Tercer t¨ªtulo consecutivo para el Bayern
Por tercera vez consecutiva, el Bayern ha conquistado la Copa de Europa de campeones de Liga. Iguala as¨ª la marca del Ajax y se acerca a la del Real Madrid. El Saint Etienne hizo mejor f¨²tbol, pero la madera se interpuso en las dos ¨²nicas ocasiones en que remat¨® con acierto. El Bayern, desbordado casi siempre por la velocidad del equipo franc¨¦s, consigui¨® su ¨²nico gol a la salida de una falta en el segundo tiempo.Del Bayern se viene diciendo ¨²ltimamente que es un equipo con suerte, y hay que convenir en que ello es cierto. Hace dos a?os, un gol muy a ¨²ltima hora le sirvi¨® para pasar a un encuentro de desempate ante un Atl¨¦tico que ya casi era campe¨®n; hace uno, el Leeds hizo, con diferencia, mucho mejor juego, pero no acert¨® ante el gol, y anoche, de nuevo, el contrario puso lo mejor en todos los aspectos del juego menos en la capacidad, para transformar ¨¦ste en gol. Porque el Saint Etienne, apoyado en una extraordinaria rapidez individual de sus hombres, desarroll¨® un bonito f¨²tbol, con apoyo en todas las l¨ªneas y penetraci¨®n por las bandas, pero no remat¨® con acierto in¨¢s que en dos ocasiones, y en ambas ¨¦l larguero sali¨® al paso para confirmar que el Bayern es el equipo protegido por la fortuna.
El campeon se limit¨® a hacer durante todo el partido lo poco que le dejaba su rival: defenderse, asegurar el dominio. del bal¨®n en lo posible e intentar muy aisladas acciones de ataque. Su serenidad y el conocido orden que en la defensa siempre impone Beckenbauer le sirvieron para no verse desbordado casi nunca, pero aun con eso fueron muchos los aprietos que le cre¨® el juego de los franceses, especialmente las pentraciones por las bandas de Patrick Revelli y Sarramagna, siempre mejores que Horsmann y Hansen. En ning¨²n momento consigui¨® el Bayern desenvolver su cl¨¢sico f¨²tbol de tranquila gestaci¨®n en la media, porque la entrega continua de los jugadores del Saint Etienne y su extraordinaria velocidad individual hac¨ªa de todos ellos unos marcadores imposibles de superar.
Lejos de venirse abajo, el Saint Etienne, que ya hab¨ªa estrellado sus dos balones en la madera, se volc¨® hacia adelante incorporando de forma continua a Piazza, brillant¨ªsinio en su juego, al ata que, aun a riesgo de destapar un poco a Curkovic. El Rayern ame naz¨® con marcar de nuevo en alg¨²n contraataque, pero la evidente falta de forma de Hoeness se lo impidi¨®, y el partido termin¨® sin m¨¢s goles. Con sustos, eso s¨ª, para Maier, especialmente en los ¨²lti mos minutos, en los que Rochetau, la gran figura del equipo franc¨¦s, compareci¨® en el campo.
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