El Rey debe encarnar la voluntad del pueblo

?Su Majestad el Rey Juan Carlos I encarna en su persona la restauraci¨®n de su Casa, de la Monarqu¨ªa tradicional espa?ola, y del sentimiento colectivo que los pueblos de Espa?a sintieron siempre por sus reyes hasta el per¨ªodo revolucionario que se iniciara all¨¢ por el a?o 1917. S¨®lo as¨ª tiene sentido el retorno a una instituci¨®n declarada voluntariamente en suspenso en 1931?, dijo Gabriel Ca?adas, ac tual subsecretario de informaci¨®n, durante su conferencia en el Club Siglo XXI, pronunciada el martes, y que la falta de espacio impidi¨® publicar ayer.?La restauraci¨®n de la Monarqu¨ªa en la persona de don Juan Carlos -a?adi¨® m¨¢s adelante- supone, por ello, la asunci¨®n de toda la historia, remota.y reciente, pero demanda en nuestros d¨ªas la actualizaci¨®n democr¨¢tica de un modo de ejercicio sintonizado con la voluntad mayoritaria de toda la comunidad.?

?Lo que el Rey no puede ser -a?adi¨® el conferenciante- es el guardi¨¢n y depositario de un momento determinado, aun cuando dicho momento coincida con alg¨²n sector de su propia existencia humana. El Rey debe encarnar la voluntad contrastada del pueblo, es el veh¨ªculo que transmite la Historia, y no el hito que se?ala un momento determinado. Esa capacidad flexible de transmisor es la raz¨®n que permite al pueblo, todo el pueblo, mirarse en el s¨ªmbolo y encontrarse fielmente reflejado. Por no haberlo entendido as¨ª fracasaron las dos restauraciones anteriores.?

El se?or Ca?adas, que analiz¨® los anteriores intentos de restauraci¨®n mon¨¢rquica en sus contextos hist¨®ricos, calific¨® a ¨¦stas de ?ocasiones perdidas?: ?la primera (en 1814) supone un paso atr¨¢s, retardando veinte a?os el fin del Antiguo R¨¦gimen- la segunda (1874) no, supo dar el paso del futuro, perdiendo la ocasi¨®n de enraizar las fuerzas del mundo obrero y establecer un pacto social s¨®lido y duradero?. Finaliz¨® la conferencia con una alusi¨®n cr¨ªtica a la tecnocracia.