La Francia que aborrec¨ªa a Le Pen
Horrorizado por los jugadores de piel oscura que hab¨ªa en la selecci¨®n de 1998, reneg¨® de ella. La de este domingo mezcla el dep¨®sito de conocimiento de su vieja tradici¨®n futbol¨ªstica con el f¨ªsico privilegiado que le llega del ?frica subsahariana
En v¨ªsperas del Mundial de 1998, a disputar en Francia, a Jean Marie Le Pen le horroriz¨® la cantidad de jugadores de piel oscura y apellidos no franceses que hab¨ªa en la selecci¨®n. Reneg¨® de ella, dijo que aquello ¡°no representaba a la Francia aut¨¦ntica, sino a la Francia del papeleo¡±. Pues aquella Francia gan¨® el Mundial con el argelino de origen Zidane por bandera y sac¨® un mill¨®n de personas a los Campos El¨ªseos a celebrarlo. Repet...
En v¨ªsperas del Mundial de 1998, a disputar en Francia, a Jean Marie Le Pen le horroriz¨® la cantidad de jugadores de piel oscura y apellidos no franceses que hab¨ªa en la selecci¨®n. Reneg¨® de ella, dijo que aquello ¡°no representaba a la Francia aut¨¦ntica, sino a la Francia del papeleo¡±. Pues aquella Francia gan¨® el Mundial con el argelino de origen Zidane por bandera y sac¨® un mill¨®n de personas a los Campos El¨ªseos a celebrarlo. Repetir¨ªa t¨ªtulo 20 a?os despu¨¦s, en Mosc¨², con una plantilla de ¨¢rbol geneal¨®gico m¨¢s diverso todav¨ªa. Y ahora asalta el t¨ªtulo de nuevo con un grupo en el que s¨®lo Pavard, Rabiot, Giroud y Veretout son lo que Le Pen considerar¨ªa ¡®franceses puros¡¯, pues hasta Griezmann tiene un abuelo portugu¨¦s y los hermanos Hern¨¢ndez vienen, obvio, de ra¨ªz espa?ola. Claro que a ¨¦l le preocupar¨ªa sobre todo el resto, las pieles oscuras u oscur¨ªsimas que, sin embargo, son precisamente lo que vienen a darle a Francia un poder diferencial.
Hace ya bastantes mundiales que se ven¨ªa anunciando que el futuro, o sea lo que hoy es presente, vivir¨ªa una explosi¨®n del ?frica negra. El tipo f¨ªsico subsahariano representaba el ideal del futbolista por estatura, rapidez, agilidad y potencia. Pero el desarrollo de estructuras en aquella regi¨®n no ha seguido el ritmo esperado y quien se est¨¢ beneficiando gracias a ese capital humano son las viejas potencias coloniales, en particular Francia. Hijos de inmigrantes, nacidos ya en Francia o llegados muy peque?os y adiestrados ya en excelentes escuelas de f¨²tbol cuyo origen fue la de Clairefontaine, de la que luego se crearon hasta once r¨¦plicas por todo el pa¨ªs, enriquecen la selecci¨®n de nuestro pa¨ªs vecino.
Esta Francia que se enfrenta este domingo con Argentina es un equipo que mezcla el dep¨®sito de conocimiento de su vieja tradici¨®n futbol¨ªstica con el f¨ªsico privilegiado que le llega del ?frica subsahariana, dando lugar a un f¨²tbol diferente, superior, que hoy debe pasar la prueba definitiva ante un equipo, Argentina, que viene a ser lo contrario: seguro que la gran mayor¨ªa tiene los cuatro abuelos argentinos. Claro que si se meneara lo suficiente el ¨¢rbol geneal¨®gico empezar¨ªan a caer de ¨¦l espa?oles, italianos, turcos, rusos, franceses, irlandeses¡ Argentina tambi¨¦n es hija de muchas tierras, pero la mezcla es antigua, est¨¢ cuajada.
Y s¨ª, esta selecci¨®n s¨ª representa a la Francia real, basta moverse por all¨ª para descubrir que es una sociedad multirracial. Cierto que la presencia de franceses del gusto de Le Pen en la selecci¨®n no corresponde estad¨ªsticamente a la que vemos en la calle, pero eso s¨®lo podemos achacarlo a que las familias inmigrantes viven dificultades y sus chicos est¨¢n dispuestos a mayores sacrificios, adem¨¢s de ser portadores en muchos casos de genes privilegiados para el f¨²tbol. Y su presencia en la selecci¨®n nacional s¨®lo puede servir de orgullo y est¨ªmulo favorables para la adaptaci¨®n de esas comunidades que, por desgracia, no est¨¢n tan bien mezcladas en el conjunto de la sociedad como en los equipos de f¨²tbol. Ese es un problema grave en Francia, pero no en su selecci¨®n, cuyos ¨¦xitos env¨ªan un mensaje de concordia. Aunque desgraciadamente hay que a?adir que el f¨²tbol da alegr¨ªas, pero no soluciones.
Por lo dem¨¢s, este de Deschamps es un buen equipo. Curiosamente, la lesi¨®n de Benzema le ha venido bien; de hecho, se apresur¨® a darle de baja antes de comprobar si podr¨ªa curarse en plazo como as¨ª ha sido, pues ya ha jugado un partido con el Madrid. Pero el acometedor Giroud, que carece de la sutileza de Benzema pero tampoco es un tronco, encaja mejor como referencia de ese tri¨¢ngulo que forman Griezmann, Dembel¨¦ y Mbapp¨¦. El f¨²tbol produce estos misterios: a veces un jugador peor permite un funcionamiento mejor. Griezmann, por cierto, est¨¢ de dulce. La proximidad de Mbapp¨¦ y la gigantesca sombra de Messi despistan un poco la mirada, pero est¨¢ haciendo un mundial prodigioso en quite, elaboraci¨®n y pase final. Alma y referente del equipo en todas las l¨ªneas. Con ese cuarteto de ataque y la solidez de atr¨¢s siempre que el virus no la debilite m¨¢s de la cuenta, Francia tiene equipo para disputarle la Copa a la Argentina de Messi. Que ya es decir.
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