Nadal: ¡°Desgraciadamente, yo tampoco me aclaro a m¨ª mismo el futuro¡±

En la sala de conferencias no cabe un alfiler cuando Rafael Nadal departe con los periodistas. Tampoco ha conseguido acomodo su agente, Carlos Costa, que escucha atentamente de pie la que podr¨ªa ser la ¨²ltima alocuci¨®n de su representado. Con tono as¨¦ptico, sin dejar escapar ning¨²n signo de emoci¨®n y pensando ya en que deber¨¢ hacer ma?ana, tras unos oportunos d¨ªas de descanso, el tenista incide en lo que ya subrayaba dos d¨ªas antes: ni ¨¦l mismo sabe qu¨¦ pasar¨¢, cuando ser¨¢ el final definitivo de esta ¨²ltima recta tan kilom¨¦trica e indescifrable, salpicada de lesiones, cirug¨ªa, parones y unos ¨²ltimos rayos de luz que le invitan, dice, a no perder el ¨¢nimo. No se ve¨ªa tan lejos el balear de la en¨¦sima gesta.

¡°Estoy orgulloso por haber llegado hasta aqu¨ª despu¨¦s de lo que ha pasado¡±, introduce el de Manacor, acompa?ado por su mujer e hijo en esta ¨²ltima aventura parisina, tambi¨¦n por sus padres y su hermana. ¡°He tenido muchos momentos bajos, bajos de verdad, con much¨ªsimos meses de no ver ning¨²n tipo de luz, pero al final he mantenido la disciplina, no siempre la ilusi¨®n, pero s¨ª la disciplina de ir cada d¨ªa a entrenarme y de hacer las cosas de la mejor manera que he podido para darme la oportunidad de llegar aqu¨ª. Y al final lo he hecho. No ha podido ser, pero no he estado muy lejos de darme opciones reales de poder hacer algo importante. Esta es mi sensaci¨®n¡±, contin¨²a.

Se marcha Nadal de la Ciudad de la Luz satisfecho, pero a rega?adientes. Aprecia el nivel ofrecido ante Zverev, pero lamenta no haber podido ejercitarse a mayor intensidad durante el ¨²ltimo mes, al haber estado condicionado por los problemas f¨ªsicos que vienen y van. ¡°Por momentos creo que he jugado bien, bien de verdad, y en otros he cometido errores. Pero es que una casa no se construye en dos d¨ªas. He jugado tres torneos antes y he tenido una semana para entrenarme sin limitaciones, esta es la realidad. Con lo cual... Al final es positivo. He podido jugar sin limitaciones y he luchado. He tenido opciones reales de poner el partido en una situaci¨®n completamente diferente contra uno de los mejores jugadores del mundo, y creo que no lo he aprovechado porque me faltaba bagaje detr¨¢s¡±, recalca.

De haber logrado sortear la may¨²scula oposici¨®n del alem¨¢n, Nadal contemplaba en perspectiva un escenario apetitoso. Piensa que las siguientes rondas eran m¨¢s asequibles y que con el paso de los d¨ªas y la suma de los entrenamientos, su tenis iba a crecer y, por qu¨¦ no, permitirle desembarcar en la segunda semana del torneo, cuando la experiencia vale un mundo. ¡°No soy un gran un gran seguidor del y si, porque el y si no existe, pero creo que estaba preparado para dar pasos adelante ganando unos cuantos partidos y poni¨¦ndome en una situaci¨®n diferente. Cosa que en ning¨²n otro torneo lo sent¨ªa de esta manera. Aqu¨ª s¨ª. Pero he llegado como he llegado de ranking [protegido, lo que le obligaba a medirse con rivales de envergadura desde el principio] y me ha tocado el sorteo que me ha tocado¡±, acent¨²a.

Deja entrever que no acudir¨¢ a Wimbledon, por eso de evitar un salto abrupto de superficies, y apunta directamente hacia los Juegos de Par¨ªs en verano. ¡°Y luego ya se ver¨¢¡±, desliza. En todo caso, ni ¨¦l mismo sabe qu¨¦ le deparar¨¢n los pr¨®ximos meses y hasta d¨®nde llegar¨¢ el trayecto. Admite que hubo instantes en los que se sinti¨® ¡°mentalmente destruido en cuanto a energ¨ªa y felicidad personal¡±, y sigue sin resolver un enigma cuyo desenlace parec¨ªa pr¨®ximo y ahora queda en la m¨¢s absoluta de las indefiniciones. Todo es incierto. ¡°Quiz¨¢ s¨ª, quiz¨¢ no¡±, la s¨ªntesis id¨®nea de estos d¨ªas, de los ¨²ltimos meses (o m¨¢s bien los dos ¨²ltimos a?os) y tambi¨¦n del ma?ana de un deportista que ingres¨® en la ¨¦lite en 2001, hace m¨¢s de dos d¨¦cadas ya.

¡°De verdad, no os enga?o cuando os digo las cosas. Os prometo que soy totalmente sincero¡±, se dirige a la audiencia de la sala, que re¨²ne a m¨¢s de 150 asistentes. ¡°Falta un a?o para el a?o que viene, con lo cual, no s¨¦ qu¨¦ puede pasar. Mi cuerpo no me ha dado en los ¨²ltimos tiempos muchas alegr¨ªas. Pero, si cambia la situaci¨®n y consigo estabilizarme y sobre todo disfrutar del d¨ªa a d¨ªa, cosa que ha sido imposible durante estos ¨²ltimos dos a?os, no me cierro ninguna puerta¡±, anticipa, ¡°pero si vuelven m¨¢s problemas de la cuenta ya no ser¨¢ un tema de paciencia, sino de realismo. La l¨®gica te dice que es muy dif¨ªcil llegar al a?o que viene, pero la realidad se ver¨¢ con el paso de las semanas. Desgraciadamente, yo tampoco me lo aclaro a m¨ª mismo. Al final, el tiempo lo dir¨¢¡±.

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