Apabullante Francia

Todo en Francia resulta apabullante. Por lo que tiene en Qatar ¡ªMbapp¨¦, Griezmann, Demb¨¦l¨¦, Rabiot¡ª y por lo que no tiene ¡ªBenzema, NKunku, Kant¨¦, Pogba, Lucas¡ª. El equipo del gallo es hoy aquella Alemania que jugara quien jugara siempre ganaba en el imaginario popular. No es casual que Francia dispute este domingo la cuarta final en los siete ¨²ltimos Mundiales. Y no es extra?o que repita finales seguidas. Antes, Italia (34-38), Brasil (58-62, 94-98-2002), Argentina (86-90), Alemania (82-86-90) y Holanda (74-78).

Cinco de los titulares en la cumbre moscovita de 2018 se mantienen hoy fijos en las alineaciones de Deschamps: Lloris, Varane, Griezmann, Mbapp¨¦ y Giroud. Es tal la factor¨ªa que algunos como Fekir, con hilo en el Mundial de Rusia y cartel del pujante Betis, han perdido su plaza.

El caladero es inagotable desde que Francia se programara para su Mundial de 1998, con la activaci¨®n de la Academia de Clairefontaine. Desde entonces, sigue en vuelo. Resulta chocante que en paralelo no haya despegado la Ligue 1, tan llagada que tan solo el Olympique de Marsella ha logrado la Copa de Europa, y de aquel pol¨¦mico t¨ªtulo han pasado 29 a?os. Francia solo calza otro honor europeo de clubes, la Recopa del PSG en 1996. Hoy solo se vislumbra un posible gran trono para el muy pr¨®spero PSG catar¨ª.

Cuatro a?os despu¨¦s de alzar su segundo trofeo Mundial hay algo que no se ha corregido un mil¨ªmetro. A Francia le importa un bledo la posesi¨®n. En ese apartado tuvo menos porcentaje que Dinamarca en la fase de grupos, que Inglaterra en cuartos y que Marruecos en semifinales. Curiosamente, contra la selecci¨®n africana se dieron los mismos registros que frente a Croacia en la conquista del torneo precedente, un 39% frente a un 61% del vencedor.

A Francia le va la marcha. Se procura horizontes. La pelota, mejor que sea asunto del adversario, que avance con ella y se destape a sus espaldas. Los muchachos de Deschamps, al pillaje: quitar y a toda mecha. Del quite se encargan el graduado Tchouameni (diez recuperaciones frente a Marruecos) y el renacido Rabiot (de baja en la semifinal). Y no digamos Griezmann, la estrella m¨¢s jornalera del f¨²tbol (nueve birles contra la selecci¨®n del Atlas).

No se trata de la selecci¨®n m¨¢s cosm¨¦tica del universo. Le sobran jugadores para articularse como un equipo m¨¢s arm¨®nico, pero, por encima de todo, Francia es un conjunto robusto y eficaz. Lo mismo le dio verse enchironado por Marruecos en una fase del segundo tiempo. Varane y Konat¨¦, los centrales, hicieron de escudo. No les falt¨® el auxilio de Griezmann. S¨ª, del mismo Griezmann que tambi¨¦n articula el juego y del mismo Griezmann que no se siente forastero en el ¨¢rea rival. Al ver a Francia es dif¨ªcil saber cu¨¢ntos Griezmann hay. Y eso que en la semifinal, Deschamps le fij¨® como volante, lo que le hizo ser menos expansivo. Lo resolvi¨® Mbapp¨¦, inspirador del 2-0 de Muani. A dos d¨ªas de los 24 a?os, Mbapp¨¦ se quedar¨ªa el domingo a un t¨ªtulo de los tres de Pel¨¦.

Entre ellos, el argentino Pasarella, los italianos Ferrari, Masetti, Meazza y Monzeglio y 15 compatriotas de O Rei. Para curr¨ªculo el de Deschamps. Fue el capit¨¢n que levant¨® la Orejona marsellesa y repiti¨® con la Juve. Tambi¨¦n fue el primero en recibir la Copa del Mundo del 98. Ahora est¨¢ a un triunfo del segundo Mundial como t¨¦cnico y de contar solo una victoria mundialista menos (15) que el alem¨¢n Helmut Sch?n.

Lo dicho, Francia abruma.

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