tenemos estos d¨ªas, os hago un resumen.

¡°Dentro de la vida de un deportista, hay algo a lo que por mucho que te prepares, lo imagines, o te lo cuenten, casi nunca est¨¢s lo suficientemente preparado. Una buena ma?ana, te levantas y no hay entrenamiento, ni competici¨®n en el horizonte. El tel¨¦fono ya no suena tanto y los periodistas no te entrevistan. Incluso casos de referentes sociales se ven afectados por una r¨¢pida disminuci¨®n de la atenci¨®n y demanda. Vivimos en una sociedad con cada vez menos memoria, donde el presente, lo ¨²til, lo nuevo, cobra una relevancia mayor en detrimento del pasado, lo no productivo, lo ya visto. La retirada, que no deja de ser una p¨¦rdida de algo muy querido, exige una gesti¨®n mental adecuada que deber¨ªa empezar mientras est¨¢s en activo. La edad temprana a la que debes enfrentarte a esta jubilaci¨®n, el universo no del todo conectado con la normalidad en el que se vive hasta ese d¨ªa, la falta de consciencia de mortalidad deportiva o la gesti¨®n dentro de una sociedad cada vez m¨¢s del tipo kleenex (usar y tirar) pueden ser algunos de los obst¨¢culos que hay que superar¡±

Para aquellos que piensan que hace ya tiempo que deber¨ªa haber colgado la raqueta, acudo a un referente anterior, precisamente un amigo de Nadal. Pau Gasol. Despu¨¦s de una carrera tan prodigiosa como longeva, su f¨ªsico empez¨® a fallar. Acerc¨¢ndose a los 40 y durante m¨¢s de dos a?os todo eran malas noticias, reca¨ªdas, intentos frustrados de volver a la pista. Parec¨ªa una obsesi¨®n insana. ?Qu¨¦ necesidad? nos pregunt¨¢bamos. Y cuando ya parec¨ªa imposible, comenz¨® a mejorar, a correr, a entrenar y finalmente a competir. Lo hizo dignamente, ayud¨® al Bar?a a ganar la liga y se despidi¨® del mundo disputando sus quintos Juegos.

Creo que Rafa ha logrado lo mismo que Pau. Poder decir adi¨®s en activo, vestido de corto, sudando a mares y d¨¢ndolo todo. Estos juegos han abierto una puerta adecuada a la operaci¨®n salida. Cerr¨® su historial de duelos con Djokovic, compiti¨® con su habitual fiereza, disfrut¨® con el dobles y pas¨® el testigo abrazando a su incuestionable sucesor Alcaraz. Todo ello en su pista y ciudad fetiche. Seguramente no era su despedida so?ada caer en cuartos, pero las alternativas a futuro no parecen mejores. Salvo que piense que todav¨ªa puede volver a alcanzar la competitividad necesaria. Hasta ahora, la realidad lo ha desmentido.

Al que le ha llegado ya sin remisi¨®n el momento del adi¨®s ha sido a Rudy Fern¨¢ndez. Seguro que ahora tiene un cabreo enorme por dejar estos juegos tan pronto, por haberse quedado tan cerca, porque si hubiesen competido ante Australia como lo han hecho ante Canad¨¢ otro gallo nos hubiese cantado. Pero ni su carrera, ni la forma en que ha terminado tiene un pero que ponerle. Todo lo contrario. El comportamiento de Espa?a ha sido muy estilo Rudy. Ante una Canad¨¢ m¨¢s poderosa sobre todo en lo f¨ªsico, los de Scariolo porfiaron, lucharon, no se rindieron y dejaron sobre la pista hasta el ¨²ltimo aliento.

Ma?ana habr¨¢ tiempo para reflexionar sobre el presente y futuro de nuestra selecci¨®n. Es momento de despedir con todos los honores a un tremendo jugador con una hoja de servicios colosal, dese¨¢ndole que el siempre complicado ajuste a la vida civil sea lo m¨¢s satisfactorio posible. De lo que estoy seguro es que su cuerpo se lo va a agradecer. Nosotros lo hacemos ahora.

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