Discutida la reactivaci¨®n econ¨®mica USA
Aunque, todas las estad¨ªsticas se?alan que la reactivaci¨®n econ¨®mica supera incluso los ¨ªndices previstos, la Administraci¨®n Ford sigue recibiendo cr¨ªticas en la batalla electoral. La inflaci¨®n descendi¨® del 8,8 por 100, y en el primer trimestre de 1976.
Sin embargo, los economistas estadounidenses que, no pertenecen al stablishment se niegan a compartir el optimismo de la Administraci¨®n Ford y el estado euf¨®rico que reina entro los due?os de las grandes empresas. Algunos estiman que la recuperaci¨®n el un fen¨®meno pasajero, y que en 1977, es decir, dentro de unos meses, volver¨¢n a plantearse los problemas de la inflaci¨®n y la recesi¨®n de una crisis que, aparentemente, no tiene remedio.Si es cierto que empresas como IBM, RCA, Westinghouse, Dupont o Merrill Lynch, cuentan en lo que va de a?o con ganancias netas de decenas de millones de d¨®lares, no es menos cierto que el verdadero beneficiario de este estado de cosas es el presidente Ford. Porque en per¨ªodo de elecciones, los republicanos pueden utilizar la baza de la econom¨ªa que se abre camino a pesar de las dificultades con que tropiezan todos los pa¨ªses industrializados.
Los adversarios de Ford estiman que la Administraci¨®n est¨¢ intentando falsear los datos del problema. Si bien no se puede negar el vertiginoso aumento del PNB, algunos afirman rotundamente que este fen¨®meno podr¨ªa repercutir seriamente en la pol¨ªtica de precios.
Los partidarios de Ford se limitan a analizar la situaci¨®n y concuerdan en un punto: el PNB podr¨ªa alcanzar este a?o un aumento global del 6,5 por 100. Por supuesto, la reactivaci¨®n de la econom¨ªa USA facilitar¨ªa el arranque de los europeos y los japoneses y deber¨ªa crear un nuevo equilibrio entre los pa¨ªses industrializados y el Tercer Mundo.
Al parecer, los m¨¢s fervientes partidarios del boom econ¨®mico norteamericano son los empresarios del viejo continente.
En efecto, durante los cuatro primeros meses del 1976, m¨¢s de 50 compa?¨ªas holandesas y brit¨¢nicas, alemanas y francesas, suizas y suecas invirtieron alrededor de cien millones de d¨®lares en casi todos los sectores de la econom¨ªa americana. Los observadores creen que son ¨¦stas las primeras gotas del chaparr¨®n del inversiones previsto para los meses de verano. De momento, nadie se atreve a hablar de una inversi¨®n de capitales extranjeros, aunque los expertos gubernamentales confiesan que el dinero europeo ser¨ªa bienvenido. C¨®mo cambian los tiempos.
El producto nacional bruto ha progresado tanto respecto a la tasa anual, como en t¨¦rminos reales, un 7,5 por 100 durante el primer trimestre del a?o. Este porcentaje, ya de por s¨ª elevado, se une al incremento del 5 por 100 del ¨²ltimo trimestre de 1975, y del 12 por 100 durante el tercer trimestre del mismo a?o. En moneda corriente, el PNB se situaba al terminar marzo en un bill¨®n seiscientos diecis¨¦is mil millones de d¨®lares, lo que supone un aumento de 43.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de dos billones de pesetas) respecto a diciembre.
El motor de la expansi¨®n reside en el consumo, cuyo incremento ha contribuido aproximadamente a los dos tercios del crecimiento del PNB.
Por el contrario, las inversiones de las empresas progresan d¨¦bilmente, lo que indica que todav¨ªa subsisten m¨¢rgenes de producci¨®n inutilizados, o bien que los empresarios se preguntan hasta cu¨¢ndo durar¨¢ la reactivaci¨®n.
Hay que destacar que la inflaci¨®n ha pasado de un ¨ªndice del 8,8 por 100 en 1975 a un 3,7 por 100 en el primer trimestre de este a?o, el nivel m¨¢s bajo desde el tercer trimestre de 1972.
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