El empresario, ante un pa¨ªs nuevo
Es reciente la an¨¦cdota de un empresario que, tras haber llegado a un laborioso acuerdo con sus obreros en un viernes, al d¨ªa siguiente recibi¨® la visita de ¨¦stos para anunciarle que el lunes ir¨ªan a la huelga, en apoyo de una petici¨®n de amnist¨ªa. Los obreros, ante el asombro del. empresario, le explicaron que la huelga nada ten¨ªa que ,ver con ¨¦l ni con su empresa, pues estaban conformes con los acuerdos adoptados el d¨ªa anterior.El empresario comprendi¨® claramente que estaba soportando una responsabilidad que no le incumb¨ªa, ni -sobre la cual nada pod¨ªa hacer. Los hechos y las realidades van siempre en la vida por delante de su reconocimiento y de su regulaci¨®n y, en el momento actual, dado que el empresario vive por encima de todo el mundo de las r¨¦al¨ªdades concretas, se encuentra en un pais nuevo ya desde hace meses. En su mentalidad el cambio ya se ha producido.
No es as¨ª extra?o-qu-e los empresarios espa?oles, de un tiempo a ¨¦sta parte, negocien con toda claseten sobre sus espaldas al anacronismo y el desfas¨¦ de una legislaci¨®n, porque necesitan-del acuerdo y de la convivencia para poder trabajar y realizar su misi¨®n social.
Al tiempo que se producen estas -curiosas situaciones, se observa un creciente confusionismo que contribuye a desprestigiar a la libre empresa, achac¨¢ndole muchosmales de los que no tiene la culpa. Algunos empresarios, en actitud de t¨ªmida-defensa, proclaman la idea de que es necesario realizar en nuestro pa¨ªs un pacto social.
La idea-, que te¨®ricamente es muy atractiva, resulta m¨¢s dudosa cuando se trata de plasmar en realidad y no parce que tenga demasiado sentido. S¨®lo conozco un pacto social, muy -curioso, elaborad¨® en la clandestinidad de la ocupaci¨®n extrar¨ªjera de B¨¦lgica y Publicado en 1945.
Independientemente de esta
idea de pacto, lo que s¨ª es preciso es'
que el empresario aprenda a orga
nizars.e por s¨ª mismo. Por s¨ª mismo
y no de otra forma, porque los. ¨²lti
mos meses se,han encargado `,de
demostrarle que ¨¦l, si quiere,seg uir
trabajando, debe vivir su pro piasas. La primeray para poder negociar y pactar acuerdos verdaderos y concretos, que sean viables y pr¨¢cticos, y para ello no puede haber o¨ªdos sordos a una realidad obrera organizada que existe en el mundo de cada d¨ªa y que ¨¦l vive. La segunda, mucho m¨¢s importante, para tener la capacidad y la convocatoria suficientes para poder demostrar que una emprsa libre es indispensable para una sociedad libre, pues, pese a todo, lo que se quiera decir, la empresa libre es la ¨²nica que permite el cumplimiento de tres libertades b¨¢sicas para toda sociedad: la libertad de producir con eficacia, la libertad de trabajar donde se quiera y la libertad de consumir lo que se quiera.
Esta organizaci¨®n de los empresarios es la ¨²nica que puede contrarrestar las demagogias de unos y los complejos de otros y, adem¨¢s, no actuar¨¢ a modo de parachoques que se pone frente a una organizaci¨®n obrera, sino como una entidad puesta al servicio-de la libertad y de la econom¨ªa de. mercado, sistema. econ¨®mico.en que viven los-p¨¢¨ªses'' ~~ 1 . . ~ . ~ -11. 71, - ~ libres -del mundo oqc¨ªdenta a, os, ,que, a trav¨¦s de la Comunidad
con¨®mica Eu~
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