Alcaraz descorcha el oto?o a lo grande: remontada a Sinner y t¨ªtulo en Pek¨ªn
El espa?ol se impone al n¨²mero uno en un pulso plagado de alternativas (6-7(6), 6-4 y 7-6(3), tras 3h 21m) e iguala la cifra de trofeos (16) lograda por su t¨¦cnico, Ferrero
En Pek¨ªn, el suelo asi¨¢tico hasta ahora prohibido para ¨¦l, Carlos Alcaraz aprieta los pu?os triunfador, campe¨®n por primera vez en un territorio en el que hasta ahora solo hab¨ªan podido festejar Rafael Nadal y Garbi?e Muguruza. Lo hace ahora con ganas el murciano, despu¨¦s de un emocionante ep¨ªlogo con forma de trampantojo, ciclot¨ªmico y plagado de giros ante el n¨²mero uno actual, Jannik Sinner: 6-7(6), 6-4 y 7-6(3), tras 3h 21m. Es su cuarto trofeo de la temporada ¡ªel 16? de su todav¨ªa breve trazado por la ¨¦lite; los mismos que su preparador, Juan Carlos Ferrero¡ª y supone una inmejorable carta de presentaci¨®n en la apertura de esta franja oto?al que tradicionalmente se le ha resistido. As¨ª que Asia ya tiene su huella, la de un joven talento que re¨²ne arte, mente y tambi¨¦n mano de obra, porque de todo se necesita: todo hace falta para rendir al italiano, al que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) a¨²n pide que rinda cuentas y junto al que protagoniza este magn¨ªfico cl¨¢sico del presente.
Son seis victorias en los 10 cruces con ¨¦l (21 a?os), primera en una final, esta ¨²ltima de mucho m¨¦rito por el desarrollo, tramposo a m¨¢s no poder. Hermoso y vibrante el enredo. ¡°Jannik pudo ganar en dos sets, yo tambi¨¦n, y en tres¡ Fue un partido muy igualado. Sinner [23] demostr¨® otra vez que es el mejor del mundo, al menos para m¨ª. Es una bestia. As¨ª que estoy muy orgulloso de c¨®mo he gestionado todo¡±, concede al terminar, convertido en el primer jugador que firma un pleno de 500 ¡ªcategor¨ªa a la que corresponde el torneo de Pek¨ªn¡ª en todas las superficies: dura, tierra (R¨ªo y Barcelona) y hierba (Queen¡¯s). ¡°Con el 3-0 del tie-break, no perd¨ª la esperanza y fui capaz de volver. Cada vez que ¨¦l juega un desempate es favorito [superior en 18 de los 19 ¨²ltimos], as¨ª que ten¨ªa que ir a por ello¡¡±, simplifica el ganador, rendido hace un a?o por el de San C¨¢ndido en las semifinales. Esta vez, golpe de tim¨®n y celebraci¨®n. E incide en el mensaje: es fuerte con los fuertes. Este curso, 8-1 frente a los top-10.
Y eso que tiene Sinner esa virtud del escapismo, capaz el italiano de sortear trampas, abismos y fuegos como el propuesto durante el primer parcial por Alcaraz. Suelto, en¨¦rgico y decidido, el murciano se mov¨ªa con gracilidad y desparpajo, inspirado con la derecha y firme con el rev¨¦s, siempre creativo con el pincel; sin embargo, cuando ya hab¨ªa puesto tierra de por medio empez¨® a perder finura con el primer servicio y el adversario se levant¨®. Del 4-1 al 5-5. Con el agua al cuello, una corajuda reacci¨®n. Nadie lo hubiera dicho. Hasta ah¨ª, un tenista m¨¢s bien poco l¨²cido, falto de chispa e intensidad, especialmente de piernas. Sinner se llevaba la mano una y otra vez a la rodilla derecha, haciendo rotaciones para tratar de liberarla de alguna que otra molestia, pero en cuanto se destrab¨® f¨ªsicamente y olfate¨® la posibilidad de reengancharse, no dud¨®.
Anul¨® una primera bola de set y en el desempate abort¨® otras dos. A la primera que dispuso ¨¦l, atin¨®. Ten¨ªa la manga Alcaraz entre las manos, pero cuando se vio contra las cuerdas pag¨® el exceso de ¨ªmpetu con dos pelotazos largos y las concesiones resolvieron un acto enga?oso que se dilat¨® durante casi una hora y cuarto. Hasta entonces la acci¨®n transcurr¨ªa lentamente y la espesura inicial de uno zancadille¨® despu¨¦s al otro. La p¨¦rdida de precisi¨®n atrap¨® al espa?ol, demasiado apresurado en ocasiones, excesivo de brazo en otras, mientras que Sinner empez¨® a adquirir esa velocidad de crucero tan corrosiva y tan amenazante, cada vez m¨¢s asentado. Fluctuaron las fuerzas del pulso, creciente uno y menguante el otro, expandi¨¦ndose la sensaci¨®n de que si la cuerda deb¨ªa romperse por un extremo, favorecer¨ªa al n¨²mero uno.
Instante cr¨ªtico al octavo juego, con 4-3 para ¨¦l, cuando se procur¨® dos opciones de rotura que logr¨® desbaratar Alcaraz a base de mucho coraz¨®n. A falta de claridad, defensa, mu?eca dura y arrestos. Templanza bajo el aguacero. Puso el escudo el murciano y una vez salvado el l¨ªo, se?or empuj¨®n. El chute an¨ªmico le reanim¨® y despu¨¦s de asestar un zarpazo certero, m¨¢s acierto con el servicio. Del abismo al equilibrio. Brazos abiertos y clamando: ahora s¨ª, por fin. En igualdad otra vez, Sinner fue disparando la cifra de ganadores del mismo modo que fue ensuci¨¢ndose su casillero de errores, pero de la misma forma que pisa el cepo ¡ªbreak en contra y 2-1 abajo en el tercero¡ª sabe dar con la v¨ªa para liberarse ¡ª5-4 por encima¡ª y sostenerse en los momentos m¨¢s tensos de los partidos.
Ni una sola sonrisa por su parte en las m¨¢s de tres horas de refriega. Escasez tambi¨¦n en el rostro de Alcaraz. Pero a estas alturas de la temporada, la historia quiz¨¢ no vaya tanto de tiros como de cabeza y de resiliencia, de resistir: quien sufre mejor y cree m¨¢s, suele llev¨¢rselo. Y ah¨ª abajo, cuerpeando sin cesar, dos m¨¢quinas de competir, m¨¢s productiva esta vez la de El Palmar. Lo ten¨ªa tambi¨¦n cerca Sinner, 3-0 arriba en el desenlace final, pero igualmente se le escap¨®. Una estratosf¨¦rica carrera de Alcaraz marc¨® el punto de inflexi¨®n y despu¨¦s de una volea autoritaria y un chispazo de fortuna ¡ªtoque en la coronilla de la red y pelota adentro¡ª inclin¨® abrumadoramente (parcial de 7-0) la balanza a su favor. Una dulce y triunfadora forma de comenzar este oto?o para el que promet¨ªa novedades. ¡°Ser¨¢ distinto al de otros a?os, voy a darlo todo¡±, advert¨ªa el n¨²mero dos. Y empieza la cosa de f¨¢bula en Pek¨ªn.
SIN RESPIRO HACIA SHANGH?I
En un intervalo relativamente corto de tiempo, Alcaraz ha conseguido darle la vuelta al calcetín. De ahí la emoción de su técnico. “No le he visto llorar, pero es bueno saberlo”, bromeó el jugador, al que no le salieron las cosas durante el verano, con aquellos raquetazos contra el asfalto de Cincinnati y la eliminación en la segunda ronda del US Open. El presente, sin embargo, tiene un sabor mucho mejor. Fructífero paso por la Copa Davis y título en Pekín.
“Gracias a ellos [su equipo y su familia] empecé a recuperar la alegría y la motivación. Estuve un poco triste y no quería jugar o viajar, digamos, pero hablamos y durante el último mes hemos trabajado muy duro tanto dentro como fuera de la pista para ser más fuerte física y mentalmente, y poder superar ese tipo de problemas. Así que esta victoria es especial. Diría que [Ferrero] se ha emocionado por eso”, señaló el campeón.
Incidió también en que actuaciones como esta suponen una sensacional propaganda para un deporte que afronta un cambio de era —“gracias a este tipo de partidos, la gente quizá empiece a verlo e incluso a practicarlo”— y transmitió que ante la desventaja en la recta final, ese 0-3 adverso que invitaba a pensar en el triunfo de su adversario, optó por pensar únicamente “en el siguiente punto, nada más”.
Sinner, por su parte, lamentó la mala suerte con la cinta en esos instantes. “Hoy no fue mi día. Iba 3-0 arriba y saqué bien, pero la pelota tocó la red; con 4-0, la historia hubiera sido distinta, pero no es necesario hablar de puntos concretos. Hay cosas en las que puedo mejorar, e intentaré trabajar en eso”, indicó el número uno, que gobierna el circuito desde principios de junio y que esta temporada solo ha perdido seis encuentros, tres de ellos ante Alcaraz. En cualquier caso, el español sigue lejos de él, a 4.000 puntos en el ranking.
Ahora, uno y otro pondrán rumbo a Shanghái de manera inmediata, puesto que ya está en marcha el penúltimo Masters 1000 del calendario. Alcaraz irrumpirá allí habiendo ascendido un peldaño en la lista mundial, al superar al alemán Alexander Zverev. Se encontrará de entrada con Juncheng Shang.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.